Capítulo 11: Estrategias

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Simón P.O.V:
No puedo sacarme de la cabeza a Ámbar.
Ya ha pasado una semana desde nuestro encuentro en la mansión y desde entonces no pude parar de pensar en ella.
En nuestro beso.
En la fusión apasionada de nuestros labios.
Finalmente me sentí vivo después de mucho tiempo.
Cuando estoy con ella siento que soy capaz de hacer lo que sea.
Ella me hace mejor. En todo sentido.
Estaba trabajando en el Jam & Roller como todos los días cuando vi algo que me sorprendió bastante.
Benicio y Emma estaban platicando en un rincón de la cafetería.
Lo extraño es que nunca los había visto hablar antes, y que cuando notaron que los vi se fueron a otro lugar inmediatamente.
Luego de que abandoné a Emma en la "cita", no me volvió a hablar.
Entiendo su enojo pero no me arrepiento de haber hecho lo que hice.
Me encanta Ámbar. Y no podía negarlo más.
Aunque quisiera con todo mi corazón por estar con ella, se que lo nuestro no es posible.
Ella esta con Benicio, a quien detesto y además, estamos en dos equipos de patinaje totalmente diferentes y, por si fuera poco, rivales.
Ámbar y yo somos muy diferentes.
Somos como el sol y la luna.
El calor y el frío.
Nunca tuvimos mucho en común y tampoco tuvimos la oportunidad de conocernos bien.
Tengo fe en que algún día tendré el placer de  conocerla en detalle y así poder ser más que amigos. Pero por ahora lo veo muy difícil.

*Narrador Omnisciente*:
Ámbar estaba caminando en el parque.
No podía sacarse de la mente lo que había pasado entre Simón y ella una semana atrás.
Su beso.
Sus palabras.
Todo en ese momento fue como un sueño hecho realidad para la rubia, quien estaba mas feliz que nunca.
Benicio y Emma la observaban detrás de un arbusto.
-Bueno Benicio, este es el plan.-susurro Emma  de forma imperativa al oído de su socio.- Tú vas, le hablas un poco para distraerla y después la besas. Yo me encargaré del resto.
Benicio asintió y luego caminó hacia Ámbar, simulando que recién había llegado al lugar.
-Hola mi amor.-dijo Benicio antes de darle un beso en la mejilla a Ámbar.
-¿Que haces Benicio?- dijo enojada la rubia mientras empujaba a Benicio para que retrocediese.- No se si te quedo claro pero por las dudas te lo repito. Vos y yo no somos nada, así que no te hagas ilusiones porque no tenes ninguna chance conmigo.
Benicio rió de forma burlona.
-Ámbar, deja de mentir.-dijo Benicio mientras sonreía vanidosamente.- Los dos sabemos que te pasan cosas conmigo. Los dos tenemos muchas cosas en común. Hacemos una pareja increíble, ¿o me lo vas a negar?.
-¿Pero vos estas loco?- Gritó Ámbar tomando las manos del italiano con firmeza para que las quite de su cintura.-¿Vos de verdad te pensas que siento cosas por vos? Porque si es así ya te digo que necesitas un psicólogo.
Benicio volvió a reír esta vez con más intensidad.
-¿De que te reís?¡Te estoy hablando en serio!- exclamó Ámbar todavía más enojada que anteriormente.- Vos y yo no somos nada, y que te quede muy claro.
-Shh, Ambar...-susurró Benicio mientras colocaba a la fuerza su dedo índice en los labios de la Argentina.
Ámbar intentó moverse pero Benicio la tomó firmemente del cuerpo para mantenerla inmóvil.
-¡Soltáme Benicio!- Gritó Ambar- ¡Ayu...!
Antes de que pudiese terminar de decir ayuda Benicio la besó a la fuerza.
Estaba inmovilizada.
Intentó por un momento escapar pero al ver que era inútil tratar de hacerlo relajo sus músculos y se dejó besar.
Emma se apresuró para tomar varias fotografías de la forzada escena.
En las fotos parecía que Ámbar estaba besando al italiano con su consentimiento, y eso fue lo que la destruiría más adelante.

Solos contra el mundo 🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora