21. Día 3 / Clase de salsa.

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Joaquin.

Cierro la puerta de la entrada, nuestras familias acaban de marcharse. Me doy la vuelta sabiendo lo que me espera. Emilio sigue confundido por haberse despertado a mi lado se que las preguntas volverá.

Camino lentamente hacia la sala de estar, voy sigiloso en modo cazador, no quiero que mi presa de cabello rizado se asuste y salga corriendo. Y me paralizo. Su mirada se me clava en el cuerpo.

-¿Sigues enojado conmigo?

Rompo el silencio, tratando de quitar la tensión que había en el ambiente.

-No Joaquin. Como te dije antes de que nuestras familias aparecieran tú no tienes la culpa de nada, solo cumpliste lo que yo mismo te pedí.

Sonrió sincero. Pensé que me iba a rechazar, que iba a querer volver a la capital.

-Pensé que ibas a pelear conmigo. Que ibas a huir.

-Con todo lo que hiciste hoy, para traer a nuestras familias, cualquier molestia, confusión o enojo que pudiera tener contigo desapareció. Se puede decir que hemos sobrevivido a nuestra primer pelea.

Y no lo pude evitar, en mi mente apareció una historia divertida. Ya se lo que haremos esta noche.









Emilio.

Acabo de salir de la ducha, el agua me ha relajado, estoy listo para lo que a mi compañero de ojos bonitos se le haya ocurrido hacer el día de hoy.

-Ya estas listo- Escucho detrás de la puerta. - Se hace tarde.

-Sí, sí, ya voy.


Nos subimos al coche, la sonrisa picara en la cara de Joaco me descoloca, ¿Por qué esta tan contento?.. Me tomo un momento para observar bien sus facciones y descubrir a donde me lleva.

-La primera vez que nos peleamos, arreglamos nuestras diferencias bailando.

-¿Iremos a la discoteca de nuevo?

Sus ojos se mezclan con los míos, un brillo fascinante sobresale de sus pupilas.

-No Emilio esta noche el ritmo de la música sera un poquito diferente.

Y no dijo nada más. Tenia la cabeza hecha un lío, así que con decisión trate de sacar todas las teorías de ella y me predispuse a disfrutar de la noche. A fin de cuenta vengo con Jaoco, cualquier cosa que se le haya ocurrida hacer, seguro sera muy divertida.





Joaquin.

Llegamos al lugar. Debo confesar que estoy bastante nervioso por lo que se viene. No se si Emilio se va a tomar todo esto con humor o simplemente me mandara a la chingada. Me bajo del coche tratando de aparentar tranquilidad. Veo los movimientos del mitad cubano que me acompaña a cámara lenta, se baja del coche cauteloso, volteando para todos lados, se para junto a mi en la acera, sus ojos me observan con detenimiento, esta ansioso.

-Ya me vas a decir de una vez ¿Qué vamos a hacer aquí?

Sin poder evitarlo la risa nerviosa aparece en mi cara, se mira tan gracioso cuando esta ansioso y desesperado. Así que intento explicarle lo que vamos hacer, tomo una respiración y clavo mis ojos en su rostro, no quiero perder ni un solo detalle de su reacción.

-Vamos a ir a una clase de salsa.

Sus pupilas se desorbitan, la comisura de sus ojos se le arruga, y de su boca intentan salir palabras, pero su cuerpo no reacciona.

-¿Que dices?...

-Lo que escuchaste, vamos a mover mucho las caderas.

La cara de Emilio parece un poema, recarga su cuerpo en el coche, intentando tranquilizarse.

-Estoy muy sorprendido, pero me gusta la idea, me gusta mucho bailar.

-Lo se Emi, lo se.

Y ahí estamos de nuevo a punto de emprender una nueva locura, tratando de acercarnos un poquito más a lo que eramos antes.





Emilio.

Estoy un poco tímido hace mucho que no bailo salsa, pero la sonrisa de Joaquin me tranquiliza, ver esas hermosas facciones hacen que se me derrita el corazón y me empiece a golpear más rápido de lo normal.

Entramos a un especie de salón. La clase esta abarrotada, más de 15 chicas y chicos están esperando por el maestro.

Joaquin saca de la mochila unos pantalones de deporte, en menos de diez minutos ya estamos los dos cambiados y listos para adentrarnos a este momento.

Empezamos con calentamiento, mi cuerpo viaja de arriba a abajo guiado por los gritos del maestro.

«Esto esta pasando, esto es real, estoy en una puta clase de salsa con Joaquin.»

Los movimientos se vuelven cada vez más extraños y complicados, volteo hacia los lados y me concentro en el pelinegro que me acompaña, veo su mirada perdida. Esta realmente concentrado en la clase, se nota que quiere hacer las cosas bien. Y me río, me río de él, de mí y de todo el mundo aquí presente.

-¡¡Parejas!!- El maestro me aturde con su voz, es tan irritante que parece sacada de la peor película de terror.

Volteo hacia los lados buscando a Joaquin, me empiezo a desesperar, ¿Donde se metió?... Veo como una señora de anchas caderas, labios rojos y mirada coqueta se acerca con paso apresurado hacia mí. Oh no, no quiero... Yo quiero hacer pareja con Joaco, no con una desconocida.

De repente unas manos se posan en mi cintura, la señora que venia hacia mí se detiene en seco. Volteo de reojo hacia mi espalda y alcanzo a ver los rizos despeinados de mi compañero.

-Tonto, ¿A donde te fuiste?.. Casi me secuestraban.

Giro mi cuerpo, quedando frente a frente, me propongo sostenerle la mirada. Quiero intimidarlo, quiero regresarle un poco de lo que me ha hecho pasar esta tarde. Los ojos de Joaco se abren de par en par, mi cuerpo se empieza a tambalear, tenerlo tan cerca me altera pero intento controlarme. Me acerco un poquito más a su rostro, mi respiración choca contra su mejilla, la mirada de Joaquin esta perdida, pongo mis manos en su cintura y me acerco a su cuerpo... "Besame, besame"... Gritan sus ojos... Y yo, yo solo quería vengarme, pero estoy atrapado aquí. Él quiere que lo bese, y yo también quiero hacerlo, acerco mi rostro con lentitud.

Ey parejita, a la pista de baile! aun no terminamos... - El profesor nos saca del hechizo.

Joaquin cierra sus ojos por un momento, yo trato de regular mi respiración que sin darme cuenta se había elevado por los cielos.

«Lo iba a besar... »

Y seguimos la clase, haciendo los movimientos que el maestro indicaba, pegando nuestros cuerpos de vez en cuando y riéndonos de la bochornosa situación en la que estábamos involucrados.

Sonreí, Sonreí de gusto. Por estar aquí con Joaco, porque a pesar de la vergüenza del principio esto ha sido una idea maravillosa.



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Buenos pasos se aventaron los niños.

Ojala les haya agradado el capitulo.

Amo muchos sus comentarios.

No se cansen de compartir la historia cada vez somos mas y eso me hace muy feliz.

@soportearistemo





10 días - EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora