Simón estaba atónito.
Sus ojos se perdieron en los de la rubia, los cuales se encontraban llenos de lágrimas.
-¿Que?-pudo decir el mexicano.
Ámbar respiró hondo intentando calmar sus nervios.
-Si...lo que escuchaste, vas a ser papá.-respondió Ámbar ocultando su enfado y desilusión.
Simón seguía sin palabras.
La noticia lo había paralizado.
Lágrimas salieron de sus tiernos ojos cafés.
-No puedo creer como no me lo dijiste.-dijo Simón dejando las lágrimas derramarse sin detenimiento.
La rubia tomó aire.
-Simón, quiero que entiendas que esto pasó hace muy poco.-dijo ella.-No estaba preparada para contártelo.
-Pero...Ámbar, ¿tú no confías en mí?-dijo Simón con decepción y limpiando sus mejillas.
-Si, lo hacía.-respondió Ámbar con sequedad.-Pero tenía miedo de lo que pudiera pasar.
-Espera, ¿lo hacías?-preguntó el mexicano con confusión.
-¿Te sorprende?-dijo la rubia levantando ambas cejas con enojo.-¡Te acabo de encontrar besándote y haciendo...no se que cosas con esa chica!.
A la rubia le dolía decir esas palabras, pero aún así se mantenía fuerte. O por lo menos intentaba hacerlo.
-Ámbar, por favor, ya te expliqué lo qué pasó.-Respondió Simón suplicante.-Yo no fui quien la besó. Por favor, créeme bonita.
La garganta de Ámbar se secó al oír la última palabra.
Sus ojos estaban húmedos.
-No me...llames bonita.-dijo firme con la voz entrecortada.
Simón no pudo evitar las lágrimas que brotaron de sus ojos.
La rubia intentó retirarse de allí sin más, pero él la detuvo tomándola del brazo.
-Espera...-dijo Simón haciendo una pausa para no llorar.-¿Que pasará con nosotros? ¿Y con el bebé?.
Ámbar volvió a dirigir su mirada al mexicano.
Sus ojos se conectaron.
Ambos rostros mostraban tristeza y un dolor profundo e inexplicable.
-Por ahora...creo que lo mejor sería que nos tomemos un tiempo.-dijo Ámbar con dificultades para hablar.
Simón tragó saliva con dificultad.
-No, Ámbar.-Suplicó el mexicano, quien ahora se encontraba llorando desconsoladamente.-Por favor, mi amor no quiero, no puedo estar lejos tuyo otra vez...te necesito.
Los ojos de Ámbar se entristecieron aún más. Ella, aunque no pareciera en ese momento, también lo necesitaba.
Lo necesitaba más de lo que podía creer.
Ella lo amaba, con su corazón entero.
Lo extrañaba.
Lo quería cerca siempre.
El amor que ambos sentían era inigualable y tan poderoso.
Ella también lo necesitaba. Y mucho.
-Simón...-intentó contener las lágrimas la rubia, quien hablaba con su voz cortada.-...Por favor te lo pido no lo hagas más difícil de lo que ya es. Tuve los mejores días de mi vida con vos. Te amé como nunca a nadie en toda mi vida.
-Ámbar, yo también te amo.-interrumpió él haciendo fuerza con su voz.-Tú me enseñaste amar de verdad. Me enseñaste el significado de la palabra "amor"
Ámbar comenzó a llorar, aún mas intensamente que antes.
-Y vos me enseñaste que es el dolor.-respondió la rubia intentando pronunciar bien sus palabras.-Y de eso tampoco me voy a olvidar.
Simón se quedó mudo por unos pocos segundos. Sabía que en eso tenía razón.
-Ámbar, por favor créeme que cuando te digo que yo no la besé es porque no la besé. Jamás en mi vida te haría algo así. -Afirmó Simón tomándole ambas manos con fuerza.
Ámbar se soltó de ellas.
-Lo nuestro no va a seguir.-Terminó de confirmar Ámbar volteándose nuevamente dirigiéndose a la salida.
Simón corrió hacia ella y la detuvo colocándose por delante de su cuerpo, bloqueando el camino.
-¿Y que pasará con nuestro futuro bebé?-Preguntó Simón con las fuerzas que le quedaban.-¿Nunca más lo voy a poder ver?.
-Si, vas a poder venir a visitarlo.-respondió Ámbar tomando un pañuelo para secar sus ojos en definitiva.-El o ella va a vivir conmigo. Yo me voy a hacer cargo.
-Yo prometo ayudarte con los pagos necesarios.-dijo Simón tomando los brazos de Ámbar.
Esta tomó la mano del mexicano y la quitó de su hombro.
-Esta bien...-respondió Ámbar frunciendo el ceño para evitar llorar, pero no fue posible.
Los ojos de los dos comenzaron a emanar lágrimas. Montones de ellas. Llenas de dolor y desilusión.
Ambos se amaban con locura. Querían quedarse juntos para siempre, pero el destino no lo quiso así.
-Bueno...nos vemos.-dijo Ámbar intentando dejar de llorar y caminando lentamente hacia la puerta.
Simón no pudo aguantar y tomó con fuerza su delgado cuerpo girándola nuevamente para que sus ojos se encontraran.
Inmediatamente, el mexicano plantó un tierno y corto beso en los dulces labios de Ámbar.
Al separarse, los dos se quedaron mirándose con vergüenza.
-Perdón Ámbar, yo... quería despedirme.-dijo Simón mirando algún punto en el suelo.
Ámbar levantó su cabeza con sus dedos, haciéndolo mirarla a los ojos.
-Esta bien.-dijo ella.-Me encantó el tiempo que pasamos juntos. Nunca te voy a olvidar.
Los dos se abrazaron con fuerza y necesidad.
Lágrimas cayeron por sus hombros.
Segundos después se separaron y Ámbar se fue del lugar.
Simón se arrojó a un sillón y comenzó a llorar.
No podía con lo que estaba pasando.
Iba a ser padre, con la persona más importante de toda su existencia y...los había perdido. A ambos.
Ámbar.
La hermosa rubia de ojos azules.
La reina de la pista.
La mejor en todo.
La chica "perfecta"
La única dueña de su corazón.
La que le enseño a amar y quien le dió los mejores momentos de su vida, que ahora solo
quedarían como recuerdos.
Preciosos recuerdos, llenos de amor y felicidad.
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Solos contra el mundo 🖤
Romance"ᴄᴏᴍᴏ ᴘᴜᴇᴅᴇs ʜᴀʙʟᴀʀ ᴅᴇ ᴀᴍᴏʀ, sɪ ᴇsᴛᴀs ʟʟᴇɴᴀ ᴅᴇ ᴏᴅɪᴏ." Increíble como aquellas palabras pudieron herir tanto a la rubia, quien no estaba segura si fue por lo que dijo o por quien lo dijo. Aún dolía. Dolía muchísimo. Dolía porque esas hirientes pala...