Capítulo 14: Chau rivalidad

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-(Imagínense las voces de los personajes) 😘
*Narrador Omnisciente*:
Luna subió las escaleras y al momento de abrir la puerta se olvido de tocar.
-Ámbar...
La rubia se sobresaltó e intentó secar sus lágrimas.
-¡Luna que haces!-dijo enojada.-¡Tenés que tocar la puerta!.
-Perdón Ámbar...-dijo Luna mirando al suelo.
-¿Que haces acá?- Preguntó la rubia con las manos en la cintura, disimulando su tristeza profunda.-Necesitas algo o..
-No.- respondió Luna tímidamente.- Emm... solo vine aquí porque quería saber si... si necesitabas algo.
-¿Porque voy a necesitar algo Lunita?- preguntó Ámbar.
-No porque, te ví entrar a la mansión...llorando, y quería saber si necesitabas contarle a alguien lo que te está pasando.
Ámbar se petrificó por un instante y luego respondió:
-Emm...no Lunita, estoy perfecta, capaz te equivocaste habrás visto mal porque yo estoy bien...
Luna se acercó a la rubia, quien se había quedado sin palabras.
-Mira Ámbar.- dijo la mexicana con una cálida sonrisa.- Yo se que no nos llevamos muy bien, pero quiero que sepas que tú puedes confiar en mi para lo que necesites. Así que si estas lista para contarme lo que te pasa hazlo. Prometo que no voy a juzgarte ni nada, quiero ayudarte. ¿Para eso están las primas, o no?
Luna río y Ámbar sonrió de felicidad.
Por primera vez se sentía apoyada por Luna, a quien unos meses atrás no podía ver ni en figurita.
Ámbar suspiro de alivio.
-Gracias Luna, me hace muy bien saber que puedo confiar en vos.
-No tienes que agradecerme Ámbar, te quiero mucho y confío en ti, y sea lo que sea lo que haya pasado estoy segura que vas a poder solucionarlo. Se fuerte.
Una lágrima se deslizó por el rostro de la rubia.
Ambas se abrazaron con fuerza.
Ámbar no tenía palabras para describir lo que sentía en ese momento.
Por fin sentía que la entendían.
Sentía el apoyo de la persona menos pensada.
De Luna.
De quien había sentido celos durante casi tres años.
Quien llegó de Cancún por sus padres y, según ella, le quitó todo lo que amaba.
En ese momento, Ámbar olvidó por completo la rivalidad que existía entre ambas y derramó lágrimas de dolor sobre el hombro de su prima, quien la consolaba y abrazaba con todas sus fuerzas.
Los únicos lazos que las unían ahora eran el familiar y de amistad, y no de rivales.
Después de un rato, la rubia decidió contarle lo que estaba sucediendo a Luna, quien escuchaba lo que su prima decía con mucha atención.
Ámbar no podía evitar llorar mientras hablaba, y Luna secaba sus lágrimas con sus dedos.
Cuando la argentina terminó de hablar, Luna dijo:
-¡Wow Ámbar! Si que es duro lo que te esta pasando.
Ámbar miro al suelo con desilusión y la mexicana tomó su mano.
-Pero oye- dijo Luna.- ¿Sabes qué? Estoy muy segura que a Simón se le pasará el enojo. Solo tienes que encontrar el momento indicado para hablar con él y explicarle todo lo sucedido con detalle. Ya veras que todo se solucionará en menos de lo que tú crees.
-¿vos decís?-Preguntó Ámbar dudosa.
Luna asintió.
-Es que yo intenté explicárselo.-dijo Ámbar.- Fui a su casa hoy, le explique lo qué pasó, o al menos trate de hacerlo y no me escuchó. Me dijo que nunca más iba a confiar en mi otra vez.
Al decir esto, la dulce voz de Ámbar se cortó y el llanto volvió a aparecer.
-¡No llores! No, no.- dijo Luna tomando suavemente el rostro de Ámbar y mirándola a los ojos con ternura.- Tranquila Ámbar, ya verás que lo que dijo Simón no es verdad.
Luna se alejo de Ámbar un poco y dijo:
-Mira, cuando uno esta enojado a veces dice cosas que no siente. Ámbar, yo te prometo que Simón te quiere muchísimo. Tú eres muy importante para él y debe dolerle mucho el creer que estás con otra persona, lo cual no es cierto. Yo creo que deberías, no se, darle un tiempo para relajarse, pensar bien y luego podrás decirle toda la verdad sin que haya malos entendidos. Estoy segura que va a entenderte y todo volverá a ser como antes.
Al ver que Ámbar seguía con inseguridad sobre lo que iba a suceder, Luna tomó sus dos manos y le dijo:
-Ámbar si quieres yo puedo hablar con Simón, tal vez eso ayude a que la situación mejore un poco.
-¿harías eso?-Preguntó Ámbar.
Luna asintió con una sonrisa.
-Luna- dijo Ámbar con agradecimiento sincero en sus ojos.- Muchas gracias por todo. Perdóname en serio por todo lo que te hice en el pasado, fui una pésima prima. Espero que algún día puedas perdonarme.
Luna volvió a sonreír.
-Ámbar, ya te perdoné hace mucho tiempo atrás. Sin rencores se vive mejor.
Ambas rieron y se abrazaron con fuerza.
Así nacía una nueva y duradera amistad entre dos personas diferentes, quienes a la vez tenían varias cosas en común.

Solos contra el mundo 🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora