44. Día 7 /Primera vez al 2x1

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Emilio.

Mi realidad ahora mismo es tan relativa. Siento que es tan poco lo que conozco a Joaquin y a pesar de ello pongo todo a su favor. Él ha conseguido que haga a un lado mis prejuicios y apueste con ganas por lo nuestro, pues aunque la voz del miedo sigue en mi cabeza, el terror de perderle es más grande que todo. No quiero pensar en el futuro, mucho menos seguirme rayando con el pasado que no recuerdo. Tengo frente a mí a un hombre que me quiere, y ama lo raro que puedo llegar a ser.

Esta dispuesto a salvarme las veces que yo lo necesite. Quiero ser valiente. Tener la misma fuerza que él tiene, quiero ser mejor por Joaquin, tener mucho tiempo, toda la vida para poder regresar todo lo que me ha dado.

-Te quiero mucho Joaco.

Seguí acariciando sus pequeños y despeinados rizos, sus ojos seguían cerrados al escuchar mis palabras, aunque no pude evitar notar la media sonrisa que se escapo de su cara. No obtuve respuesta, pero la verdad, no me hace falta. Basta con mirar todo lo que me ha hecho vivir estos pocos días para darme cuenta que el sentimiento que estoy declarando es más que correspondido. 

¡Joder!












Habíamos tomado una pequeña siesta juntos. Abrí mis ojos con dificultad, la luz de la ventana me daba justo en la cara. Mi cuerpo se sentía caliente. Joaco me tenia atrapado. Su cabeza en mi brazo, su mano en mi pecho y con sus piernas me tenía atado, estaba encima mio. No quería levantarlo, pero en serio estaba empezando a sudar. Comencé a acariciar su rostro, su barba picaba un poco.

-¡¡¡Buuuuoohhhh!!! - Grito de repente.

Me di un porrazo con la cabecera de la cama del salto que pegue. Joaquin muriendo de risa y con un poco de pena en el rostro se incorporo en la cama.

-¿Te asuste?

-Tu que crees menso.

-Creo que con un beso lo podemos arreglar. - Las pequeñas punzadas que sentía en mi cabeza por el golpe quedaron en segundo termino. Mi panza dio un vuelco. Como era posible que con una simple frase me pusiera así.

-No estoy de acuerdo.

-¿Seguro Emilio?.. Tu cuerpo me dice otra cosa eh.

En un solo movimiento, sus brazos en mi cintura, acercándome a él de golpe. Un, dos, tres besos en el cuello, ya estaba perdido.

-¿Sigo?

-¡Eeh! - Era todo lo que logre decir.

Negro contra café. Su sonrisa era tan bonita que me embobaba, estaba realmente colado por él.

-Oye bebé, me encantaría quedarme en la cama todo el día contigo, pero hoy te tengo preparada una sorpresa increíble. - Yo solo sonreí, avergonzado hasta los pies, me besa y se levanta camino a la ducha. Yo no se que más hacer, este asalto tan repentino me ha dejado sorprendido y con ganas, con ganas de que siguiera.







Joaquin.

Todos estos días que he vivido con Emilio han sido planeados para hacerle recordar cosas que ya hemos vivido en el pasado. Pero lo que haremos hoy es algo que yo nunca he vivido, y como Emilio no lo recuerda, sera una primera vez al 2x1. Iremos a pasear en barco.

-¿Vamos a ir al lago otra vez? - Sus ojos curiosos me hacen sonreír.

-Más que eso. Nos montaremos en un barco.

Su mandíbula se cae, y una gran sonrisa aparece en su cara. Se nota que le ha gustado la idea.









Llegamos al puerto, una fila de hermosos barcos se posa frente a nosotros. El día esta por demás hermoso, el calor de sol nos cala el cuerpo. Nos ponen los chalecos salvavidas y nos explican a detalles las reglas de navegación al subir a la embarcación. Miro como Emilio mira al instructor atentamente y asiente a todo lo que el hombre le dice, es como un niño pequeño.

-Estoy muy emocionado Joaco, esto es increíble, gracias. - Y me da un beso rápido en los labios, así sin esperarlo, sin pensar en la gente que hay a nuestro alrededor, dejando el temor a un lado, me demuestra su cariño. Y no necesito más para que esta estúpida sonrisa que me apareció en la cara me dure todo el viaje.

No puedo dejar de decir lo bien que nos la pasamos, las vistas eran alucinantes. El azul del agua, tan diferente al del cielo, dos mundos que se conectan, con tanto en común pero tan diferentes a la vez, los dos siempre juntos para formar el bello paisaje, como Emilio y yo, formando esta historia.





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Heeeeeeey.

Y continuamos. Ya día 7, Dios esto ya casi se acaba. 

¿Qué les gustaría que Joaco le recordara a Emilio en los días que quedan?

AMO AMO AMO SUS COMENTARIOS, LOS AMO A USTEDES.

Nos leemos pronto.












10 días - EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora