60. Día 10 / Argollas

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Emilio

Llega mi uber. La sensación de mi estomago es una mezcla de emoción y nervios. El conductor sigue las indicaciones del gps. Con cada rodada que da el automóvil me empiezo a sentir más y más extraño. Intento distraerme viendo hacia la ventana y poniendo mayor atención a la música de la radio. 

-¡Aaaaaaah!- Un fuerte dolor de cabeza me ataca de repente. No se que me pasa. Empiezo a ver todo en cámara lenta. No puedo moverme. Solo alcanzo a darme cuenta como el conductor se alarma. Me recuesto en el asiento del automóvil por intuición. Mis ojos comienzan a cerrarse. El miedo me invade, quiero a Joaquin. ¿Donde esta Joaquin? 

















Joaquin

El pasto me tiene el cuerpo helado. La luz del sol ha desaparecido. Solo somos yo y mi desilusión en el parque. No se a donde ir. No se si regresarme a la casa o irme directo a la Ciudad de México, lo que menos quiero es incomodar a Emilio. Por supuesto que estoy dispuesto a esperarlo hasta que él este listo para darme el sí. Un amor como el que siento por Emilio no caduca por un rechazo, somos más fuerte que eso.

Decido encaminarme al coche, la música me ayudara a tomar la decisión sobre cual sera mi destino. Desbloqueo la pantalla de mi celular y veo que tengo 4 llamadas perdidas. 

-No mames- Siento que el corazón se me va a salir por la boca, lo desbloqueo torpemente encontrando el nombre de Romina en la pantalla de llamadas.

Nueva llamada entrante es ella.

-Romina?

-¿Joaquin dónde estas?

-Eh... en un parque en Valle de Bravo. ¿Esta todo bien? - Su voz suena alterada.

-No Joaquin. Se llevaron a Emilio al hospital. No se exactamente que paso. Un oficial me llamo para avisarme porque soy la ultima llamada registrada en su celular. 

Siento el pánico recorrer mi columna vertebral. Esto no puede estar pasando. No puedo creer que la vida me haga pasar por esto una vez más. 

-¡JOAQUIN RESPONDEME!

-¿Dónde esta?- Es lo único que logro decir.

-En el hospital del centro, en el área de urgencias.

Cuelgo la linea. No puedo seguir hablando. No se como existir justo en este momento. Estoy devastado. Reúno toda mi fuerza de voluntad para pisarle al acelerador y mover el coche, no estoy listo para pasar por esto de nuevo. El amor de mi vida esta en peligro y lo único que puedo hacer al respecto es dirigirme al hospital. 

Mi mente se desconecta de mi alrededor. Tengo tanto miedo, que ni siquiera soy conciente que acabo de estacionar el coche frente al hospital. Entro por la puerta de una manera bastante violenta. No reconozco a la persona en la que me acabo de convertir después de finalizar la llamada.

-Emilio Marcos- vocifero en el escritorio de información. La enfermera me ve con mala cara, pero es tanta mi desesperación que no puedo comportarme de otra manera.

-Cama 78. Espere sentado al doctor Ross, no tarda en salir a informarle del estado de su interesado.

Siento que mi vida esta en pausa. Veo como las personas pasan frente a mí, ninguno de ellos se da cuenta de la agonia que estoy viviendo. Todos tienen una pena, pero para mí esta seria la segunda vez que tengo que preparar a mi mente para lo peor.

-Familiares de Emilio Osorio Marcos.- Alcanzo a escuchar la voz del hombre con bata blanca mencionar el nombre de Emilio.

-Si, si doctor. Aquí estoy. ¿Cómo esta?

10 días - EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora