Capítulo 24: ¿Amigas?

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*Narrador Omnisciente*:
-No tenemos nada que hablar, Emilia.-dijo Ámbar molesta.-Ya me dejaste muy en claro que no te importo en lo más mínimo.
-Chicas, mejor yo me voy.-Dijo Ramiro antes de irse hacia su casa.-Suerte.-Le susurró a Emilia.
-Ámbar, ¿que dices?-dijo Emilia.-Claro que me importas, oye. Somos amigas.
-Eso es lo que creía yo.-respondió Ámbar con tristeza en su mirada.-Yo pensé que vos y yo éramos amigas. Te di mi confianza, te conté lo que pasaba entre Simón y yo, y a vos nada más te importó el futuro del equipo de los Red Sharks. No me diste tu apoyo. No fuiste una amiga de verdad.
-Ámbar, perdón ¿si?.-dijo Emilia con arrepentimiento. Se que estuvo mal que no haya apoyado tu relación con Simón, pero es difícil.
-¿Difícil?-preguntó Ámbar con rabia.-Difícil fue atravesar todo lo qué pasó con él. Difícil fue que nadie confiara en mi. Difícil fue tener que soportar el hecho de no tener a nadie al lado mío. Difícil fue pasar cada día y cada noche llorando por personas que me habían herido. Difícil fue sentir una cantidad inexplicable de arrepentimiento por haber hecho ciertas cosas. Difícil fue que vos, especialmente vos, no me apoyaras en una decisión tan importante para mí. No me vengas a decir que sabes lo que "difícil" significa. Yo pase por cosas realmente complicadas, se bien lo que quiere decir esa palabra.
-Perdón Ámbar-dijo Emilia mirando al suelo. Luego volvió a ver a Ámbar.-Es solo que, pensé que la relación entre ustedes dos iba a cambiar las cosas. Tu sabes, los dos equipos son rivales, y pensé que el surgimiento de una relación amorosa entre un integrante del Jam & Roller y una Red Shark, no lo se, perjudicaría a nuestro equipo.
-Emilia, vos sabes perfectamente que Simón me importa como nada ni nadie en el mundo.-Dijo Ámbar.-No te das cuenta de que un equipo de patinaje no se compara para nada con lo que uno puede llegar a sentir por alguien. Claro, como se nota que vos nunca te enamoraste.
Emilia rió y Ámbar la miró desconcertada. La mexicana le hizo una señal con la mano para que ambas se sentaran en un banco del parque. Las dos lo hicieron.
-Ámbar, aunque te parezca difícil de creer...si he estado enamorada.
Ámbar la observó sorprendida.
-Pero, vos me dijiste que enamorarse era de "Losers" y que era una pérdida de tiempo.-dijo Ámbar haciendo comillas con sus dedos mientras decía la palabra "Losers".
Emilia volvió a reír.
-Lo dije porque me costaba aceptar que yo también tengo sentimientos.-dijo la mexicana.-Ámbar, por más robot que parezca y mas fría sea mi personalidad, soy un ser humano ¿sabes?.
La argentina rió.
-Y...contame.-dijo Ámbar acercándosele.-¿Quien es el afortunado?.
Emilia apartó su mirada de Ámbar y miró hacia otra dirección con vergüenza.
Al ver que Ámbar no paraba de insistir decidió decirle de quien se había enamorado.
-Bueno, esta bien, te contaré.-dijo Emilia mientras Ámbar sonreía feliz.-Pero quiero antes que me perdones. No estuvo nada bien lo que te dije. Quiero que sepas que tienes mi incondicional apoyo para escoger con quien quieres estar, yo nunca me pondré en medio y estaré sumamente alegre con tu felicidad. Te la mereces totalmente. ¿Amigas?.
Ámbar miró a su amiga con ojos tiernos.
-Siempre.-dijo antes de abrazar a Emilia.
Permanecieron firmemente abrazadas unos segundos y luego se separaron.
-Ahora te contaré.-Dijo Emilia respirando hondo y exhalando lentamente.-No te alteres, ¿Ok?.
Te lo prometo.-dijo Ámbar negando con la cabeza.
-Esta bien.-Emilia suspiró.-La persona que me gustaba es...
La mexicana no respondía.
-¿Quien fue?-dijo Ámbar esperando su respuesta nerviosa.
Emilia comenzó a reír a las carcajadas.
-Tenías que ver tu cara.-dijo esta todavía riendo.-Tranquila oye, ya te cuento. Solamente quería agregarle suspenso al asunto.
-Emilia, sabes muy bien que yo ODIO el suspenso.-dijo Ámbar enfatizando en la palabra "odio".
-Bueno.-dijo Emilia.-¿Estas lista?.
-Obviamente Emilia, decime por favor.-dijo Ámbar cansada.
-Esta bien.-dijo la mexicana.-La persona de la que estaba enamorada es...Benicio.
Ámbar se levantó de su asiento exaltada.
-¿!Que¡?-exclamó con sorpresa.
-Me prometiste que no te ibas a alterar.-Se quejó Emilia.
-¿Benicio?-preguntó Ámbar con el ceño fruncido y una cara de desconcierto.- ¿Es en serio?
-Lo que escuchaste.-dijo Emilia levantándose de su asiento para ponerse a la altura de la rubia.-Estaba enamorada de Benicio.
-Pero, ¿vos no me habías dicho que te caía mal?.-Preguntó Ámbar confusa.-Me acuerdo perfectamente que me dijiste que Benicio era una persona detestable y que era muy vanidoso y soberbio para tu gusto
-¿Y que?-dijo Emilia encogiéndose de hombros.-Eso no le quita el hecho de que pueda parecerme atractivo. Lo que si, después de lo que hizo, no me acercaría a él ni de onda. Creo que mi interés por él desapareció hace mucho ya.
Ámbar estaba sorprendida.
-Si.-dijo esta.-La verdad no se como pudo ser capaz de hacer una cosa así. Hirió a Emma accidentalmente con una bala en la pierna. Yo sabía que era una mala persona, pero no tenía idea de que pudiera llegar a ser un asesino.
-Yo tampoco lo creo.-Dijo Emilia.-Hablando de eso, ¿Sabes cómo está Emma?, no la he visto.
-No.-respondió Ámbar.-La verdad que no me informaron nada acerca del estado de salud de Emma, pero poco me importa mucho. Descubrimos que ella era cómplice de Benicio para separarnos a Simón y a mí.
-¿Neta?-Preguntó Emilia totalmente sorprendida.-Wow, Ámbar, esa chica parecía buenita, siempre andaba detrás de Simón como un perrito.
-Si, y es esa la razón por la cual me caía pésimo.-dijo Ámbar con cara de desagrado. No se como pasó de estar obsesionada con él a planear lastimarlo.
-Mira Ámbar.-Dijo Emilia.-Yo lo único que se es que la obsesión nunca es buena. Las personas que se obsesionan con otros son capaces de estas cosas y más. Suerte que ya pasó y tú y Simón pueden volver a estar juntos.
-Si.-Respondió Ámbar con una sonrisa.-La verdad que estoy muy feliz con eso, él es una persona increíble.
Emilia notó que cuando su amiga terminó de decir esas palabras su expresión facial cambió de feliz a triste en pocos segundos.
-¿Que pasa?-Preguntó la mexicana.-¿No estas feliz con todo lo que te esta pasando con él?.
-Si.-Respondió Ámbar.-Claro que estoy muy feliz de estar bien con él. Lo que me pone triste es...lo qué pasó con Jazmín.
-Ay, Ámbar.-dijo Emilia rodeando su brazo en el hombro de su amiga.-Olvídate de esa chica. Esta celosa porque el chico que le gusta esta enamorado de ti. O sea, sólo mírate. Esa tonta no tiene oportunidad al lado de una mujer hermosa como tú. No le hagas caso a los comentarios malos. Hay personas que siempre van a querer apagar tu brillo, pero pase lo que pase, tú siempre vas a brillar.
Las palabras de Emilia conmovieron a la rubia, de quien brotaron varias lágrimas.
-Gracias Emilia.-dijo Ámbar mientras secaba levemente sus ojos azules.-Me encanta poder contarte mis cosas y saber que siempre puedo contar con tu amistad y apoyo incondicional, que esto nunca termine, te lo pido.
-Ámbar, esto nunca va a terminar.-Dijo Emilia terminando de limpiar las lágrimas de su mejor amiga.-Nuestra amistad va a ser eterna. Y nada ni nadie va a poder separarnos.
Ambas se abrazaron con fuerza.
Estuvieron hablando por unos cuantos minutos más. En un momento, Ámbar recibió un mensaje de texto.
Revisó sus celular para ver de quien era. Era de Simón. Ella sonrió al ver su nombre.
-"Hola Bonita. Los chicos ya se fueron y me gustaría muchísimo que vengas conmigo así hablamos. Te amo, mi amor. Simón."
-Oye, Ámbar.-dijo Emilia haciendo que su amiga despegue su vista del teléfono.-¿Y esa cara de embobada?-Preguntó burlona.
-Nada, solo que Simón me mandó un mensaje.-respondió Ámbar con una sonrisa pequeña.-Quiere que vaya a verlo.
-¿Y que estas esperando? ¿Que te lleve?-dijo Emilia.
-No- dijo Ámbar- Nada más pensé que querías seguir hablando un tiempo más, o...
-¡Que importo yo!- Dijo Emilia levantándose del banco y tomando las manos de su amiga para que se parase también.-¡Ve con el amor de tu vida niña!. Después hablamos y me cuentas lo qué pasó.
Ámbar rió y abrazó a Emilia nuevamente. Estaba agradecida por todo lo que le había dicho. Los consejos de una persona como Emilia siempre la ayudaban.
-Chau, nos vemos.-dijo Ámbar yéndose. Emilia hizo lo mismo y se fue hacia su casa.
Ámbar llamó un taxi para que la lleve al hospital otra vez.
Este no tardó mucho en llegar y la argentina se subió inmediatamente al mismo.

*En el hospital*:
Simón estaba preocupado por Ámbar.
Las palabras huecas de Jazmín habían lastimado a una persona que ha pasado por muchas cosas difíciles en su vida.
Ámbar no merecía eso. No merecía que la tratasen de mentirosa ni falsa, cuando ella había cambiado. Ya no era esa persona, y no lo sería nunca más.
Los minutos pasaban, y Simón pensaba cada vez más que Ámbar no vendría, ya que no había contestado su mensaje y tampoco sabia si querría verlo después de lo que había pasado con Jazmín.
En ese momento entró un doctor a la sala para revisar a Simón. Este ya estaba casi seguro de que la rubia no aparecería en el lugar.
-Ah, señor Álvarez.-dijo el doctor antes de retirarse de la sala.
-¿Que pasa?-Preguntó el mexicano con tristeza.
-Hay una chica que quiere verlo.-Dijo el doctor.- ¿Le digo que pase?.
El corazón de Simón se detuvo por un momento.

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