Capítulo 25

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POV. SARA

Bien, ya no puedo más.

Thalia y yo nos levantamos a las seis y media de la mañana para entrenar con las armas hasta las ocho, que es cuando las demás campistas se levantan y desayunamos para terminar media hora después. Tenemos un descanso hasta las nueve, y volvemos a las actividades, es decir, quince minutos corriendo por todo el campamento, y a continuación vamos al lago y ella empieza a convocar rayos y formar lluvias intensas mientras que yo me sumergo en el agua y hago que esta me impulse, vaya más rápido, y cosas por el estilo.

Así seguimos entrenando, solo parando para comer, después de cenar nos vamos a descansar a nuestras cabañas, excepto yo.

La cosa es que no puedo dormir desde que Quirón me contó, una semana después de que fueramos al Olimpo, que Lucas, mi niño, se tiene que ir a una misión a no se dónde, con no se quién, para no se qué, causando que no pueda conciliar el sueño por culpa de que las horribles pesadillas del gordo intentando abusar de mi, de Lucas en peligro y, la más extraña, de un barco en un puerto que esta envuelto al rededor de una enorme burbuja que no deja que ni salga ni entre nadie, se preguntaran que tendrá eso de pesadilla, pues bien, en el interior del barco se encuetran siete adolescentes, a los que no puedo ver la cara, y en uno de los extremos hay una cabeza de dragón.

Vamos, más claramente, he tenido sueños en donde se encuentra el Argo II. Y me da miedo este sueño porque, desde donde lo puedo ver, se encuentran todos los semi-dioses luchando uno con otros, eso me asusta, ¿por qué lucharan?, no lo sé, por esa razón no consigo conciliar el sueño pensando en que sucederá.

Luego esta el "sueño" en el que aparece Lucas, ese si que no me deja dormir...Nada más cierro los ojos y veo la imagen de el castaño en el suelo al rededor de una mancha roja, a lo que he supuesto que es sangre y...¡Puff...!   no puedo ni pensar que algo malo le pueda pasar, sin él me sentiría perdida.

–Sara, ¿vamos?.-oigo que me hablan desde la puerta, es Thalia.

–Claro, vamos.-contesto levantandome de la cama en la que estaba sentada.

–¿Ocurre algo?, estabas muy pensativa cuando entre a la cabaña.-me dice mientras emprendemos rumbo hacia el comedor.

–Yo...,-dejo escapar un largo suspiro para continuar.- Veras Thalia, no he dejado de tener pesadillas ultimamente y no paro de pensar en lo que pueden significar.

–¡Oh!, tranquila.-hace una pausa para después continuar.- Sabes que todos los semi-dioses tenemos pesadillas, es normal.

–Claro que se que los mestizos tenemos pesadillas.-paro de hablar para pensar en lo que voy a decir a continuación.-Pero son tres pesadillas, y siempre son las mismas.

–No te centres en eso, son simples pesadillas.-dice para tranquilizarme, pero en este periodo de tiempo la he empezado a conocer y se que ni ella se cree eso.

–No, no son simples pesadillas y lo sabes muy bien Thalia.-digo mientras dejo de caminar.-He leido los libros de Rick Riordan, Percy tenia constantemente sueños que, o le mostraban al enemigo ejecutando su plan o bien, veia lo que iba a pasar.

Thalia al escuchar mis palabras para de andar, ahora se encuentra unos pasos delante mia.

–Bien, sí, tienes razón, Percy tenia pesadillas con las cuales podia ver al enemigo.-suspira mientras se gira para mirarme a la cara.- Y..., bueno yo también he estado teniendo fuertes pesadillas...

–¿Has podido interpretarlas?- le pregunto, lo sé soy muy curiosa.

–Sí y no.-Thalia me ve con cara de duda y antes de que pueda preguntarle continua hablando.-Hay una parte que he identificado como mi pasado, cuando era un árbol.-yo asiento con la cabeza, se que le es incómodo hablar de esa parte de su vida.- Y al igual que tú he tenido otros dos sueños, en uno apareces tu...-me mira atentamente para ver mi reacción, pero al ver que no digo nada continua hablando.- y la otra en la que aparece el Argo II...

–Y ves que los semidioses estan luchando los unos con los otros ¿no?-Thalia mueve su cabeza de arriba a bajo frenéticamente dandome a entender que tenemos el mismo sueño.

–Sí, sí ¿cómo lo sabias?

–Es igual que la mia...

–¡Chicas!-escuchamos a Rachel Elizabeth que nos esta llamando y agitando su mano para que nos hacercaramos.

Y empezamos a caminar hacia ella pero con una conversación pendiente entre nosotras.

La hija de Poseidón [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora