Capítulo 27.

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–Veras Sara, el sr.D y yo vinimos aqui para decirte que...-empezó a hablar Quirón.

Las chicas y yo lo mirabamos atentamente, para que continuara su frase. Aún que por su tono y los nervios que se reflejaban en sus movimientos, sabia que algo no andaba bien.

–Quirón, amigo pasaran siglos y todavia no podras formular la frase completa sin tartamudear.-dice el dios.-Lo que Quirón quiere deciros es que el hijo de Ares, el que vino contigo como se llamaba...

–Lucas.-le termina la frase Rachel.

–¡Sí!, ese.-mientas Dionisio hablaba veia por el rabillo de mi ojo como el centauro negaba levemente con la cabeza.-Tuvo un accidente y abandonó el mundo de los vivos para irse con el viejo de Hades.

No, no mi niño no pudo haber muerto, él es fuerte, era, Sara era, me dice la vocecilla en mi cabeza, no, no mi Lucas no pudo morir no él no, él va a venir aqui y me va a decir que es mentira, sí eso va a hacer.

–Sara, ¿Te encuentras bien?-habla Thalia, yo solo niego con la cabeza, me levanto de donde me encontraba sentada y me voy.

Salgo de la Casa Grande pero no llego muy lejos, ya que me tropiezo con algo que hay en el suelo y caigo, y sin más fuerzas empiezo a llorar como si no hubiese un mañana, aún que de alguna forma es verdad, sin él, sin mi niño, sin Lucas, para mi no hay un mañana.

Y sigo llorando en el suelo, y veo como Rachel y Thalia salen a cámara lenta de la casa, las demas campistas forman un circulo a mi al rededor.

De fondo oigo a la gente hablando y preguntando qué pasa o si estoy bien, pero no puedo hablar, se me ha formado un nudo en la garganta, y de repente no distingo a las personas veo todo borroso, para a continuación ver todo oscuro y no oir a nadie, me desmayé.

(...)

Lunes, 8 de Septiembre

–Venga Sara, come algo.-yo vuelvo a negar.-¡Oh! vamos, aún que sea un poquito.-me dice la pelirroja poniendome el tenedor con pollo en la boca.

–Rachel dejalo, no va a comer.-habla esta vez Thalia.

–Pero debe comer, hace cuatro días que no prueba bocado, y solo se levanta para utilizar las pocas fuerzas que le quedan en el entrenamiento.-me regaña otra vez, ya no se ni las veces que me lo ha dicho hoy.

–No voy a comer.-hablo mientras niego con la cabeza.

–Se te agotaran las fuerzas, ya no podras más y lo mínimo que te puede pasar es volverte a desmayar y lo máximo...-no termina la frase, pero se como continua.

–Lo máximo que podría pasarme sería morirme.-dijo con una mueca en la cara.-Ojalá...

–¡Sara!-me grita Rachel Elizabeth.-No dijas eso, yo no quiero que eso pase, ni yo ni nadie.-sus ojos se estan poniendo rojo, lo que me indica que tiene ganas de llorar.

Me deberia sentir mal, y lo hago, tanto como por hacer sufrir a mi amiga, como por el hambre que estoy pasando pero lo peor es saber que no voy a poder verle una vez más en este mundo de vivos. No encuentro las fuerzas para seguir sin mi niño, sin Lucas.

La hija de Poseidón [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora