Capítulo 23.

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–¿Cómo?, ¿podríais explicarme eso?-preguntó Artemisa.

–"La niña equibalente al mar,

Hija del rey del océano y los terremotos,

Salvará a los náufragos mestizos perdidos en la burbúja cristalina,

Imbisible para los grandes,

Pero solo contará con la ayuda de la hija de la diosa de la luna,

La actual princesa de los dioses"-dice Quirón.-¿Y habéis venido por eso? Os dije que dejarais ese tema en paz, es que no escuchais.

–Quirón, querido centauro, cuando a la señorita aqui presente se le mete algo entre ceja y ceja, es tan testadura como Percy.-dice Thalia.

–Y como el padre, hija.-dice Zeus.

–Bueno, y ¿qué tiene que ver la profecia contigo Thalia?-pregunta Artemisa volviendo al tema principal.

–Mire mi señora, la única capaz de explicar es ella.-dice Thalia señalandome.

–Pero si os lo he explicado muchas veces...,¡Incluso con dibujos!-hablo yo.

Y es verdad, por muy tonto que suene, les dibuje muñequitos explicandoles. Y lo peor de todo es que después de explicarselo por mes y medio todavia no se han enterado.

–Si pintaras bien...-dijo Thalia.

–¡Era un dibujo en esquema!

–Sara, por mucho esquema que fuera eso, un niño de dos años pinta mejor.

–Bueno, pero mejor que tú si pinto porque, vamos, ¿una mofeta?¿Enserio?

–¡Ah!, me quedó perfecta.

–Las mofetas apestan, pero es que tu dibujo de una apestaba artísticamente.

–¿Y vosotras dos quereis ir a una misión?-preguntó Hefesto, nosotras asentimos.-¿Juntas?-volvimos a agitar la cabeza.-¡Pero si estais discutiendo por quien dibuja mejor!

–Han tenido discursiones más fuertes y por menos.-interviene Rachel.

–Y...¿cuando decidais por donde ir?-Thalia y yo nos miramos, ya lo habíamos decidio, pero la primera en hablar fue ella.

–Eso es fácil señor, hay que buscar por el último sitio que estuvieron.-habló segura.

–¡¿QUÉ?! No, no dejare que otro de mis hijos vuelva a ir al mediterráneo.-dijo exaltado Zeus.

–Mira algo que tenemos en común.-menciono Poseidón.

Yo los miré, y alce una ceja, ¿enserio?, paso. Me giré hacia la diosa Artemisa para hablarle y pasar de los comentarios anteriores.

–Artemisa hemos venido aqui para pedirte permiso A TI.-dije alzando la voz en lo ultimo.-¿Qué dice?

–Me caes bien Sara...-habló la diosa.-Te pediria que te unieras a las cazadoras, sabes imponerte ante un hombre, a si sea para proteger tus metas, ¿no?

–Sí señora, pero me temo que la única forma de que entre a las cazadoras es que Lucas deje de amarme.-le contesto.

–Awww, para que luego dijan que el amor no es lindo.-comentó Afrodita, lo que me hizo sonrojarme.

–Si es que mis hijos salen con mi belleza.-habla ahora Ares.

–Bueno, bueno, tranquilito que los niños más guapos son los mios.-dijo orgulloso Apolo.

–¿Quereis no estar cambiando de tema cada dos por tres?.-preguntó Zeus, para luego girarse hacia Thalia y yo.-Y ustedes señoritas, os hemos dicho que no van a ir hacia el mar...

–Padre, como bien a dicho Sara González, no han venido aqui para pedirles permiso a ustedes.-le interrumpe Artemisa.-si no a mi.

–No seras capaz de darles consentimiento ¿verdad?

–Artemisa no esta casada ni tiene hijos por no querer a un hombre.-comienzo a hablar.-A usted lo soporta por ser su padre y a él.-dijo señalando a Apolo.-por ser su mellizo, dudo mucho que le importe mucho lo que dice.

La hija de Poseidón [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora