Capítulo 6.

13K 784 22
                                    

POV. SARA

Cuando termine de contestar las dudas de Elisa y preguntarle cómo llegar a la casa grande, Lucas me agarró de la mano para ir hacia donde nos indicó la castaña.

El camino hacia la casa fue en un silencio agradable, ya que íbamos mirando todo a nuestro al rededor, y sin darnos cuenta ya llegamos a la puerta de la Casa Grande.

Lucas dio tres fuertes golpes a la puerta, en respuesta oímos un "adelante" de parte de Quirón, abrimos la puerta y al entrar vi al centauro en su silla de ruedas, situado entre dos sillones en uno se encontraba un señor pequeño pero gordo con la nariz roja, el cabello negro, con una camisa hawaiana y una lata de coca-cola en su mano mientras observaba al chico que tenía en el sillón delante de él, el chicos nos daba la espalda así que lo único que pude observar fue su cabello negro.

Lucas tosió llamando la atención! lo cual consiguió ya que sentí como los tres pares de ojos nos observaban.

-¿Y vosotros quienes sois?-nos dijo el hombre de la camisa hawaiana.

-Señor D. son los nuevos mestizos de los que le hablé antes.- así que estoy delante de el dios de vino y la fiesta, Dionisio. Rick Riordan lo describió perfectamente.

-Te pareces mucho a él.-Dijo de repente el chico, el cual llamó mi atención, y si Rick Riordan lo describió bien debería ser Nico Di Angelo.

-¿A quién se parece?-preguntó con voz grave e intimidante Lucas.

-A nadie, coged la ropa que esta ahí  para que podáis cambiaros y dirigidos a vuestras cabañas.-dijo Quirón antes de que Nico pudiera contestar.

-Y...¿cómo sabemos nuestra cabaña? nuestro padre divino no nos ha...-comencé a decir pero fui interrumpida por el dios.

-¿Y ella va a ser la que traiga los siete perdidos?.-preguntó en tono burlón

-¿Perdone? ¿Qué quiere decir con eso?-pregunte yo

-Eso no tiene importancia por ahora.-dijo Quirón.-Y respondiendo a tu pregunta anterior...Lucas fue reconocido a los diez y... bueno tú...mmm...tú fuiste reconocida nada más el doctor que atendió a tu madre te tuvo en brazos.

Yo me quedé bloqueada, ¿cómo es que fui reconocida nada más nacer? en el libro de Rick Riordan ponía que los hijos de los dioses eran reconocidos cuando un sátiro o protector los traía al campamento y eran reconocidos en la fogata o incluso había algunos que no llegaban a saber cual era su padre divino.

Hasta que Percy hizo que todos los Dioses prometieran reconocer a sus hijos cuando cumplieran los doce.

-Y... ¿cuáles son nuestros padres?-preguntá mi amigo rompiendo el incomodo silencio

-El tuyo Ares y el de ella...-empezó a decir el señor D.

-Poseidón.-dijo en un murmullo apenas audible.

-¿Y entonces para que preguntas si lo sabes?-preguntó el dios

-Entonces Percy...-empiezo a decir

-Es tu hermanastro.-termina Quirón.

Necesito pensar y analizar todo, recojo las cosas que nos dio antes Quirón y me fui no sin antes escuchar como me decía que la cabaña de Poseidón era la tres, aun que eso yo ya lo sabia.

Comencé a caminar pensando el por qué me había reconocido tan pronto Poseidón, según los libros los dioses no reconocían a sus hijos hasta que un sátiro protector los traía al campamento, y hasta que no fuesen reconocidos se quedaban en la cabaña de Hermes.

Pero ese era antes de que Percy les hiciera prometer a los dioses que reconocerían a sus hijos a los doce años.

Entonces ¿por qué?, ¿acaso sabia Poseidón que mi madre me iba a abandonar y quería reconocerme para que yo supiera que tenia un padre? No, si no hubiera llegado antes al campamento, a lo mejor fue porque heredé todo de mi madre y nada suyo, de sus poderes, ¿no?, No tampoco podría ser eso, estallé todas las tuberías del orfanato más de una vez.

Mientras iba pensando en el por qué, sentía como los demás semidioses, sátiros, espíritus de la naturaleza y demás, se me quedaban mirando, me señalaban o murmuraban cosas con los que tenían al lado, yo no les hacia caso, iba muy centrada en mis pensamientos.

Seguí caminando hasta que paré y ví donde me encontraba, era una parte del campamento que estaba despejada y nada más habían unas columnas que rodeaba y conjunto de muchas mesas de campo, el comedor, así fue como la describió Rick Riordan en sus libros, entonces oí una voz llamándome me giré y miré en dirección de donde procedía la voz, Rachel, la pelirroja vino corriendo hacia mi.

-¡Sara!, por fin te encuentro.

-Hola Rachel,- dijo intentando sonreír.-¿qué pasa?

-No, nada solo venia a devolverte esto.-extendió su mano mostrándome la moneda-espada.-Pensé que la querrías, como es de tu padre...

-¿Cómo sabes que es de él?-dije cogiendo la moneda.

-Bueno como en el dorso de la moneda aparece un tridente, y cuando sale la espada tiene impreso el nombre de "oceanic", además es tu padre el dios del mar.-dijo enconjiendose de hombros quitándole importancia.

-¿Sabes lo que quería decir el sr.D con lo de que tenia que salvar a los semidioses?-le pregunto con curiosidad.

La hija de Poseidón [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora