Joaquin.
Amanezco con un sentimiento raro en el cuerpo. La noche de ayer ha sido perfecta. No se exactamente a que horas nos quedamos dormidos, mi último recuerdo eran los ojos de Emilio demasiado adormilados.
Era consciente del que el tiempo estaba en mi contra, hoy era el ultimo día acordado.
El sol entraba por la ventana muy tímidamente lo que me dejaba saber que era bastante temprano.
Hacer cucharita con Emilio es una de mis cosas favoritas de dormir con él. Me encanta cuando me deja ser la cuchara grande pues aunque soy un poco más pequeño que él me gusta sentir que lo protejo.
Se empieza a mover y gira su cuerpo quedando justo frente a mí. Sus hermosas pestañas tocando sus mejillas me tienen cautivado. De manera casi inconsciente empiezo a pasar mi dedo pulgar por sus labios. Son preciosos, el rosado que desprenden me parece de lo más bonito que he visto. Todo en Emilio es bonito en realidad.
-Joacoshd... - Me sobresalto. Otra vez esta hablando dormido, pero ahora al tenerlo de frente puedo apreciar más cada una de sus palabras.
-Si acepto mi amosjdr- Se me escapa una exhalación. De repente el recuerdo de Temo López diciendo si acepto en la mesa del comedor regresa a mi mente. ¿Emilio esta soñando que se esta casando? Se me estremece el corazón. Había estado notando que Emilio estaba considerando "el para siempre" en nuestra relación, esto solo aumentaban mis ganas de que las horas transcurrieran y poder darle ya la sorpresa de esta tarde.
Me acomodo en su pecho intentando no despertarlo y me dejo guiar por el sueño mañanero.
No se cuantos minutos he dormido. Pero el sol esta entrando de manera más penetrante a través de las cortinas. Siento algo duro que golpea mi abdomen. Me sonrojo al darme cuenta que la erección de Emilio esta saludándome.
-Buenos días dormilón- Empiezo a acariciar sus chinos. Emilio empieza a mover las facciones de su rostro, esta despertando.
-¿Qué horas son? - Su voz rasposa hace que mi pulso se acelere.
-Casi las 10.- Sus ojos enfocan los míos. Me cohíben. Me da un poco de pena que me descubriera viendo su rostro de manera tan intensa, intento desviar mi mirada esperando que ignore lo que acaba de ver.
-Hey, hey bonito, ¿por qué dejas de verme?, me encanta que me veas.
Yo vuelvo a subir mi mirada y veo como Emilio me toma de la cintura acercándome más a su cuerpo.
-¿Quieres desayunar?
-Si, si. Tengo mucha hambre.- Su voz suena tan ronca, mi respiración esta por las nubes y noto como mi miembro empieza a cobrar vida. - Pero de ti.
Su insinuación suena tan cliché que no puedo evitar empezar a carcajearme. La cara de Emilio es un poema.
-¿Por qué te ríes Joaquin?
-Es que recordé un dialogo de una película justo con lo que acabas de decir.
- Así que andas de risueño eh. - Siento todo el peso de Emilio sobre mi cuerpo. Sus ojos negros me miran con mucho deseo. Mi risa cesa por completo.
-Te quiero besayunar bonito. ¿Puedo?
Intento seguirle el juego y dejo que mis labios le contestaran. Subo un poco mi cabeza poniendo mis codos sobre la cama para darme soporte y lo beso con mucha intensidad. Quiero hacerle sentir que también lo deseo.
Emilio.
Despierto y lo primero que estoy haciendo es hacerle el amor a Joaquin. Podría acostumbrarme a esto todo los días de mi vida.
Su cuerpo es tan bonito no me canso de admirarlo. Esta hincado sobre la cama, mi pene pasa de estar en la punta de su boca hasta el fondo de su garganta a una velocidad exquisita, me esta desasiendo. Toco sus nalgas a mi antojo, pues considero que son preciosas. Nunca llegue a imaginar que mirar a un chico de esta manera me iba a llenar tanto. Pero es así. Estar con Joaquin me hace ver estrellas, me hace ver la galaxia entera.
-Sabes muy bien Emilio. Me esta gustando mucho el menú de hoy.
-Tu eres mi platillo favorito, te quiero comer siempre chiquito.
Tome a Joaquin de la cintura y lo acomodo de espaldas sobre la cama. Quería poseerlo de esta manera. La vista era maravillosa. Su delineada espalda se ensanchaba en su cadera, sus nalgas me tenian totalmente atontado. No podía apartar mis manos de ellas, poco a poco fue masejeando su centro con mis dedos, preparandolo para recibirme completo.
Sentir como entro en él poco a poco, como me envuelve en su interior. Sus gemidos casi inaudibles me aceleran y decido darle rienda suelta a mis movimientos. Lo envisto una y otra vez sin piedad, no le quito las manos de sus bonitas nalgas, me aferro a ellas en cada movimiento que doy. Noto como mi niño se aferra a las sabanas, se esta perdiendo en el placer. Cambio un poco de ángulo mis movimientos, dándome así mejor movilidad para tomar su pene con mi mano sin dejar de penetrarlo. Subo y bajo mi mano por su pene, él en contestación empieza a mover su cintura de arriba abajo lo que hace que todo se haga más profundo. No se quien de los dos esta gritando más fuerte, de lo que si estoy seguro es que estamos totalmente perdidos en el cuerpo del otro.
Mis manos se llenan de su semen. Noto como deja caer su cuerpo sobre la cama por el orgasmo que acaba de vivir. Me fijo una meta, quiero acompañarlo en su placer. Así que acelero mis movimientos.
-¡Aaaaaaaah! Joaquin me encantas. Me tienes loco. - Siento como poco a poco mi cuerpo empieza a tensarse, estoy a punto de correrme. - Te amo Joaquin, te amo. - Y me dejo llevar vaciándome en él.
Salgo cuidadosamente de su cuerpo y me tumbo a su lado. Nuestras respiraciones están totalmente descontroladas. Nuestros fluidos y el sudor nos acompañan en la cama.
-¿Estas bien bebé? ¿Te hice daño?
-No Emi, solo que fue simplemente alucinante.
-¡El mejor desayuno eh!
Sus ojos se achican de la risa. El hoyuelo en su mejilla me hace querer agarrarlo a besos de la ternura que me provoca. Y sin pensármelo demasiado lo acerco a mi cuerpo y empiezo a besar su carita provocando con ellos que la habitación se inunde de su risa.
Esto es plenitud. Saber que no necesito a nadie más en él mundo para ser feliz, solo a él, solo a Joaquin.
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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAH
Comenzamos el día 10.
Estoy un poco melancólica.
Espero les haya gustado mucho el capitulo. Los amo.
Anahí @soportearistemo
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10 días - Emiliaco
Teen FictionSi el amor de tu vida te olvidara, ¿Estarías dispuesto a quedarte hasta que te recuerde?