La hija de Poseidón [Sin editar]

Capítulo 50.

Viernes, 14 de Agosto.

Croacia.

16:30 pm

POV. SARA.

Hace menos de quince minutos que llegamos a la capital de Croacia, la pequeña romana y yo bajamos para inspeccionar el territorio. Split, a primera vista, era una ciudad a la cual merecía la pena visitar, por el paseo marítimo había algunas cafeterías con bastante clientela de distintos países, pero más allá del nuevo centro urbano, se podían ver las murallas que rodeaban al castillo, y al palacio que alguna vez ocupó Diocleciano en el interior de estos grandes muros.

-¿Qué buscamos?

-Esa es una muy buena pregunta, la cual ahora mismo no tengo respuestas.-le contesto, mientras nos hacercamos a un carrito que vende helados.

-Bien, entonces ¿qué hacemos?, por aquí todo esta normal.

-Demasiado tranquilo para mi gusto, la verdad.

-¿Vamos a comer?-pregunta Cloé.

-No.

-¿Entonces?, ¿por qué vamos al puesto de helados?

-No lo sé, simplemente tengo la sensación de que debemos ir allí.

A Cloé no le pareció gustarle la idea, pero aún así me acompañó hasta el puesto. Antes de que pudieses comprar el helado debías esperar una cola bastante larga a decir verdad, la romana y yo nos dirijíamos al final de la larga fila de personas.

-No entiendo para que vamos a hacer toda esta cola cuando no nos vamos a pedir nada para comer.-se quejó Cloé.-Ademas, como Thalia nos vea aquí se va a enfadar.

-Tranquila, no se enfadará.-le digo intentando convencernos a las dos, aunque ninguna nos lo creímos, si la morena se entera de que estamos haciendo cola en un puesto de helado, nada bueno pasrá por su cabeza.

-Saqua, mira.-me dice señalando a un hombre de la fila.-Tiene alas, no puede ser un mortal, a lo mejor sabe algo de los náufragos.

-Tienes razón, creo que él aparecía en el libro de Rick Riordan.

Vamos en dirección del ángel, cuando oigo una voz a mis espaldas.

-¡Sara, Cloé!

Giro para ver quién nos llama, y veo como el romano corre hacia nosotras.

-¡Hey!, menos mal que os encontré con facilidad.-nos dice ya a nuestro lado.

-¿Qué pasa Michael?-le pregunta la niña, por el rabillo de mi ojo confirmo haber si el ángel sige en el mismo sitio.

-Thalia me ha mandado a avisaros que vayáis al barco, dice que es urgente y que necesita que estemos todos allí.-explica.

-Bien ahora vamos, pero primero tenemos que...-la romana es interrumpida por el muchacho.

-No, debemos ir ya.

-Pero...-intento terminar la oración que comenzó Cloé.

-No, por favor, me ha pedido que nos demos prisa.

Sin poder decir algo más el castaño nos agarra de las muñeca y nos arrastra hasta el yate que se encuentra en el puerto.

Entramos al vehículo marítimo y en la cubierta nos encontramos con la hija de Zeus en posición de ataque y con su espada en la mano.

-¡Por fin llegáis!-dice al vernos.-Michael enciende el motor y dirije nos mar adentro.

Veo como el chico subir por las escaleras que llevan a la sala de controles y colocarse tras los motores. Cloé mira a Thalia, luego sus ojos se posan en mi para después ir de nuevo a la morena, hizo esa acción un par de veces más hasta que, después de que escuchásemos el motor, la chica fuera en la misma dirección por la que se fue hace un momento el castaño.