Solos contra el mundo 🖤

Capítulo 4: amigos

Ámbar P.O.V:
Subí las escaleras rápidamente, corrí hacia mi cuarto y cerré la puerta con fuerza.
Estaba frustrada.
Sabía perfectamente que no iba a ser capaz de olvidarme de él.
De todos los momentos que pasamos juntos.
De nuestro beso apasionado, el cual me hizo sentir mariposas.
Mi mundo se detuvo por un instante.
Con él a mi lado, todo era posible. Era capaz de todo.
¿Y ahora?
Ahora no tenía a nadie.
Bueno a casi nadie. Todavía tenía una persona en quien confiar.
Tomé mi laptop y llamé a Emilia por videollamada.
Ella era la única persona que estuvo conmigo.
Que me acompaño en mis momentos mas difíciles. Y estoy muy agradecida.
Y puede que ella no sea la mejor influencia, pero la considero una persona leal. A quien puedo contarle mis problemas y se que va ayudarme.
-¿Ámbar?- dijo Emilia
Apenas apareció su rostro en la pantalla sonreí.
-¿que pasó? ¿Porque me llamas?
-Hola Emilia. Tengo que contarte algo.-dije con cierta tristeza en mi voz.
-Cuéntame amiga.-dijo la mexicana- yo te escucho.
Le conté toda mi situación a Emilia, mientras ella escuchaba con concentración. No exclamó una sola palabra hasta que terminé de hablar.
-¡Wow amiga! No estas pasando por un buen momento.- dijo emilia.
-No, claramente. ¿Que me pasa?. Nunca me había sentido de esta manera. Cada vez que lo veo me duele la panza, siento un nudo en la garganta y no puedo evitar tartamudear.
Emilia mostró todos sus dientes al sonreír. La mire sin entender.
-¿Que pasa Emilia? No entiendo la sonrisa.
-¡Ay Ámbar!- exclamó Emilia con un suspiro- ¿que no te das cuenta?.
-¿darme cuenta de que?.- le respondí.
-De que estas enamorada de Simón.
-¿¡Qué!?- exclamé ocultando mis nervios.-¿vos te volviste loca no?
Emilia miro hacia su derecha mientras reía. Sabía que su amiga estaba mintiendo.
-¿como voy a estar enamorada de él?-mentí- Seguramente fue algo que comí que me hizo sentir mal. Nada mas.
-Como digas.- dijo Emilia mientras sonreía.
Ámbar tengo que irme, me están llamando. Luego seguimos hablando, ¿ok?
-bueno dale.- le dije.
-Adiós, mantente fuerte. Te quiero.- dijo Emilia mientras me mandaba un beso de despedida.
-Yo también. Dije segundos antes de cerrar la laptop para cortar la llamada.
Ya era tarde, así que baje las escaleras en busca de algo para cenar.
Cuando estaba por entrar a la cocina me topé con que Simón y Luna seguían hablando ahi adentro, por lo que me quede detrás de la puerta escuchando su conversación.

Simón P.O.V:
Estuve hablando con luna toda la tarde. Necesitaba desahogarme, entonces le conte todo lo que había estado pensando esos días, sobre Ámbar.
Luna me observaba concentrada y con cierta sorpresa. Ella sabía que yo sentía cosas por Ámbar, pero no sabía que esos sentimientos eran tan profundos.
-¡Wow!- dijo Luna con los ojos abiertos como platos.- No sabía que estabas tan enamorado de ella.
Miré el suelo con decepción y luego le dije:
-¿Que tengo que hacer Luna? Estuve intentando olvidarla todo el verano, ¡pero no puedo!. No puedo, se me hace súper difícil. Ella fue muy importante para mi.
- Lo se Simón pero no olvides que ella te lastimó. Te engaño. Y no quiero que eso vuelva a pasar.- dijo Luna expresando lástima con sus ojos y mientras tomaba mi mano.
- Ya se Luna- dije- pero no puedo negar lo que siento por ella. No puedo. Porque la veo y me duele mucho. Me duele haber pensado que Ámbar había cambiado. Yo pensé que había conocido una versión de ella que nadie conocía.  ¿Entiendes? Creí que ambos podíamos...no lo sé.
-Simón.- dijo Luna tomándome ambas manos.- te entiendo. Entiendo por lo que estas pasando. Pero yo creo que lo mejor es dar vuelta la página. Que comiences una nueva historia con alguien más, tal vez esa chica nueva.
- ¿Emma?- pregunté- Na, ella no es mi tipo.
-¿como que no?- preguntó Luna torciendo levemente su cabeza hacia un lado.- los vi cantando juntos y tienen muy buena química. No me preguntes pero para mi a ella le gustas, y mucho.
- Bueno. Puede ser.-le dije.- Gracias por escucharme.
-No me lo agradezcas.- Me respondió Luna.- Sabes que siempre podrás contar conmigo para lo que necesites. Ven aquí.
Ambos nos abrazamos.
Me sentí mejor.
Hablar con mi mejor amiga siempre me hace bien. Me ayuda a aclarar un poco mis ideas.
Aunque no podía olvidarme de Ámbar, y sabía perfectamente que nunca lo haría. Porque ella se adueño de mi corazón, hoy y para siempre.