Draco se detuvo en la puerta de la sala común de Gryffindor. Había quedado allí con Hermione porque no le apetecía ir a Hogsmeade e iban a ir a estudiar a la biblioteca. Suspiró sonriendo divertido, si alguien le hubiese dicho a él que iba a pasar un sábado libre estudiando con Hermione Granger por propia voluntad en vez de ir a Hogsmeade se habría partido de risa. Y sin embargo, allí estaba, esperando a que su novia recogiese un libro que le había prestado a Ginny Weasley. Era gracioso que simplemente el hecho de estar con ella fuese suficiente para él... Madre mía, era un tonto enamorado de mucho calibre.
Perdido en su cavilaciones estaba cuando el retrato de La Señora Gorda se abrió y la cabeza de Hermione se asomó.
—¿Ya lo tienes? —preguntó Draco acercándose.
—Sí... Esto... —Hermione estaba roja como un tomate.
—¿Estás bien? —levantó la ceja preocupado.
—Sí, sí, es solo que... —y sin poder decir nada más tiró de su corbata metiéndole dentro de su sala común y le besó. Draco no esperaba semejante arrebato y menos en mitad de un pasillo por lo que rápidamente la sujetó.
—Hermione, ¿qué haces? —susurró con voz ronca.
—No hay nadie en la Torre de Gryffindor, todos están en Hogsmeade —musitó mirándole fijamente.Él respiró hondo y la miró, estaba tan guapa con las mejillas sonrojadas y los labios entreabiertos... Sin esperar más la tomó por la cintura y la besó dulcemente. Hermione no tardó en responder y se aferró a su cuello.
En los últimos días nunca tenían tiempo para nada y los pequeños ratos libres siempre los pasaban con sus amigos. Pero en ese momento no había nadie en la torre, no tenían nadie de quien esconderse.Siguieron besándose y Draco comenzó a demandar más cercanía por lo que la pegó a su cuerpo todo lo posible. Hermione gimió suavemente y fue suficiente para que él se encenciese como una cerilla y, a causa de la cercanía, la chica notó la excitación del chico crecer entre sus piernas. El hecho de llevar tantos días sin estar juntos íntimamente se notaba. Bajó la mirada hacia sus pantalones y se sonrojó tanto que metió la cara en el hueco de su cuello para que no se notase y ya de paso aprovechó para besar suavemente la zona.
—No te sonrojes, ya sabes lo que provocas en mí —su frase se convirtió en un gruñido al sentir sus labios y la devolvió a su boca con mayor urgencia.Hermione jadeó y tiró levemente del pelo de su nuca haciendo que la excitación del Slytherin aumentase hasta el punto de no resistir no tocarla. Sus manos se deslizaron hasta su falda y sacó la camisa para después acariciar su cadera. Eso fue suficiente para Hermione, que a esas alturas estaba tan excitada como Draco.
Comenzó a desabrochar su camisa con ansia y después fue besando su pecho por todas las cicatrices que tenía, arrancándole gemidos secos de placer. Al ver lo bien que estaba funcionando su atrevimiento comenzó a besar y mordisquear el lóbulo de su oreja mientras él también desabrochaba su camisa.
Estaba disfrutando enormemente de la desesperación con la que ella le recorría el cuerpo, incitándole a seguir, pero no aguantó más tiempo y una vez que desabrochó su camisa acarició sus pechos por encima del sujetador mientras comenzaba a besarle el cuello.
—¡Draco! —gimió ella cerrando los ojos con deleite.
Envalentonado por su respuesta fue bajando las manos hasta llegar a su falda y se deshizo del botón antes de meter la mano. Rozó su ropa interior y notó que estaba muy húmeda.
—Merlín, Hermione... —jadeó al notarlo. Ella gimió suavemente y volvieron a besarse.
—Te deseo... Por favor... —pidió Hermione en un provocador gemido, con la voz tan grave y ronca que no parecía suya—. Necesito... Necesito que lo hagamos ya —imploró.
—Hermione... No sé si debemos hacer esto aquí —contestó con dificultad, sabiendo que estaba terriblemente excitado pero controlándose todo lo que podía.Miró a la chica, que tenía los ojos entrecerrados y que reflejaban el deseo que a ambos les consumía y la necesidad de volver a estar con él después de tantos días.
—Nadie vendrá... Vamos, Draco —rogó ella. Y no tuvo que insistir porque él la abrazó alzándola entre sus brazos y ella instintivamente rodeó su cintura con las piernas mientras se besaban apasionadamente.
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Dramione One Shots 2
FanfictionBreves historias sobre Dramione. La autoría es completamente de JK Rowling, yo únicamente uso sus personajes y su universo para un fin lúdico. Portada por: captbexx. Créditos a los dueños de las imágenes (especialmente a Upthehillart). Para que no...