Emilio
Estoy en mi habitación en la casa de Valle de Bravo que ha rentado Joaquin para pasar estos diez días. Sigo alucinando por lo bonita que es. Empiezo a escuchar ruido en la sala y salgo para ver que es lo que esta pasando. No puedo evitar sonreír, el equipaje esta regado por todo el suelo.
- Yo solo quería ser caballeroso.
- Venga, te ayudo. Se que lo has hecho con buena intención, pero hiciste un desmadre.
Los dos nos partimos a carcajadas, es la primera vez que me rió abiertamente con Joaco. «Corrección, la primera que recuerdo.»
Estoy muy ansioso, quiero saber que es lo que vamos a hacer en nuestra estadía en este lugar. Joaquin me ha dicho que no me va a revelar nada. Quiero relajarme pero no puedo evitar sentir un poco de miedo. Se que he quedado en acceder a todo lo que me pida, pero no si pueda dejarme llevar como él espera. Juro que voy a esforzarme para conseguirlo, pero aún así no se si pueda.
- Un dolar por tus pensamientos.
Joaquin me mira con esa sonrisa en su cara, esa sonrisa de ganador.
- En mi cabeza hay tanta mierda acumulada, que eso no seria una buena inversión.
- Se que te lo he dicho ya, pero intenta relajarte. Me voy a dar una ducha. Cuando salga tú y yo vamos a empezar con el juego.
Yo me quedo inmóvil, siento como el pánico invade mi cuerpo.
- Oye tranquilo, no vamos a hacer nada que tú no quieras. Esto sera pura fiesta, risas y buenos momentos para recordar.
- Cierto... Perdón yo... Estoy bien. Estoy listo.
A llegado el momento, tengo que ser fuerte, no puedo rendirme antes de empezar. Realmente estoy sorprendido por haber aceptado esto, siempre he sido tan miedoso, nunca me ha gustado ser el centro de atención, no me gusta ser molestia para nadie, ni que se preocupen por mí. Joaquin me da una seguridad que me asusta, cuando estoy cerca de él siento que soy capaz de hacer muchas cosas que ni siquiera han pasado por mí cabeza. Es difícil de explicar.
«¡Que chingados!»
No le conozco de nada, pero a pesar de eso siento ese algo entre los dos, ese algo que me pide más de él, ese algo que me dice que esto esta bien, que no tenga miedo, que estoy en la dirección correcta.
Joaquin.
Salgo de la ducha y me cambio lo más rápido que puedo, no quiero demorarme más. Ya revise que la cancha estuviera lista, tengo el balón de básquet en el carro, nada puede salir mal.
- Emilio, ¿Puedes venir a la sala por favor?
Oigo el sonido de la puerta de su habitación abrirse, yo me acomodo la camiseta, doy un ultimo respiro, y pongo la mejor de mis sonrisas hacia él.
- Antes de hacer cualquier cosa, tenemos que pedir algo para comer, ¿Que se te antoja?
- ¿Esta bien si pedimos una hamburguesa?
- Sí, que rico estoy de acuerdo.
Emilio me mira y sus ojos se enchina por la sonrisa en su rostro. Las cosas entre él y yo están cada vez mejor, es como si la confianza que tiene por mí creciera con cada minuto que pasamos juntos.
Mientras esperamos la comida decidimos que seria bueno seguir platicando.
-¿Quieres seguir con las preguntas? o ¿Quieres que te cuente algo en especial?
ESTÁS LEYENDO
10 días - Emiliaco
Teen FictionSi el amor de tu vida te olvidara, ¿Estarías dispuesto a quedarte hasta que te recuerde?