10 días - Emiliaco

40. Día 6 / Confío en ti.

Emilio.

El cuerpo me tiembla, decir que estoy asustado se queda corto. Quiero y deseo a Joaquin como nunca imagine, es todo tan confuso. No se si lo que se me esta cruzando por la cabeza sea lo correcto, me da pánico pensar en las consecuencias de lo que pasará esta noche, me siento tan bien con él, no quiero echarlo a perder, me dolería demasiado.
Mi vida ahora mismo es una completa basura, mis puñeteros recuerdos han desaparecido y me han dejado un vació que me hace daño a mí y a las personas que me quieren.
Joaco ha sido mi salvación, me detengo un momento a pensar en esa afirmación, y caigo en cuenta que jamas había imaginado sentir algo tan fuerte y desgarrador, algo tan real... Pero lo siento, no tengo dudas de ello. Ni mi confusión, ni el accidente, ni mis miedos, me harán cambiar de opinión, quiero estar con Joaquin, confió en él y quiero entregarme por completo.

Salgo de mi habitación decidido. Toco su puerta con fuerza, pero no obtengo respuesta, tímidamente me decido a entrar. Él esta recostado en su cama, con los ojos cerrados y sus audífonos encendidos. Por un micro segundo me arrepiento e intento dar marcha atrás, pero por mi brusco movimiento se da cuenta de mi presencia y se sienta rápidamente.

-¿Esta todo bien?..

No se que decir, me quedo viendo sus ojos, como implorando que me ayude a avanzar, quiero que se de cuenta que estoy listo para estar con él.

-Sigues con la ropa mojada por la lluvia, te vas a enfermar. Déjame buscar algo para que te cambies. - Se levanta de la cama, camina a su cómoda para buscar algo limpio y seco para mí, pero no lo dejo avanzar, lo tomo fuerte del brazo y lo haga que vuelva a su lugar en la cama.

-¡Hey! ¿Que tienes Emi?.. Me estas asustando.

Sus hermosos ojos cafés me miran con preocupación. Tengo la voz atorada en mi garganta, tengo tanto que decirle... Sus manos viajan a mis mejillas, con desesperación, pega mi rostro al suyo buscando respuestas.

-Quiero hablar contigo. - Logro decir por fin. Suelta su respiración. Se nota que estaba empezando a alarmarse por no recibir respuesta de mi parte.

-Quiero ser sincero ¿sí?.. - Se acomoda en la cama y pone su mano en mi rodilla.

-Cuando desperté en el cuarto de hospital, mi primer sentimiento fue miedo, no sabia que me había pasado, ni por que me encontraba en ese lugar. Tengo grabada tu mirada llena de esperanza cuando viste que estaba despierto, estaba tan confundido. - Me detengo un segundo para ordenar mis pensamientos. - Sigo confundido, pero lo que quiero decir es que en ese momento no recordaba quien eras, no sabia porque estabas ahí, aun así por alguna razón quería tenerte en mi vida, y ahora lo entiendo, te miraba como un problema, pero por lo contrario te volviste mi solución... Estos días juntos me han servido para darme cuenta que a pesar de todo lo malo y lo bueno que hemos pasado, de las nuevas y viejas experiencias que no recuerdo, yo te amo.

Joaquin.

¿Mi mente me esta jugando una ilusión? ¿Estoy soñando? ¿He escuchado bien? Sí, sí, esto es real. No puedo creer lo que acaba de ocurrir, tengo muchas ganas de llorar, llorar de felicidad.

-Si soy sincero contigo estoy realmente sorprendido, no esperaba una declaración así de tu parte. Sabes de sobra lo que siento por ti, y en verdad me gustaría demostrarlo, prometo que te cuidare como lo más preciado de mi vida, déjame avanzar, - Me estaba arriesgando demasiado al hacer esta declaración, tengo miedo de estar jugando las cartas muy rápido y hacer que Emilio se abrume y se vuelva a cerrar.

Sus ojos obscuros estaban más abiertos de lo normal, su piel estaba pálida y su boca temblaba ligeramente no se si por el frió o por los nervios que sentía. De repente veo como hace un intento por mover su boca, pero se detiene, baja la mirada y vuelve a levantarla con mayor firmeza.