Capítulo 16: Explicaciones y canciones.

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*Narrador Omnisciente*:
Ámbar llevó a Simón al parque mas cercano al Jam & Roller, así podrían hablar en paz sin interrupciones por parte de nadie.
Ambos se sentaron en una banca.
Simón se quedó unos segundos contemplando los hermosos ojos de la rubia.
-¿Por qué me miras así?-preguntó ella, aunque sabía la respuesta.
-Perdón.- dijo el mexicano confundido mientras sonreía.-Lo que pasa es que me quede perdido en tus ojos. Son los más bonitos que había visto en mi vida.
Al oír esto la rubia se ruborizó y mordió su labio inferior inconscientemente.
Él sonrió y ella miró sus pies avergonzada.
-Bueno, ya estamos aquí.- dijo Simón.-Ya puedes contarme.
Ámbar inhaló aire y exhaló lentamente.
Luego comenzó a explicarle todo lo que había pasado.
Que todo había sido un plan de Benicio para separarlos y que ella jamás había querido besar al italiano, ni mucho menos herir los sentimientos de Simón.
El mexicano se quedo pensando unos minutos.
-¿En que te quedaste pensando?-Preguntó la rubia mientras lo miraba confundida.
Simón había estado viendo a Emma y a Benicio muy unidos esas últimas semanas, lo cual era bastante extraño considerando que Emma no se había separado de los integrantes del Jam & Roller desde que había llegado de inglaterra.
Además, Emma estaba muy enfadada con Simón por haberla abandonado en su cita, y esos días no le dirigió la palabra.
Sin mencionar que había estado actuando muy extraño durante esos días.
-¡Ya se quien pudo haber ayudado a Benicio con su plan!.-exclamó Simón con cierta alegría en sus ojos.
-¿Que estas diciendo?.-Dijo Ámbar sin terminar de entender.-Nunca mencioné a ningún cómplice. Probablemente lo hizo solo, él es capaz de hacer cualquier cosa con tal de conseguir lo que quiere.
-No, no Ámbar.- negó el mexicano.- escúchame. Cuando fui a tu casa el otro día,¿te acuerdas?, el que estaba lloviendo.
-Como olvidarlo.-dijo Ámbar recordando.
-Bueno, yo había salido corriendo de mi cita con Emma.-dijo Simón.
-Si Simón.- dijo Ámbar irónicamente.-Yo te dije que esa...chiquita no era para vos, pero no me hiciste caso.
Simón rió y dijo:
-Ahora no es momento de tus escenas de celos.
-¿De que escena de celos me hablas? Yo te digo lo que pienso nada más.-dijo la rubia mientras ambos reían.
-Lo que quiero decir es que Emma debió haberse enojado a tal grado que decidió hacer un plan con Benicio para separarnos.
Ámbar estaba verdaderamente sorprendida.
-Y...ponele que fuese cierto.- dijo la argentina.- ¿Que une a Emma y a Benicio? Porque que yo sepa nunca se habían dirigido la palabra, hasta ahora.
-Es algo que me gustaría saber.- dijo el mexicano entre risas y mirando a los ojos a Ámbar, quien hacía lo mismo.
-Entonces...¿esto quiere decir que me perdonas?- dijo la rubia acercándose a él.
-No empieces, Ámbar.- se quejó el mexicano tomándose de la cabeza mientras sonreía.
-No, es que nunca me contestaste.-Insistió Ámbar.-Dale, ya te explique lo qué pasó en realidad, no entiendo por que no me queres perdonar.
-Esta bien Ámbar, te perdono-dijo el mexicano entre risas.
Una sonrisa sincera se escapó del rostro de Ámbar, quien recibió un impulso por parte de su cuerpo que la hizo abrazarlo con todas sus fuerzas.
Al darse cuenta de esto, la rubia se apartó de él y vio que en su rostro se dibujaba una sonrisa que la volvía loca.
-¿Por qué te apartas?-preguntó Simón divertido.- Si sabes que me encantan tus abrazos.
La rubia sonrió y volvió a abrazar a Simón, esta vez voluntariamente, quien le devolvió el abrazo.
Cuando se separaron Simón tomó su guitarra.
-¿Vas a tocarme una canción?-Preguntó Ámbar coqueta.
El mexicano no respondió, solo la miro sonriente y comenzó a tocar la canción "Eres".

Al terminar de cantar ambos estaban a pocos centímetros uno del otro.
-Me encantó.-Dijo Ámbar con sus ojos clavados en los de Simón.
-Me encantas.-Dijo Simon con una pequeña sonrisa que al instante toco los labios de la rubia.
El beso comenzó suave y luego empezó a cobrar intensidad.
Sus lenguas se unieron y comenzaron a moverse coordinadas, como si estuvieran bailando.
Ambos se deseaban el uno al otro, y estar separados era una tortura para los dos.
-Vamos a mi casa.-dijo Simon agitado mientras besaba a su enamorada.
Simón abrió la puerta de su casa con la rubia en brazos, mientras se besaban apasionadamente.
Nico y Pedro no estaban en casa, por lo cual tenían todo el tiempo del mundo para hacer lo que ellos quisieran.
Simón abrió la puerta de su cuarto, con Ámbar todavía en sus brazos y cerró la puerta con llave, por si acaso.
Acto seguido, posicionó a la rubia sobre su cama.
-¿Estas segura de esto?- Preguntó Simón antes de iniciar la acción.-No quiero hacer algo de lo que te arrepientas mañana.
-Nunca estuve mas segura sobre algo en mi vida.- respondió Ámbar provocativa.
Simón sonrió y comenzó.

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