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--Estaré aquí cuando salgas, pero no puedo protegerte adentro, ¿lo sabes?
Taehyung asintió, sus piernas temblando en cuanto vio a Jeon Jungkook y a su grupo de amigos entrar en el salón. La clase a la que él debía asistir.
--Entra allí y da la cara. Nadie sabe lo que pasó, así que estarás bien.
Jimin guiñó en dirección a Min, quien bajó la cabeza y sonrió apenas, regresando a su pizarrón en cuanto vio al rubio marcharse.
El pelirrojo se adentró en el salón, con el corazón queriendo salir de su pecho al sentir una mirada en particular sobre él.
Caminó hacia uno de los asientos vacíos en la primera fila, no en la última dónde solía sentarse al lado de Jeon Jungkook.
Taehyung bufó con el labio entre los dientes, divertido cuando vio a Chanyeol ocupar su antiguo lugar. Era reemplazable, siempre lo había sido.
Era extraño porque Taehyung nunca lo había visto en ese lugar, y de todas formas allí estaba. Aun si tomar otra clase cuatro días antes de los exámenes no fuera perjudicial para su nota final.
Sacó unos libros de su bolso, tomó dos bolígrafos de distintos colores y una hoja blanca dónde deberían haber líneas escritas en lugar de círculos con pésima precisión.
--Kim Taehyung --el mencionado suspiró, apartando la mirada de la hoja para llevarla a Min--. Se lo diré a usted y lo repetiré para todos. Si mi clase les resulta tan poco interesante, son libres de irse.
--Estoy bien aquí --sonrió sin mostrar los dientes. El día ya estaba siendo terrible y nada podría empeorarlo--. Gracias por su preocupación.
Yoongi bufó.
--¿Por qué no nos deleita con su voz? Vamos, repita la última estrofa que recité.
Taehyung se puso de pie y maldijo en sus adentros porque solo recordaba las primeras palabras de este.
--Solución para mí, ni la hay ni la quiero --suspiró, creyendo ver los labios del mayor contraerse en una mueca antes de refutar.
Pero no lo hizo.
--Todo yo soy locura, inquietud, ira; loco en cuanto imagino y vocifero, y la víctima infeliz de una mentira, te juré honrada, franca y mi amor eterno ¿Qué hallo en ti? Noche oscura, negro infierno.
Sintió su cuerpo tensarse ante la profunda voz que llenó sus oídos como una melodía de la que le era imposible escapar.
El poema casi impregnándose en sus huesos cuando sintió las palabras calar profundo en él.
--Exquisita interpretación, Jeon. Lástima que vaya a costarle doble asignación.
Taehyung oyó una silla rechinar tras él, sus heladas manos sosteniéndose entre ellas en un acto de nerviosismo que Yoongi pudo leer.
--Puedes sentarte, Kim --suspiró--. Quizá la próxima vez puedas hacerlo por tu cuenta.
La sonrisa en el rostro de Jungkook desapareciendo en cuanto oyó a sus amigos abuchearlo con gracia.
--Nuestro Jungkookie es todo un poeta --rieron--. Dejarás en vergüenza a Shakespeare uno de estos días.
El pelinegro bufó, era un poema trillado. No saberlo era un pecado considerando que Yugyeom lo recitó varias veces para una muchacha en la secundaria, lástima que nunca tuvo el valor de decírselo en público.
--Como les decía. Si no cuentan con un lenguaje apropiado durante la universidad, tampoco lo harán afuera. La literatura es tan importante como cualquier otra área porque...
El pelirrojo tomó sus cosas con brusquedad y salió del lugar. Con los ojos húmedos y un dolor insaciable apoderándose de su cabeza, rogando por que fuera suficiente para que lo aceptasen en la enfermería durante una hora, pero sus piernas fallaron en menos de un parpadeo.
No ahora, por favor.
Su pecho comenzó a agitarse con brusquedad, sus manos temblaban al igual que todo su cuerpo y el dolor de cabeza se había convirtido en dolorosas punzadas.
Tiró sus cosas y se dejó caer al lado de los casilleros, llevó una mano a su frente, asegurándose de no tener la fiebre que él supuso que tendría.
¿Y quién podría culparlo? Ni siquiera había superado del todo a Kim Minjae cuando Jungkook hizo pedazos sus escazas y ridículas expectativas sobre el amor.
Lo odiaba tanto. Que lo considerasen débil, frágil e incapaz de hacer las cosas por su cuenta, le hacía hervir la sangre. Él no podía soportarlo, no más porque siempre decidía entregarse, volvían a echar sus sentimientos junto a los desechos.
--Taehyung.
♧
--El doctor Kim está a punto de irse, preguntaré si puede hacer unos minutos para usted.
--Gracias, yo estaré por allá --sonrió el hombre, caminando hacia la sala de espera del establecimiento, no transcurriendo más de cinco minutos antes de que lo llamasen.
--Lo espera en su oficina.
La joven de la recepción lo guió a través de varias habitaciones con puertas blancas. Y luego de inclinarse en una reverencia, lo dejó frente a una habitación de paredes grises.
--Es bueno volver a verte.
SeokJin arrugó los ojos cuando una sonrisa se formó en su rostro. NamJoon sonrió, reverenciando apenas hacia el hombre.
--El gusto es mío, doctor Kim.
--¿Ocurrió algo? ¿Taehyung está bien?
Preguntó, guardando sus cosas en un maletín oscuro.
--Él está bien.
--¿Cuál es el problema? ¿La razón de tu visita?
NamJoon dirigió la vista al hombre de bata blanca, buscando algo que lo hiciera permanecer allí.
--Escuché que tenía dolor de cabeza esta mañana; suele tener insomnio. Me preguntaba si podíamos platicar sobre eso.
Miró con duda cuando SeokJin tomó uno de los papeles de colores en su escritorio antes de escribir sobre este y dirigirse a NamJoon.
--La universidad es dura para algunos, es aconsejable que se proponga un horario para todo y que sus horas de descanso sean largas desde ahora --sonrió--, pero supongo que debería darte mi número. Ya sabes, por si necesitas preguntar algo fuera de mi horario de trabajo.
Si aquello no era luz verde a sus insinuaciones, NamJoon no sabía de qué se trataba.
SeokJin extendió el trozo de papel hacia el contrario, quien lo tomó rápidamente.
--De cualquier forma, siempre hay doctores aquí. Podrías sacar una cita la próxima vez.
--Lo tendré en cuenta.
--Estaba por irme en realidad. Espero poder verte pronto.
Y NamJoon estaba perdido porque si ese hombre no dejaba de mirarlo con aquel brillo en los ojos, nunca volvería a formular palabra.
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CLOSE YOUR MOUTH //KookV
Fanfic--Prométeme que vas a estarlo --habló con dificultad mientras oía sus pieles chocar bajo las sábanas. --No puedo. Taehyung se retorció en el colchón con las piernas separadas y lágrimas amenazando con seguir cayendo. --Solo... Tú --el pelinegro fue...