Emilio
Estamos los dos vestidos de gala. Es la primera vez que Joaquin me indica que es lo que debo de usar para salir con él. Deduzco que lo que vamos a vivir hoy es algo muy importante. Tengo el estomago revuelto y el zumbido en la cabeza me sigue molestando. Intento controlarme y me propongo disfrutar paso a paso la sorpresa de hoy sin adelantarme.
Mi niño se ve guapísimo. Me tomo un momento para poner mis manos sobre su cuello y acomodar correctamente su camisa, me encanta que luzca impecable.
-Gracias por cuidarme Emilio
-No, tú me estas cuidando a mí.- Paso mis manos por su rostro, sintiendo cada poro de su piel, la sensación es simplemente indescriptible. -Y quiero que lo hagas siempre.
La sonrisa de Joaquin es tan grande que es como si quisiera partirle su rostro por la mitad. Yo solo puedo sonreirle de vuelta.
Nos subimos al coche. Nuestras manos están entrelazadas. En el aire se siente el nerviosismo de ambos. Se que hoy sera un día importante. Sera algo así como un nuevo comienzo. Me estoy muriendo de curiosidad por saber que es lo que me tiene preparado.
-Te estan sudando la mano Joaco.
-Es que estoy un poco nervioso.
-¿Tengo que empezar a preparme para salir corriendo?- Los ojos de Joaquin se clavan en los míos desviando la mirada del camino por unos segundos.
-Espero que no.- La angustia en su voz me desoconcierta.
Decido permanecer en silencio el resto del camino. No quiero que por mis malos comentarios arruine la sorpresa que Joaco me tiene preparada.
Joaquin.
Me siento muy inseguro. No se si está sea la mejor idea. No quiero que Emilio salga corriendo, que se aleje de mi por apresurar las cosas. Todos estos días han sido una especia de montaña rusa. Hemos vivido muchas emociones, buenas y malas. Nos hemos unido mucho más que antes de que todo el accidente sucediera. Pero no dejo de pensar que a pesar de que estoy seguro de que he logrado recuperar el amor de Emilio, no estamos en la misma sintonia. Él no recuerda nuestro pasado y me da pavor que eso influya en la respuesta que me dará hoy.
Tengo que lograr espantar los malos pensamientos. No puedo arrepentirme. Atrás de esa puerta esta listo la escenografía de nuestro propio cuento de hadas. No tengo la menor idea como esta montado todo, pero conozco el buen gusto de Azul y se que todo debió de haber quedado de ensueños. Quiero que el amor se sienta en el aire, que cuando crucemos la puerta nos vayamos a nuestro propio mundo.
Entre lazo mis dedos con los suyos y lo guió hacia el interior del salón.
Un escalofrió me recorre el cuerpo. Todo esta perfecto. Mi vista esta disfrutando lo bien que los colores entonan a nuestro alrededor, el aroma del lugar me hace sentir tanta paz, todo es simplemente perfecto.
-¡Wow! ¿Qué es todo esto Joaquin?
-Nuestro propio cuento de hadas.
El gesto de Emilio refleja mucha ternura y agradecimiento. Acuna mi cara entre sus manos y me empieza a llenar de besos el rostro.
-No dejas de sorprenderme bonito
Siento que me voy a desmayar. Intento modular mi respiración. Seria demasiado chistoso que una imprudencia mía arruinara este momento tan único.
-Me esta latiendo el corazón muy rápido.- Tomo la mano de Emilio y la llevo hacia mi pecho. Él entre abre sus labios en señal de sorpresa.
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10 días - Emiliaco
Teen FictionSi el amor de tu vida te olvidara, ¿Estarías dispuesto a quedarte hasta que te recuerde?