La hija de Poseidón [Sin editar]

Capitulo 68.

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POV. LUCAS.

Cuando esta mañana desperté nunca me hubiera imaginado todo lo que ha pasado en menos de seis horas.

Al escuchar los gritos que provenían de la cabaña de Poseidón me alarmé, y me fui preocupando cada vez que me iba a cercando e identificaba la voz de mi pequeña, el corazón se me detuvo durante unos segundo cuando escuché el grito que dio sobre los perros del infierno, pero llego, pasó entre todas las cazadoras de Artemisa que me miran con odio y me encuentro a Tyson en el suelo con la cabeza de Sara en su pecho, la cual tiene encima a Percy y a la hija de Atenea.

En cuanto Jackson se dio cuenta de mi presencia, casi me mata con la mirada que me echo, y digo casi porque entre las cualidades de los hijos de Poseidón gracias a los dioses no se encuentra el don de poder matar con una sola mirada, y no se si ser hijo de Ares me ayuda o no.

En el momento en el cual empezó a preguntarme sobre la loca del Campamento Júpiter, no sabia que hacer, así que no hice nada solo me defendí, y gracias a los dioses que esas dos cazadoras me ayudaron si no ya me estaba viendo a Percy y a Thalia trabajar juntos para matarme.

Al llevarme a mi pequeña lejos de esa cabaña para explicarle todo, a solas, después de haber convencido a su hermano y a la cazadora, creo que fue lo mejor que hice.

Dije todo lo que tenia que decirle, todo lo que sentía, y al fin pude besarla de nuevo, volver a saborear sus labios algo magnífico que me revolvió todo el cuerpo, pero como no, siempre llegan los pegasos para molestar.

Cuando se montó en Luky para junto a Percy, me decidí en preguntarle algo que todos daban por hecho, excepto nosotros. Los nervios me comían por dentro, se me hicieron eternos los segundos que tardo en contestarme con esas palabras que me quedaron con la sonrisa más idiota que podía tener.

Después de que ya no la vi por el cielo volando junto a los pegasos me adentre de nuevo en el campamento y fui a comer, filete de cerdo a la plancha con patatas fritas, cuando comes este tipo de comida tan deliciosa te da rabia tener que quemarla para los dioses.

-¿Y esa cara de idiota, Álvarez?

-¿Algún día saludarás antes de insultar hermanita?-le pregunto a Clarisse sentándome con ella y con el resto de hermanos que no se han ido en la mesa de Ares.

-Ugh, ya te he dicho que no me llames así.-se queja.

-Como dijas hermanita.-murmuro antes de meterme un trozo de carne en la boca, bajo la amenazadora mirada de Clarisse.

El ambiente en el campamento ha mejorado desde que el Argo II llegó, todos hablan sobre jugar a la captura de bandera.

Me han explicado que es un juego que se hacia cada vez que llegaba un nuevo mestizo, pero desde que Percy les dijo a los dioses que reclamasen a sus hijos nada más cumpliesen los doce años, han tenido que cambiar el día del juego a todos los viernes, ya que como siguieran con la misma costumbre debían estar jugando a la captura de bandera todos los días.

Este juego no se realiza desde la guerra con Gea, así que ahora estan ansiosos por poder volver a jugar.

-Puff, vaya mierda.-se queja Dominic ocupando el asiento libre de mi derecha.

-¿Qué pasa ahora Dom?-le pregunta Sebastián a nuestro hermano.

-Hé estado hablando con Quirón.-empieza a explicar colocandose en la silla.-Le pregunté que cuando ibamos a empezar con la captura de la bandera.

-¿Y, qué te dijo?-habla esta vez Dana.

-Que hasta que no fueran a hablar con los dioses no habría juego.