Capítulo 20: Demasiado tarde

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*Narrador Omnisciente:*
Simón saludó a Luna y cuando levantó la vista vio a la rubia de ojos azules detrás de la misma. Sus mejillas se enrojecieron.
-Hola,Ámbar.-dijo Simón tímidamente.
Ámbar sonrió.
-Hola, Simón.-Lo saludó Ámbar mientras se acercaba para besarlo en la mejilla.
-Ámbar, si quieres puedes venir a patinar con nosotros oye.-dijo Luna.
-Si, estaría padrísimo, Ámbar. ¿Te sumas?.-dijo Simón sonriéndole a la rubia.
Ámbar negaba con la cabeza pero no decía nada.
-¿Por que no?-preguntó el mexicano triste.
-Lo que pasa es que a los integrantes del equipo de los Red Sharks no les gustaría que una patinadora de su grupo esté patinando con nosotros.- respondió Luna al ver que su prima no respondía.
Simón miro al suelo por un momento, luego levanto la mirada y miro a su amada.
-Bueno, no pasa nada.-dijo con sus ojos tristes.-Vamos a tener otra oportunidad para patinar juntos, bonita.
-Seguro que sí.-respondió Ámbar con una sonrisa.
-Si, y si llegas a arrepentirte sabes que puedes venir. Siempre tendrás las puertas abiertas para estar con nosotros.-dijo Luna y rió.
-Gracias chicos-dijo Ámbar sincera.-me hace muy bien saber que tengo personas tan nobles como ustedes a mi lado. Los quiero mucho.
-Nosotros también.-respondió Simón antes de abrazar a la rubia.
-¡Oigan!¡No se olviden de mi, eh!-dijo Luna simulando enfado y luego riendo divertida.
Los tres estaban unidos en un abrazo.
Luego Simón y Luna se fueron al Jam & Roller.
Ámbar, por su parte, tenía un nudo en el pecho.
Sentía por alguna razón que algo de lo que estaba haciendo no estaba bien.
Subió las escaleras y se encerró en su cuarto. Necesitaba un tiempo para pensar claramente y ordenar un poco sus ideas.

*En el Jam & Roller:*
Simón y Luna ingresaron al Jam & Roller.
En la cafetería no había nadie, lo cual era muy extraño sabiendo que el Roller es un lugar al que acude mucha gente a diario.
-Oye, Simón ¿Sabes porque no vino nadie hoy al Roller?-preguntó Luna desconcertada.
-Luna, ¿Sabes que estaba pensando lo mismo? En serio.
Luna rió y golpeó el hombro del mexicano amistosamente.
Los dos entraron a la pista del Roller y no había nadie allí dentro. Como si una especie de huracán se hubiera llevado a todas las personas que solían ir a ese lugar.
Ambos no entendían el porque de la ausencia de los patinadores, pero igualmente se pusieron sus coloridos patines y comenzaron a practicar la coreografía para la próxima competencia de patinaje.

Ambos no entendían el porque de la ausencia de los patinadores, pero igualmente se pusieron sus coloridos patines y comenzaron a practicar la coreografía para la próxima competencia de patinaje

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Estuvieron un rato ensayando y se hizo mediodía.
-Estoy...cansada- Dijo la mexicana de ojos verdes con una respiración agitada y apenas pudiendo hablar.
-¿Y yo?-dijo Simón mientras Luna reía al ver el aspecto de su mejor amigo.

*Ámbar P.O.V:*
Estaba sola, en mi cuarto. Pensando.
Pensando en lo que había sucedido.
Pensando en si debi aceptar la propuesta de Luna y Simón.
¿Debi haber aceptado patinar con ellos?
¿Debi haber traicionado a mis compañeros de equipo?
Nunca me di el tiempo suficiente para pensar en mí.
En lo que yo quiero. En lo que a mi me hace feliz.
Y lo que a mi me hace feliz no es estar en el equipo de los Red Sharks.
No me hace feliz fingir ser una persona que no soy.
No me hace feliz estar con personas que son malas para mi vida.
No me hace feliz llevar ropa oscura para ocultar mis verdaderos sentimientos.
No me hace feliz intentar ser perfecta, cuando la realidad es que estoy llena de imperfecciones.
No soy perfecta. Nunca lo fui y jamás lo seré.
Me cuesta aceptarme como realmente soy.
Tengo problemas de autoestima y mi inseguridad me impide hacer ciertas cosas.
Tantas son las cosas de mi que me gustaría cambiar.
Me doy cuenta que debo aceptarme. Aceptar como soy, por dentro y por fuera.
Personas como Simón, Mónica y Luna me aceptaron como soy yo en realidad, siempre lo hicieron. Debo aprender de ellos, para ser una mejor persona. Una mejor Ámbar Smith.
Estaba decidida.
Tomé mis patines y salí de mi cuarto.
Bajé corriendo las escaleras, y el ruido que provocaban mis zapatos contra los escalones hicieron que Mónica saliera de la cocina para ver que estaba pasando.
-¿A donde vas?- Preguntó Mónica.
-Voy al roller, vuelvo temprano.-dije mientras corría hacia la puerta de entrada.
Mónica sonrió como una madre orgullosa, lo cual me llenaba de amor.
Salí de la mansión y le pedí al chofer, Rey, que me llevase al Jam & Roller.
-Lo siento señorita Ámbar, el auto se descompuso.-dijo Rey.-Ya llamé a los mecánicos, van a llegar en una hora mas o menos.
-¿Como que se descompuso?-pregunté nerviosa.-¿Una hora? Es mucho tiempo.
-Ya lo se, señorita.-dijo Rey apenado.- pero no hay otra opción. Es un horario en el que los mecánicos están muy ocupados, no es fácil que puedan venir.
-Bueno, Rey. Mejor pido un taxi.-dije enfadada mientras llamaba al servicio de taxis.

*En el Jam & Roller*:
Luna y Simón estaban repasando unos últimos pasos de la coreografía cuando entraron Benicio y Emma a la pista.
Simón y Luna se sorprendieron al ver tan peculiar dúo, ya que nunca se los había visto juntos.
Benicio se acercó patinando a donde estaban Simón y Luna.
Simón se colocó delante de su amiga, quien se cruzo de brazos enojada.
-Hace mucho que no nos vemos. ¿No me van a saludar?.-Dijo Benicio sarcástico.
-Benicio, ¿que es lo que quieres?.-Preguntó Simón con el ceño fruncido.-Porque según yo no te hice nada, y a Emma tampoco.-dijo dirigiendo la mirada a la chica inglesa, quien se encontraba detrás del italiano con los brazos cruzados.
Benicio rió malévolamente.
-¿Que no nos hiciste nada?-dijo Benicio.-Sabes perfectamente lo que hiciste, deja de actuar.
-Él no tiene por que darte explicaciones, ¿Ok?. -dijo Luna defendiendo a su amigo.
-Contigo no estoy hablando, chiquita.-Dijo Benicio empujando a la mexicana hacia atrás.
Simón se enfureció.
-¡Como te atreves!-dijo el mexicano en el intento de golpear a Benicio, pero mientras era sujetado por Luna para que no se iniciara una pelea.
Emma sostenía a Benicio con la intención de protegerlo. Pero este se soltó de su agarre.

*Ámbar P.O.V*:
Tomé mi celular para llamar al servicio de taxis. Al ver que nadie contestaba la llamada probé de nuevo. Sucedió lo mismo, y también las veces siguientes en las cuales intenté llamar.
-¡Por que no atienden!-exclamé furiosa dándole golpes secos al teléfono.
-Ah, señorita Ámbar, olvide decirle.-dijo Rey mientras limpiaba sus lentes.
Volteé a mirarlo confundida.
-¿Decirme qué, Rey?-pregunté.
-Que hoy hay paro de transportes, lo que quiere decir que como su nombre lo indica no hay transportes disponibles. Lamento decirle que a donde quiera ir va a tener que hacerlo a pie.
Grité de la desesperación.
Se me ocurrió llamar a Simón. No hubo respuesta. Luego intenté lo mismo con Luna. No hubo caso. Seguramente habían dejado sus teléfonos en sus bolsos durante el entrenamiento.
Respire hondo para calmar mis nervios un poco.
Aunque parecía no haber ningún apuro para llegar al Roller, sentía por alguna razón que debía apurarme, o iba a ser demasiado tarde.

*En el Jam & Roller*:
¡Suelten a Simón ya!- Gritó Luna a punto de llorar.
-¡No hasta que prometa no volver a acercarse a Ámbar nunca más!-exclamó Benicio mientras tomaba a Simón del cuello impidiéndole respirar con normalidad. Emma, por su parte, tomaba las piernas del mexicano para que no huyera.
Luna lloraba y pedía ayuda.
-Aww, pobrecita.-Dijo Emma mirando a Luna.-¿Crees que alguien va a venir a ayudarte? Estas equivocada chiquita.
-¡Déjennos en paz!-Gritó Luna con lágrimas en sus ojos.
Benicio rió de nuevo.
-Me dan tanta gracia. No tienes una idea de lo que te espera.- dijo Benicio mirando a Simón.-¿De verdad te creíste que Ámbar podía interesarse en alguien como vos? Son de universos diferentes. En cambio ella y yo tenemos muchas cosas en común.
Simón logró quitar la mano de Benicio de su boca y dijo:
-Benicio. Yo amo a Ámbar, y hagas lo que hagas, mi amor por ella nunca se irá. Y se perfectamente que Ámbar siente lo mismo por mi. Ni separándonos por siempre cambiarán eso.-luego dirigió su mirada a Emma.-¿y tu?. En serio pensé que eras una buena amiga. ¿Pero esto?. Me doy cuenta de que eres igual a él, harías de todo para conseguir lo que quieres, aunque sea dañando a otros. Yo confié en ti Emma.-volvió a mirar al italiano.-En ti no, Benicio. Ni con los ojos vendados podrían confiar en ti. Eres una persona detestable.
Los ojos de Benicio parecieron tornarse rojos de ira. Acto seguido golpeó secamente la cabeza del mexicano, quien cayó al suelo atontado.
-¡No!-Gritó Luna con todas sus fuerza mientras se lanzaba al suelo para ayudar a su amigo herido.-¿Como pudiste?-Gritó mirando a Benicio.
-Se lo merece. Así aprenderá a no meterse conmigo.
Emma se acercó a Benicio y le susurró:
-Creo que esto ya es demasiado, dejémoslo ahí.-dijo Emma mientras empujaba a Benicio hacia la salida.
-¡No!-exclamó el italiano con furia.-Aún falta algo. Necesito deshacerme de él de una vez por todas.

*Ámbar P.O.V*:
Corrí lo más rápido que pude por la ciudad. Quería llegar a tiempo para entrenar con Simón y Luna. Estaba decidida que ese era el equipo en el que quería estar, con personas increíbles que me hacían sentir yo misma.
Me encontraba corriendo por la ciudad, chocando personas en el camino sin quererlo.
Después de una extensa corrida, finalmente llegué al Roller, agotada y sudorosa.
Abrí la puerta del lugar y vi que no había nadie, lo cual me pareció muy raro. De repente, se empezaron a escuchar gritos que provenían de la pista.
*En el Jam & Roller*:
Benicio sacó se su chaleco una pistola. Luna se desesperó como nunca lo había hecho antes y Emma se interpuso entre Simón y Benicio para evitar que cometiese un crimen.
-¡Estas loco!-Gritó Luna llorando desconsoladamente- ¡por favor, no lo hagas!.
-¡Es suficiente!-exclamó Emma tomando a Benicio.
El italiano ignoró los gritos de su alrededor y apuntó al mexicano, quien apenas podía moverse.
Sin pensarlo dos veces jaló del gatillo.
En ese instante, Ámbar entro en la pista y lo que vio la empalideció.
Su loca mente tenía razón, era demasiado tarde.

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