La hija de Poseidón [Sin editar]

Capítulo 67.

Veo todo al revés, lo que quiere decir que estoy boca abajo.

Lucas nos sacó de la cabaña y empezó a andar, conmigo aún en el hombro, algo no muy cómodo para mi estómago, el cual va a desechar todo lo que desayune.

-Lucas, bajame o sufrirás las consecuencias de llevarme así después de haber comido.

Anda dos pasos más, para y, con cuidado y delicadeza como si fuese una bomba a punto de explotar, me deja en el suelo.

-Lo siento.-esas dos simples palabras me van a dar un gran dolor de cabeza.

Miro a mi al rededor, estamos en la playa, ni cuenta me di. Busco otra vez los ojos marrones.

-¿Y ahora que has hecho?-mi pregunta le pilla desprevenido, lo se por la cara de '¿qué cojones dices?' que acaba de poner.-¿Por qué te estas disculpando Luc?-repito ahora como una persona normal haría.

"¿Cómo quieres tener un día normal cuando tu no lo eres?"

Shh..., conciencia ahora no estoy para tus gilipolleces.

-Por...-se arranca a decir.-¿Por sacarte arrastras de la cabaña?

-Esa situación era muy incómoda, así que yo debo agradecerte por haberme sacado de allí.-respondo con una sonrisa.

-Entonces me disculpo por...-se rasca la nuca pensando en que decir, y cuando ya se le ha ocurrido algo, sus ojos se iluminan por causa de su sonrisa.-¿Por ser tan jodidamente guapo y atractivo que hasta las hijas de la diosa del amor se fijan en mi?

Intento poner cara neutral, no quiero reflejar ni la pequeña (gran) pizca de celos, ni las ganas de reírme por su comentario egocéntrico.

-No, ¿sabes?, deberias disculparte por haberme traido de una forma en la cual casi vomito todo el desayuno.-indico aún manteniendo mis emociones controladas bajo una máscara.

-Pues lo siento por eso.

Lucas da un paso hacia mi, lo que causa que la única separación entre nuestros cuerpos sean apenas dos escasos milímetros.

Sus grandes y fuertes manos se colocan en mi cintura, me agarra y tira de mi, rompiendo todo espacio exsistente, coloco mis manos en su pecho y elevo mi cabeza en busca de sus ojos.

La escena que estamos dando es dijna de la típica historia cursi que aparece en las novelas y películas, una escena apropiada para aquellos que quieran expulsar arcoiris por todos los poros de su cuerpo, duh.

-Hé estado un año y tres meses sin verte, la mayor parte de ese tiempo pensando en que habías muerto.-rompe el silencio.-No era, ni soy capaz de fijarme en otra chica por muy hija de su madre que sea, aprecio a Percy y a Thalia por protegerte como lo hacen, pero quiero que sepas que si algún día dejo de sentir lo que siento por ti, te lo dire antes de cual quier cosa, porque antes de todo ellos, primero estuve yo siendo tu príncipe azul.

Lo que decía, sacados de una novela romántica.

-Cursi.-murmuro cuando sus labios ya estan cerca de los mios.

Un beso.

Creo que era eso lo que necesitaba para descargar toda la tensión de mi cuerpo, saber que él esta ahí y que siempre lo estubo.

Lentamente separa nuestra breve unión, lo que aprobecho para decirle a que conclusión he llagado después de todo lo que me ha dicho.

-¿Seguro que tu padre es Ares?, te veo más como un hijo de Afrodita.-en ningún momento dije que fuese una gran reflexión.

-Oh, créeme pequeña, estoy segurísimo de que el dios de la guerra es mi padre.-me responde entre risas, a loque yo le acompaño.

Me pongo de puntillas para llegar hasta esos labios que segundos atras estaban sobre los mios, y los vuelvo a unir, esta vez en un beso más duradero que él me corresponde.

-¡Hola!-grita alguien, a lo que automáticamente me separo de Lucas.

-¿Qué pasa?

-¿No escuchastes a alguien?

-Mmm...No.

Definitivamente, me estoy volviendo loca.

-Tonto, la has asustado.-otra vez, pero es alguien diferente.

-¡Oh dioses!, lo siento Sara.

No si cuando digo que esas dos palabras me van a entrar dolor de cabeza es por algo...

-Creo que ya se que es a lo que te refieres.-habla el moreno viendo algo a mis espaldas.

Me giro para ver que hay, y me encuentro con dos pegasos, uno blanco con manchas negras y el otro completamente negro. Luck y Blackjack.

-¿Qué haceis aqui?

-Lo sentimos mi señora por haberla interrumpido.-el pegaso de mi hermano, tan respetuoso como siempre.-Pero el señor Jackson nos ha pedido que le vengamos a buscar para llevarlos a casa de la señora Sally Jackson.

-¿Esta hablando?-susurra en mi oido Lucas.-Yo solo oigo relinchos de caballos.

-Sí, sí que esta hablando, Percy los ha mandado para avisarme de que me tengo que ir con él a casa de su madre.

-Bien, ¿luego nos vemos?

-Sí claro Luc.-me giro para quedar frente a él y me alzo sobre las puntas de mis pies para besar su mejilla.-Hasta luego, te quiero.

-Yo también te quiero clusmy.-mis mejillas cojen color rápidamente.

"Idiota"

Me gustaría negarle eso a mi conciencia, pero por desgracia es verdad, soy idiota.

-¡Hey!-me llama Lucas cuando ya estoy arriba de mi pegaso y él a unos metros de nosotros.-¿Dirás que sí?, No quiero que lo nieges.

-¿Negar que?

-Una pregunta.

-¿Cuál?

-¿Dirás que sí?

-Quizas.

El hijo de Ares de rasca la nuca, esta nervioso, aprendí que cada vez que se rasca la nuca y quiere decirme algo, es por que los nervios se lo estan comiendo por dentro por no saber mi reacción. Mi carácter es algo fuerte, no por nada me dirán la niña del mar, tan fuerte como las olas al romper el la orilla, tan calmada como en las tarde de verano y tan agitada como las altas olas de invierno.

-¿Quires ser mi novia?

Su pregunta me pilla totalmente desprevenida, bueno todos se piensan que somos novios, pero en realidad nunca llegamos a formalizarnos, ya sabes típicos problemas de adolescentes, tu padre te miente diciéndote que el chico del cual estas enamorada a muerto y tu te vas al Mediterráneo en busca de tu hermano mayor y sus amigos los cuales estan encerrados en una burbuja mágica creada por tu madrastra, y cuando vuelves a casa te encuentras al chico supuestamente muerto y te dicen que todo fue mentira y que él nunca murió. Algo normal, yo lo veo todos los días en los demas.

Derrocho sacarnos por todos mis poros.

-Eso ni lo dudes Luc.-respondo con una sonrisa.-Sí, quiero ser tu novia.

Y con esas palabras saliendo de mis labios, y sin previo aviso Luky emprende el vuelo dejando a mi novio de dos segundo en tierra con una gran sonrisa que se pega en mi rostro.

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