"ᴄᴏᴍᴏ ᴘᴜᴇᴅᴇs ʜᴀʙʟᴀʀ ᴅᴇ ᴀᴍᴏʀ, sɪ ᴇsᴛᴀs ʟʟᴇɴᴀ ᴅᴇ ᴏᴅɪᴏ."
Increíble como aquellas palabras pudieron herir tanto a la rubia, quien no estaba segura si fue por lo que dijo o por quien lo dijo.
Aún dolía.
Dolía muchísimo.
Dolía porque esas hirientes pala...
Unos días después: (Ámbar P.O.V): Llegó el día. Hoy iré a hacerme una ecografía para saber si mi bebé será niño o niña. Estoy ansiosa y nerviosa al mismo tiempo. Quiero que todo salga como lo planeé.
Luna, Matteo y Gastón se ofrecieron a acompañarme. La verdad eso me gusta mucho. Su compañía me tranquiliza un poco y me hace sentir segura.
No volví a ver a Simón desde la reunión de hace unos días. Tampoco hablamos por teléfono, ni nos mensajeamos. No se nada de él ni de como está.
Probablemente esté superándome, olvidándome o intentando hacerlo. Tal vez este conociendo otras personas. Quizá salga con sus amigos para no pensar en nuestra antigua relación, o es probable también que ya ni piense en mí. Yo debería hacer lo mismo, solo que simple y lamentablemente no puedo.
*Narrador Omnisciente*: -Entonces, ¿entendieron lo que vamos a hacer?-preguntó Luna a los mejores amigos. -Si, ¿pero que pasa si Ámbar sospecha algo?-Le consultó Gastón. -No va a sospechar, tengo todo bajo control.-respondió segura de sí la mexicana de ojos verdes. -Si claro, chica delivery.-dijo Matteo en tono burlón.-Por favor que tu distracción no nos arruine el plan. Luna golpeó suavemente el hombro de su novio fingiendo enojo y ambos se abrazaron mientras reían. -¿A que hora tenemos que estar ahí?-Preguntó el argentino. -En veinte minutos más o menos.-contestó Matteo mirando su reloj de muñeca. -¡Ámbar!-Gritó Luna dirigiendo su mirada al cuarto de la rubia.-¿Ya estás lista?. -¡Ya casi!-se oyó su respuesta de lejos.
Pasaron unos pocos minutos, hasta que finalmente la rubia bajó las escaleras de la mansión para encontrarse con sus amigos. Llevaba una camisa, unos jeans y ballerinas, algo inusual considerando que Ámbar solía usar únicamente ropa de marca y formal.
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-Estas muy linda.-dijo Gastón. -Si, te ves muy pero muy bonita, Ámbar.-añadió Luna. -Gracias chicos.-respondió la rubia con una hermosa sonrisa. -Opino lo mismo, y me encanta el collar.-agregó el italiano señalando el collar que colgaba del cuello de Ámbar. La sonrisa de la rubia desapareció. Su mano se dirigió al collar y lo tomó con firmeza. Sus ojos se humedecieron. Sus amigos no dejaban de preguntar si estaba bien, pero ella no lograba escucharlos. Porque estaba pensando en otra cosa.
*Flashback*:
Ámbar estaba sentada en un sillón del Jam & Roller, al lado de los casilleros quitándose sus patines. Estaba triste. Cosa que no era sorprendente. Había estado teniendo días bastante intensos, llenos de dolor y soledad. El abandono de su querida madrina. El descubrimiento de que no era Sol Benson, si no que era Luna. Toda la situación la tenía increíblemente angustiada. No tenía hambre y el insomnio ya era cotidiano. Ya no tenía a nadie a su alrededor...bueno, en realidad casi nadie.
En eso, el mexicano se acercó a los casilleros y allí encontró a la rubia. Inmediatamente, esta limpió sus ojos. No quería que la vieran así.
