La hija de Poseidón [Sin editar]

Capítulo 55.

Mis ojos y los de Percy aún seguían fijos el uno del otro.

¿Cómo se lo digo?

Siento mi corazón querer salir de mi pecho, siento como un nudo se crea en mi garganta tan fuerte que me cuesta tragar, mi respiración es irregular, haciendo que empiece a hiperventilar.

-Sara, tranquila.-intenta calmarme Thalia.-No pasa nada, solo come algo y luego...-niego repetidamente con mi cabeza.

Y aún sin despegar mis ojos de Percy, con una fuerza inexistente que creó mi cuerpo me levanto de la silla y salgo de la habitación, siento como los demás se levantan de sus asientos e intentan detenerme, pero yo, aún con la fuerza que apareció de lo más profundo de mi, con mi corazón a mil por hora, el nudo en mi garganta y la necesidad de un poco de aire para poder rellenar mis pulmones, subo las escaleras que llevan a la cubierta del Argo II.

Sé que los demás estan detras de mi, oigo sus pasos. Llego a la cubierta, por fin puedo sentir con claridad el agua al rededor del barco.

-Sara, no pasa nada, él...-intenta tranquilizarme Thalia, pero sus palabras me parecen lejanas.

Solo oigo el mar, se está revolviendo, creando olas cada vez más grande causando que el barco se mueva de forma brusca.

-¡Oh por todos los dioses!-oigo a una chica, para luego empezar a maldecir en latín.-No me gustan los barcos.

Giro a verla, para afirmar que es quien creo que es, una melena oscura y un pequeño cuerpo es lo único que consigo ver a través de mi borrosa vista, pero lo suficiente como para saber que la chica que esta maldiciendo en latín y escupiendo por la borda es la hija de Plutón, Hazel Levresque.

-¿Qué sucede Percy?-pregunta alarmado Leo, mientras se dirije a los controles del buque.-¡Haz que pare!

-No soy yo.-es lo único que dice, mientras sus ojos vuelven a conectarse con los mios.

-¿Cómo que no eres tu sesos de alga?-Annabeth pregunta sin entender colocandose junto a Percy.

Ahora no solo hay grandes olas formandose y estrellandose contra el barco, pequeñas gotas de agua caen sobre nosotros. Estoy nerviosa y tengo mucho miedo, sé que todo esto no parará hasta que me tranquilice, pero mis ojos siguen clavados a los de Percy.

¿Cómo le digo que soy hija de Poseidón?

-Sara, pequeña, escúchame.-la voz de Thalia me saca de mis pensamientos.-Diselo, no tengas miedo, tu puedes amiga.

-¿Decir el qué a quién?-pregunta Jason a su hermana.-¡Jackson, reacciona y para todo esto amigo!

-No soy yo.-vuelve a repetir sin apartar sus ojos de mi.

-Sara...-Thalia va a volver a decir algo, pero la interrumpo.

-Fui abandonada a las pocas semanas de nacer en un horfanato, mi madre me dejó allí con apenas dos semanas de vida.-el nudo en mi garganta se hace más fuerte, y la lluvia que esta sobre nosotros es cada vez más fuerte.-Durante siete años estuve allí, sola, aguantando la burla de los demás niños, ¿Por qué se burlaban de mi? No lo sé, ni nunca lo sabré.-mis ojos aún fijos en Percy, sé que está intentando calmar el mar.-Un día sin querer me choqué contra un niño apenas un año mayor que yo, creí que se enfadaría conmigo o se burlaría de mi como los demás, pero no, él solo me pregunto mi nombre y si podía ser mi amigo, sin darle muchas vueltas acepté.-las lágrimas que antes retenía en mis ojos caén por mi rostro confundiendose con las gotas de lluvia.-Pasarón los años, nos hicimos grandes amigos, los mejores, claro pero eso sin dejar de ser lo bichos raros.-una pequeña sonrisa se forma en mi rostro al recordar todos los momentos buenos que pasamos.-Cuando yo tenía doce años y él trece, sin saber por qué el director del horfanató me llamó, mi amigo me acompañó hasta el despacho del viejo hombre que dirijía el lugar.-me duele tanto recordar estos momentos...-Entré en el despacho y..., no sé, o no quiero saber, como es que fue que termine en el suelo del despacho con el viejo hombre sobre mi pequeño cuerpo, como sus manos me recorrían de arriba a bajo sin ningún pudor.-cierro con fuerza mis ojos y formo puños mis manos, las fuertes olas ya caén sobre la cubierta y la lluvia no hace más que empeorar.