10 días - Emiliaco

49. Día 8 / Live

 Maratón parte 2.

Joaquin.

Me duele mucho lo inseguro que esta Emilio sobre si mismo. Quisiera poder prestarle solo por un momento mis ojos, para que pueda mirarse y vea lo valioso que es y lo afortunado que soy por amarlo. Quisiera poder desaparecer todas esas veces que lo hicieron sentir menos, los rechazos que ha vivido. Yo mejor que nadie entiendo que su infancia no fue la mejor, pues curiosamente pase por cosas similares, y me da coraje darme cuenta que justo esos meses donde juntos habíamos aprendido a valorarnos mas, a creer que eramos suficientes, a dejar a un lado las expectativas del resto; se le habían olvidado. Me sentía con la obligación de contener esa inseguridad, ayudarlo a que la espante, a que la vuelva a sacar de su vida. 

La idea que se me ocurre para demostrarle todo el amor que hay allá afuera para él es hacer un live con las fans. Me he enterado que han hecho campañas en redes sociales en apoyo a Emilio por todo lo ocurrido en su accidente. Son cientos de personas las que nos han demostrado cuanto nos quieren y quiero que el vuelva a recordar ese amor.

Mi intención no es presionar las cosas para que hagamos nuestro amor publico, lo único que quiero es que Emilio sienta el apoyo que tenemos allá afuera, que no estamos solos en esto.

Solo hizo falta ir a mi twitter y poner que a las 6:00 p.m. Estaríamos en vivo contestando sus preguntas para que el huracán de cariño se activara. 

Emilio.

Estamos en la cocina, con un montón de ingredientes en la mesa. Se supone que intentaremos preparar un pastel de chocolate, de mil leches algo así. Estoy muy nervioso y no es precisamente por la preparación del pastel, si no porque Joaquin me ha dicho que si me parecía bien hacer un en vivo con las fans. Me dejo claro desde el primer momento que su única intención es que yo me diera cuenta de todo el apoyo que hay allá afuera para nosotros. Intento hacer un esfuerzo sobre humano por dejar de ser pesimista y dejar que todo fluya, en una de esas Joaquin tiene razón y me llevo una grata sorpresa.

Risas, risas y más risas. Tenemos casi dos horas intentando seguir los pasos para terminar la receta. Mi nivel de energía esta por los cielos. Hacia mucho tiempo que no me sentía tan querido y apreciado. Es muy motivador darme cuenta que haya afuera hay personas que valoran mi trabajo, que esperan de todo corazón mi recuperación. Han ido pasando una a una las personas en el en vivo, unas lloraban, otros se reían y nos hacían bromas, todos no llenaban el corazón con sus muestras de amor. 

-Bueno chicos, nos vamos a despedir por hoy. Decir gracias es muy poquito, pero hoy mas que nunca les agradezco el amor que nos dieron. 

No sabia que decir. Me decidí por no pensar demasiado las cosas y simplemente regresar todo lo bonito que me habían hecho sentir a través de una pantalla.

-Muchas gracias por estar conmigo. Tengo mucha suerte de tenerlos, y prometo esforzarme por mí, por ustedes y por mi Joaquin. Gracias.

Los mensajes no dejaban de llegar, esto era una locura. Los dos damos un ultimo saludo hacia el celular y Joaquin finaliza el en vivo.

-¡Wow!- Es todo lo que puedo decirle. No puedo verme pero se que tenga una sonrisa enorme en mi cara y como si Joaquin fuera mi espejo su expresión es igual a la mía.

-Lo se. Son magicos. 

-Sí, pero tu les ganas Joaquin. El mago profesional eres tú.

Mi pulso se acelera. Su mirada me transmite tanto amor, que me dejo llevar. Me acerco poco a poco como si fuéramos imán contra imán. Joaquin se muerde el labio de una manera tan sensual, acorto mas la distancia. Quiero tomar ese labio con mi boca, quiero morderlo como el lo hizo hace un momento. Cierro los ojos con la intención de perderme en el momento, cuando siento como Joaquin me embarra la cara con chocolate. Su risa es tan bonita que me cuesta trabajo caer en cuenta que todo lo del labio y la mirada sensual estaba siendo parte de un plan para jugar con el chocolate. 

-Así que quieres jugar eh.

Limpio mi cara y salgo corriendo detrás de mi niño precioso. Uno contra uno, con la única arma a la mano, el chocolate.

Joaquin me hace mucho bien. En él estoy encontrando a alguien con el que puedo ser yo mismo sin miedo. Con el que no tengo que pensar antes de hablar porque se que aunque lo quiera decir sea una bobada el no se va a burlar. Aprecia todo de mi, hasta lo que yo mismo odio. Le gustan mis rarezas, mi manera de ver la vida. Toda mi vida había deseado encontrar a una persona que me quisiera por lo que soy y mi deseo se cumplió el día que conocí a Joaquin.

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Nos leemos al ratito.

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