CAPÍTULO 9

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Y ahí estaban, en el apartamento de Taehyung por la tarde. Jungkook sentado en una de las sillas con la mirada fija en el computador frente a él. Por otro lado, el rubio se encontraba en la cama del pelirrojo con los auriculares puestos y los ojos cerrados.

Jimin había prometido no golpear al pelinegro esta vez, pero estaba seguro de que si lo veía no podría contenerse.

Después de todo, Jungkook estaba haciendo un buen trabajo, conocía con exactitud lo que debía seguir y tal vez también quería probarle al pelirrojo que no era tan inútil como pensaba.

Taehyung mintió y le aseguró a su hermano que Jungkook los ayudaría con matemáticas, era la razón por la que NamJoon había accedido a dejarlo pasar, sin embargo este tuvo que irse por un inconveniente en la oficina.

--Y... listo --Jungkook habló mientras alejaba sus manos de las teclas.

--Eres muy bueno --alagó el menor con una sonrisa demasiado fingida.

--¿Sabes en qué también soy muy bueno? --el pelirrojo apenas pudo tragar el agua en su boca cuando supo que Jungkook había sugerido aquello.

No es como si para Taehyung fuera un tema nuevo, solo no se lo esperaba.

--Hablaba de videojuegos, eres un maldito pervertido --dijo soltando una carcajada.

--Supongo que no tanto como tú.

El mayor tomó al pelirrojo por el brazo y lo arrastró hasta el sofá en la sala, pero cuando vio que este intentaba irse, habló.

--Solo una --aseguró Jungkook mientras observaba los videojuegos--. Este será mi costo por ayudarte, es justo, ¿no crees?

Taehyung era orgulloso y cabeza dura, pero no sería capaz de despreciar el trabajo hecho por el pelinegro a su lado. Tal vez, sí le debía un juego.


--¡Ahí lo tienes!

Jungkook había conseguido la victoria en menos de cinco minutos y Taehyung no estaba contento con ello.

--Cállate --susurró.

--¿Por qué? No seas un mal perdedor.

Era tan cínico.

--¿Acaso no quieres que Jimin nos interrumpa? --cuestionó con una ceja alzada y una sonrisa pícara en el rostro.

--Sigue soñando, idiota.

--¿Tal vez quieres besarme aquí mismo y que nadie se entere? --Taehyung dejó los controles y se alejó del chico que no hacía más que invadir su espacio personal.

--Fue suficiente, afuera.

El pelinegro se lanzó sobre él e hizo que sus labios chocaran, Taehyung empujó a Jeon como pudo, pero como ya se lo esperaba, fue inútil.

Jungkook atrapó sus muñecas con una de sus manos y con la otra se aseguró de que hubiera una pared tras ellos.

--¿Qué diablos haces? --gritó Taehyung mientras veía al mayor retorcerse en el suelo cubriendo su masculinidad, justo el lugar donde el pelirrojo le había propinado una patada--. Te dije que era suficiente.

"Tan cobarde, bebé"

Cuando el azabache logró recomponerse al cabo de unos minutos. Taehyung se hallaba de nuevo en el sofá.

--Asegúrate de cerrar cuando salgas.

Jeon Jungkook no iba a dejar que lo humillaran de esa forma, rechazarlo no estaba permitido. Así era como funcionaban las cosas y un chico cualquiera no iba a alterar el orden de ello.

--Kim --sonrió el pelinegro, el menor giró la cabeza despreocupado, pero no duró de ese modo cuando notó el rostro de Jeon demasiado cerca.

"No eres tan rudo como pareces, ¿eh?"

Lo hizo, Taehyung junto sus labios apenas hasta darse cuenta que los belfos de Jeon Jungkook no sabían tan mal como suponía.

Jungkook atravesó el mueble que los separaba y subió sobre sus piernas como si aquello fuera lo más normal del mundo.

El beso se había vuelto más necesitado en cuestión de segundos y Taehyung supo que el pelinegro no iba a separarse por cuenta propia. El mayor mordió el labio del chico y sonrió cuando el otro repitió su acción.

Jungkook siempre había creído que Taehyung era un virgen con una enorme boca, sin embargo había borrado esos pensamientos de su mente en los últimos minutos.

El mayor dejó de ejercer fuerza cuando pensó que lo había vuelto lo suficientemente sumiso ante él. Sus ojos mostraron el más grande deseo al ver al chico a su completa bajo él, a su completa disposición.

No podía estar más equivocado.

Taehyung estaba comparando ambos toques. No podía evitar recordar con exactitud a otra persona, aquello no hacía más que confundirlo. Se sentía extraño porque no eran manos conocidas las que se colaban bajo su ropa.


El rubio restregó sus ojos cuando no pudo ver a su amigo al despertar de su siesta.

El chico puso el rostro cerca de la puerta por pura costumbre. Jimin era alguien muy cotilla.

Al no escuchar algo, estuvo a punto de abrir la puerta, pero se detuvo al oír la voz de Taehyung.

--Jungkook, vete.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora