Dramione One Shots 2

Un romance temporal

  La facilidad con la que uno puede confundir un romance temporal con una relación es abrumadora. Generalmente un amor de verano no dura más allá del tiempo que establece el nombre: un verano; por ello es casi una fantasía que se convierta en algo más. Hermione Granger se sentó observando el paisaje verde que se extendía a su alrededor. El sol estaba saliendo por el horizonte cuando sintió que el calor de otro cuerpo la envolvía y la atraía hacia un fuerte abrazo. Los verdes colores de los árboles a su alrededor le hicieron sonreír cuando el hombre que la sostenía se inclinó y le susurró algo al oído.
  —No estabas allí cuando me desperté, amor —esa voz, que una vez había detestado, ahora enviaba escalofríos por su espina dorsal por una razón completamente diferente—. Sabes que no me gusta despertarme solo y que sea ese maldito gato tuyo lo primero que vea al abrir los ojos —susurró metiendo la cara en su cuello.
  —Mmm... —suspiró Hermione satisfecha mientras él besaba el punto concreto en su clavícula—. Pero Crookshanks te adora —murmuró risueña.
  —Piensas que es gracioso, ¿verdad? —preguntó sonriendo en su cuello mientras ella reía—. Esa bola de pelo se ha tumbado sobre mis trajes —susurró apoyándose en su hombro—. Lo ha llenado todo de pelo —Hermione se volvió hacia él. Esos tormentosos ojos grises provocaban unas emociones tan fuertes que realmente no podía ni controlarlo.

  Draco Malfoy había pasado de ser un mocoso arrogante y mimado a un hombre tranquilo y compasivo. Uno que no buscaba atención para sí mismo y que prefería mantenerse fuera de la fama. Disfrutaba trabajando en el Ministerio en el Departamento de Aplicación de la Ley Mágica mientras gastaba su fortuna familiar en causas benéficas. Sus padres se habían separado y mientras que Narcisa vivía con su hermana Andrómeda, Lucius se había marchado a una de las residencias de los Malfoy en Italia, lo único que Draco le había dejado, y solo porque su madre se lo había rogado.
  Habían pasado algunos años después de que se graduasen y un día coincidieron en Flourish and Bott's. Después empezaron a trabajar en el mismo departamento y se hicieron inseparables. Harry y Ron se habían enfadado mucho cuando descubrieron que estaban saliendo. Habían acusado a Draco de no cambiar y ella les había acusado a ellos de no crecer. Ellos, sus mejores amigos, aquellos que se suponía que la apoyaban en todo, le habían dicho que lo que tenían no era nada más que una aventura de verano, un romance temporal que no duraría, que con Draco no debía tener esperanzas. Se había enfadado tanto... Ella había dado la vida por ellos y sin embargo parecían pensar que no valía la pena considerar seriamente que fuese a gustarle a ningún hombre. Estaba tan indignada que se había alejado y no había hablado con ellos desde entonces.
  Sin embargo, a pesar de su enfado y para su pesar, pensaba que ellos podían llevar razón, que no era tan imposible lo que decían porque no paraba de pensar que había desarrollado sentimientos por Draco demasiado rápido, y le dolía el pecho cada vez que era consciente de lo fugaz que podía ser su relación. Si Harry y Ron llevaban razón aquello sería terrible, pero algo en su interior le decía que eso no era así, que aquello era real, que iba más allá de un rollo pasajero.

  Hermione le miró con todos esos pensamientos rebosando de su cabeza y sintiendo que era demasiado, se refugió en su abrazo, conteniendo la respiración ante la profunda emoción que estaba sintiendo. Ese momento, ese lugar, él... Todo era absolutamente perfecto, quería aferrarse a Draco y sujetarlo para no dejar que se fuese. Sin embargo sus deseos no se iban a cumplir porque al día siguiente se iba a Italia a ver a su padre y a arreglar unos papeles y quién sabía por cuánto tiempo estaría fuera. Por eso la había llevado a una casa en mitad del campo, para pasar ese último fin de semana juntos. ¿Aquello se hacía por un ligue de verano? Ya no estaba segura de nada. ¿A dónde iba su relación con Draco? Trató desesperadamente de ignorar las terribles advertencias que habían hecho Harry y Ron y de centrarse en aquel momento con él, intentando pensar que no era solo un romance temporal.