Capítulo 42: Siempre quise esto

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*Un mes después*
Ámbar P.O.V:

Debo decir que las cosas van bastante bien.
De vez en cuando siento pataditas en mi vientre. Amo sentir los pequeños piecitos de mi niña.
Últimamente, tengo muchos antojos, y todos se tratan del chocolate y la nutella.
Los chicos del Roller también suelen visitarme de vez en cuando.
Hay tardes en las que Emilia se queda conmigo para hacerme compañía, ver Netflix conmigo y contar chismes.
Desde que Delfi y Jazmín han vuelto a ser mis amigas también las veo muy seguido. Siempre me traen ropa y juguetes para mi futura hija y por supuesto, dulces y chocolates para mi.
Luna, por su parte, es una de las personas con las que más paso tiempo. Adora contarme sobre las creativas coreografías del equipo del Roller y a veces también se encarga de contarme chismes. Río mucho estando con ella, algo que me distrae de mis problemas muy a menudo.
Casi me olvido de personas muy importantes.
Los Valente y mi abuelo.
Con Mónica hemos estado muy unidas.
Siempre la ayudo con sus recetas y le cuento lo que me pasa. Siempre sabe como ayudarme, y la verdad es que me hace muy bien tener una madre adoptiva que me de el amor que nunca había recibido antes. Así también me refiero a Miguel y a mi abuelo, con el qué paso las tardes mas divertidas riendo con Luna y enseñándole a utilizar la tecnología.
En cuanto a Simón...él suele venir a la mansión para ver a Luna o para preguntarme cómo está el bebé y si necesito algo.
Sé sus intenciones.
Él quiere volver conmigo hace ya varios meses y, aunque no lo diga, se le nota en sus ojos. Siempre los veo brillar cuando estamos juntos, y debo admitir que ver sus ojitos cafés resplandecientes es algo que me encanta.
Y si bien estoy muy agradecida con todo lo que él hace por mí, del apoyo y el cariño, yo...no quiero darle las señales equivocadas.
Las cosas están bien como están y así quedarán.

*Simón P.O.V.*:

El embarazo de Ámbar va progresando poco a poco, y eso me pone extremadamente feliz.
Voy a tener una niña con la mujer que siempre amé. Es algo que aún no puedo creer y que me emociona demasiado.
Me encuentro en mi auto conduciendo hacia la mansión Benson.
A mi lado, en el asiento de acompañante, hay unos chocolates, unas rosas blancas y, claro, nunca puede faltar: Un frasco de Nutella.
Decir que estoy nervioso no alcanzaría.
Me tiemblan las piernas y las manos me sudan. Siento una molestia en mi estómago.
Si, definitivamente estoy muriendo de nervios.
Solo es Ámbar, la conozco hace mucho, lo sé.
Pero después de lo qué pasó entre ella y yo...en realidad lo que yo le hice a ella...las cosas cambiaron radicalmente.

Llegué a la mansión y estacioné mi auto en frente.
Aún sentado en el asiento, cerré mis ojos y respiré hondo.
Quería que mis manos y mis piernas dejaran de temblar, pero casi era imposible.
Tomé lentamente los regalos que estaban a mi lado y miré a la mansión por la ventanilla del auto.
-Estoy listo.-dije en voz alta.
Luego salí del auto y me acomodé la vestimenta y el cabello.
Caminé hacia la puerta de su casa y me paré frente a ella.
Respiré una última vez y toqué el timbre.

-¡Ya voy!-escuché la voz de Ámbar desde el interior de la mansión y automáticamente sonreí.
Al oír el sonido de la llave dentro del cerrojo me puse serio otra vez, y la sensación de nervios en mi estómago volvió.
Unos segundos después, ella abrió la puerta.
Traía puesta ropa sencilla y su cabello estaba alborotado.
No traía maquillaje puesto y aún así era la mujer mas hermosa que había visto en toda mi vida.
Al verme, sus ojos se abrieron aún más y se llevo una mano al rostro avergonzada.
-No sabía que venías.-dijo.-No me preparé.
-Lo siento.-le respondí.-Pero no te preocupes, estas preciosa.
La vi sonrojarse y los nervios me atacaron otra vez.
Odio esa sensación en mi estómago.

-Te traje esto.-Le dije enseñándole los chocolates, las flores y el frasco de Nutella que le había traído.
Una sonrisa bellísima se formó en su rostro al ver los obsequios.
-Gracias, no tenías que comprarme nada...-dijo modesta mientras le entregaba los regalos.
-Si tenía.-la interrumpí.-Ámbar, te debo muchísimo. Esto es lo menos que podría hacer para compensarte todo el daño que te cause.

Solos contra el mundo 🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora