Capítulo 5: preguntas y más preguntas

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Ámbar P.O.V:
Alcancé a escuchar toda la conversación entre Simón y Luna.
Estaba totalmente en shock.
¿Simón seguía sintiendo cosas por mi?
¿Estaba tan enamorado como yo lo estaba?
¿Que pasaría si le dijera lo que siento? ¿Me volvería a rechazar como lo hizo?
Tantas fueron las preguntas que rondaron por mi cabeza en ese momento, y lo peor era que no podía contestar ninguna.
Vivo con miedo.
Si, miedo.
Miedo a que me rechacen.
Miedo a no ser aceptada.
Miedo a ser olvidada. Dejada de lado.
El miedo vive dentro de mi y siempre lo hizo.
Siempre me sentí sola, pero el miedo a no tener a nadie a mi lado fue aumentando con el paso del tiempo.
Simón me hizo sentir que no debía tener miedo.
Me dijo que estaba acompañada.
Que existían personas que de verdad me querían.
Me dijo que él, en especial me quería. Yo le creí.
Pero era mentira.
Estaba totalmente enamorada de él y cegada por sus dulces palabras y ojos enternecedores le creí.
Sus palabras eran falsas, pero mis sentimientos no lo eran.
Se me ocurrió que la mejor forma de que mis sentimientos desaparecieran era fingiendo que no existían, ademas, así evitaría que vuelva a lastimarme. Y es justo lo que hice.
Al entrar en la cocina, fingí no haber escuchado absolutamente nada de la conversación entre los dos mexicanos y camine hacia la heladera.
Tomé un jugo de frutas y sin mirar a ninguno de los dos me retiré.
Si el va a darle vuelta a la página, ¿por que no hacerlo también?.
Simón P.O.V:
Vi a Ámbar pasar por la cocina. No me miró ni un segundo.
Por dios, si que lucía hermosa.
Ese cabello rubio y sedoso.
Esos ojos azules y hermosos.
Me vuelve loco.
Me quede hechizado con su forma de caminar, con sus movimientos, con su gracia.
Luna lo noto y dijo:
-Va a ser difícil, pero vas a poder superarla. Te lo prometo.
Sonreí.
Aunque me gustaría que la promesa de Luna se cumpliera, sabía que eso no iba a pasar. Olvidarme de Ámbar no iba a ser posible ni aunque pasaran cien años. Ni siquiera mil.
Ni mil años podrían cambiar lo enamorado que estoy de la rubia de ojos azules.
Luna tenía razón. Tenía que dar vuelta la página, y aunque nunca podría olvidar a Ámbar, debía conocer a otras personas.
Emma es una opción.
Es muy bonita y divertida.
Nos llevamos muy bien, pero no se si es exactamente mi tipo.
Si bien lo que dijo Luna tenía sentido, no sabía si estaba listo aún para conocer a alguien, y más después de lo que sufrí con Ámbar.
La extraño. Y mucho.
Me duele saber que Ámbar sigue siendo egoísta y manipuladora como siempre.
Pero a la vez la quiero con todo mi corazón, y tengo la esperanza de que algún día cambie y podamos estar juntos.

Solos contra el mundo 🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora