Había mucho polvo por todas partes, humo en varias zonas del colegio y el suave rumor del viento arremolinando pelusas en las esquinas. Oía gemidos lastimeros de aquellos que habían sufrido heridas y que trataban de huir de los terrenos para poder desaparecerse.
Miró a su alrededor sin ser capaz aún de creerse lo que acababa de ocurrir, le picaban los ojos y no sabía si era por el polvo o porque quería llorar.
Y entonces la vio, estaba al otro lado pero podría reconocer su forma de andar en cualquier parte. Y la miró, con anhelo, con intensidad, como siempre la miraba. Y ella le vio, porque también habría podido distinguirle hasta en una espesa bruma, y le miró a él, respirando bruscamente. Y ambos se miraron, como si las miradas fueran eternas y allí no acabase de finalizar una guerra.
Se miraron como siempre y como nunca, como si ese último año no hubiera sido un infierno, como si el hecho de que la última vez que se habían visto ella no hubiera estado a punto de morir. Y entonces todo se detuvo, porque realmente nada que no fuese ese cruce de miradas era importante, y a él se le paró el corazón.—————————
Hermione acariciaba su pelo con suavidad mientras observaba las nubes.
—Quedan dos semanas para volver a clase —comentó Draco con los ojos cerrados, disfrutando de la caricia.
—Lo sé, me muero de ganas de empezar quinto —respondió la chica. Draco se incorporó y la miró.
—Sabes que en cuanto volvamos dejaremos de poder estar juntos todo el día, ¿verdad? —preguntó metiendo un rizo detrás de su oreja.
—Sí, pero eso no impedirá que nos veamos... ¿No? —su voz sonó pequeña y Draco sonrió negando con la cabeza. Se echó sobre ella, cayendo contra la hierba.
—Ni el fin del mundo me impediría volver a verte —declaró a centímetros de su cara, esperando a que el sonrojo acudiera a las mejillas de Hermione antes de añadir—: mientras me aguanten los huesos yo pienso seguir contigo, Hermione Granger.
Y el brillo en sus ojos fue el mejor Veritaserum que ella pudo imaginar.——————————
Ella no se movió, se quedó paralizada al verle, sus ojos se cristalizaron y sintió que su aliento se escapaba de su garganta. Había unos 50 metros entre ambos, tal vez más pero no pasaban de 100. Una distancia abismal, gigante, inmensa; pero también un suspiro, un pestañeo, un paso.
Le vio dudar, mirar atrás, reaccionar a algo. Y dudó, porque no se pueden realizar saltos de altura sin tener miedo por si al caer desaparece el colchón, por si el impacto duele y levantarse no es una opción.
Y no dejaron de mirarse, porque ante todo llevaban hablando en miradas años, no iban a callar ahora.———————————
Le abrazó con fuerza, como si al soltarle él fuera a desintegrarse en mil pedazos y a diluirse en el aire como si de ceniza se tratara.
—Hermione, tienes que soltarme —murmuró contra su pelo, pero ella negó con la cabeza y siguió abrazándole muy fuerte.
—No quiero que te vayas —susurró contra su camisa. Él le dio un beso en la cabeza y resopló.
—Yo tampoco quiero irme pero mi madre ha insistido en que estas navidades las pasemos en familia... —la chica le miró, viendo el evidente fastidio en sus ojos, y él aprovechó para poner las manos en su mejillas e impedir que volviera a abrazarse a el —. No quiero alejarme de ti, lo sabes —lo sabía—, quiero estar tan cerca que lo más lejos sea lo que separa nuestra ropa —se inclinó sobre su rostro, eliminando los veinte centímetros de altura que le sacaba, clavando su mirada en sus ojos como dos alfileres plateados—. Solo son dos semanas —murmuró a milímetros de su cara, y Hermione asintió sin apartar la vista de sus magnéticos ojos.——————————
Draco sintió un empujoncito en la espalda y miró hacia atrás. Su madre sonreía con los ojos, había diminutas arrugas a ambos lados de su mirada, una que, llena de confianza, le transmitía valor para que avanzara, para que perdiera el miedo, afrontase la situación y siguiera su camino. Una que nadie más a ese lado compartía, una que su padre iba a odiar. O no, tampoco le importaba.
Una mueca que parecía ser una sonrisa arrasada por el cansancio asomó en sus labios, acompañando a sus ojos, y Draco tragó saliva, asustado, como un niño que se enfrenta a un nuevo día de colegio, deseando vivir la nueva experiencia pero aterrorizado por dejar atrás su zona de confort.
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Dramione One Shots 2
FanfictionBreves historias sobre Dramione. La autoría es completamente de JK Rowling, yo únicamente uso sus personajes y su universo para un fin lúdico. Portada por: captbexx. Créditos a los dueños de las imágenes (especialmente a Upthehillart). Para que no...