Terapia matrimonial

4K 126 4
                                    

  Hermione abrió la puerta con cautela, tratando de no hacer ruido. Se quedó en silencio y escuchó un suave ronquido que le hizo sonreír.
  Se quitó los zapatos y los dejó junto a la entrada y después se asomó a la habitación. Draco dormía tapado con las blancas sábanas del hotel, sin camiseta y con el pelo desparramado por la almohada.
  Sonrió al verle y su corazón latió tan deprisa como siempre, como llevaba haciendo más de 15 años.

  Caminó de puntillas hasta la cama y volvió a sonreír al darse cuenta de que se había acostado en el lado donde dormía siempre, como si ella fuese a dormir con él. Abrió la cama por el otro lado y se metió dentro.
  —Mmm... —él murmuró algo incoherente y Hermione estiró la mano y acarició su rostro con suavidad.
  —Draco... —dijo—. Cariño... —él movió los ojos dormido y se retorció antes de abrirlos ligeramente. Al verla los abrió y los cerró repetidas veces.
  —Por favor, dime que esto no es un sueño —susurró con voz ronca. Hermione dio una risita y él se abalanzó sobre ella poniéndose encima y besándola con pasión. La chica respondió al beso y rodeó su cuello con los brazos. Él la besó varias veces antes de separarse—. ¿Qué haces aquí? —preguntó mirándola con los ojos brillantes.
  —Si quieres me voy... —bromeó Hermione.
  —Oh, ni lo intente, señora Malfoy —la volvió a besar y ella rodeó su cintura con las piernas mientras le acercaba la cabeza. Draco volvió a separarse y acarició su mejilla con los dedos, mirándola como si fuese lo único que existiese—. Te he echado mucho de menos —murmuró rozando sus narices.
  —Yo también a ti —respondió ella metiendo las manos en su pelo y acercándole para besarle una vez más —. Por eso decidí darte una sorpresa viniendo a verte —él sonrió y la besó de nuevo.
  —Pero tenías trabajo en el Ministerio —murmuró levantando una ceja. Ella sonrió y pasó las manos por su espalda desnuda.
  —Le he dicho a Kingsley que le entregaría todo el lunes y me he venido a ver a mi marido —replicó divertida.
  —Oh... Pues tu marido te lo agradece mucho —aseguró él sonriendo.
  —Y si tanto me lo agradece, ¿a qué espera para hacerme el amor? —preguntó mientras bajaba las manos hasta sus pantalones de pijama y se los bajaba con ayuda de los pies.
  —De verdad que no sabes cuánto te he echado de menos —murmuró justo antes de apoderarse de su boca.

————————————

  Hermione se apoyó en su pecho y él la abrazó antes de besar su cabeza.
  —Qué semana tan larga, joder, no veía el momento de volver a casa —suspiró respirando lentamente.
  —La mía también ha sido horrible, estas últimas veces te has ido mucho tiempo, no estaba tanto tiempo sin ti desde... Pues desde antes de ser novios —le miró al decirlo y él inclinó la cabeza besándola suavemente.
  —Cierto —colocó un mechón de pelo detrás de su oreja.
  —¿Has arreglado los papeleos que te encargó el Ministro? —preguntó ella incorporándose un poco.
  —Sí, solo me queda una cosilla por cerrar esta tarde —respondió él.
  —Genial, así podrás volver antes —el tono de voz casi infantil le hizo a Draco sonreír.
  —Sí, de hecho iba a regresar un día antes pero no te lo dije para darte una sorpresa —Hermione también sonrió.
  —Me he adelantado entonces —ambos se quedaron mirándose y Draco se acercó a su cara para volver a besarla.
  —¿Qué tal los niños en Hogwarts? —preguntó volviendo a tumbarse.
  —Bien, Scorpius escueto en su correspondencia y Rose escribiendo por él, como siempre —respondió apoyándose en Draco de nuevo.
  —Bien... ¿Y tú? ¿Todo bien? —acarició su brazo.
  —Draco, hemos hablado todos los días por carta y por teléfono —murmuró ella poniendo los ojos en blanco.
  —Da igual, no estaba contigo, no es igual —refunfuñó él.
  —Todo está bien, de verdad —respondió Hermione sin poder evitar una sonrisa—. ¿Y tú? —se giró y apoyó la cara en su pecho mientras le miraba—. No te has afeitado y pareces un vagabundo —pasó las manos por sus mejillas.
  —Gracias por el cumplido, mi amor —se burló Draco resoplando.
  —Sabes que me encantas con barba pero es que pinchas hasta a través de la ropa —explicó intentando no reírse por su cara de indignación.
  —Será que llevas mucha ahora mismo —replicó él haciéndole enrojecer.
  —Imbécil —farfulló haciéndole reír. Se quedaron mirándose durante algunos minutos y Draco estiró el brazo de nuevo para colocar un rizo detrás de su oreja—. También echaba de menos esto —murmuró Hermione apoyándose nuevamente en su pecho .
  —¿La conversación postcoital? —bromeó él, y Hermione rió levemente.
  —No, bobo, estar contigo hablando de cualquier tontería —respondió depositando un beso en su esternón.
  —Yo también, voy a decirle a Kingsley que deje de mandarnos tan lejos, no quiero estar separado de ti tanto tiempo —declaró con firmeza. Ella sonrió y se acercó a su cara.
  —Me parece bien —le besó suavemente y él devolvió el beso con ganas.
  —Te recuerdo que no tengo que trabajar hasta esta tarde... —murmuró Draco deslizando la mano por su cuerpo y sin dejar de besarla. Ella sonrió en su boca.
  —Así que hasta esta tarde... —respondió sentándose a horcajadas sobre su cintura mientras pasaba las manos por su pecho en dirección sur. Él dejó escapar un gruñido de satisfacción y en un rápido movimiento se había sentado y la estaba besando.

Dramione One Shots 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora