CAPÍTULO 21

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--¿Puedo preguntarle de qué color era su cabello?

--¿Quizá rosa? Que tenga buena noche, joven.

Hoseok asintió satisfecho, Taehyung no había dejado al pelinegro a su suerte como prometió.

--Igualmente --sonrió y giró hacia Jungkook, quien lo miraba con los ojos abiertos enormemente.

--Es él. Taehyung realmente vino a verme.

El mayor negó, no queriendo darle esperanza al chico esta vez.

--¿Vamos adentro, si?


Era sábado al medio día, su cabeza dolía y apenas pudo mantenerse de pie cuando sintió el piso moverse.

Resaca. No recordaba mucho, pero sabía que nada pudo ser tan malo si tenía a Hoseok cerca, se sentó sobre aquella cama en la cual ya había dormido antes. Caminó a través de un largo pasillo hasta toparse con su amigo en el sofá.

--¿Por qué me dejaste beber tanto? --preguntó y el mayor frunció el ceño, recordando todas las ocasiones en las que le aconsejó a su amigo dejar de ahogar sus problemas en una botella de alcohol.

--¿Te sientes mejor? ¿Tus problemas no se esfumaron como querías, o no? En cambio tienes una horrible resaca y apuesto a que quieres excusar tu llamada a Taehyung, pero no puedes porque los ebrios no mienten. Te gusta.

--Olvídalo, hyung.

--¿Por qué tan formal? ¿Acaso logré ponerte nervioso, Kook? Él te gusta.

--Solo... quise hacerlo, no tiene por qué haber sentimientos involucrados.

--No parece una respuesta válida, pero la tomaré solo porque pareces a punto de desmayarte.

Jeon sonrió apenas.

¿Todo debía ser tan complicado? ¿Todo debía tener una explicación? No la había. No existía una razón que a Jungkook le pareciera adecuada para responder a aquella pregunta.

Solo lo hizo.

--Preparé algo de sopa, está en la cocina. Piénsalo, quizá Taehyung no esté disponible por más tiempo.

Oyó al pelinegro bufar y tal vez el menor si iba a tomarse un tiempo para pensarlo.


El rubio en su habitación caminaba en línea recta con el dispositivo en sus manos.

--Estás siendo paranoico.

Jimin giró encarando a Min, quien se encogió ante la mirada que le envió su novio.

--Bien, me callo. Dijiste que podías fiarte de él, ¿por qué no haz llamado aún? --dijo el pelinegro y el menor se sentó a su lado.

Tenía razón, sabía que Taehyung no iba a juzgarlo, pero aún así sintió algo removerle el estómago cuando buscó el contacto.

--¿Jimin? --la voz de Taehyung sonaba tan apagada y pequeña, el rubio solo pudo preguntarse si todo con Minjae habían ido bien.

--¿Estás bien? ¿Quiso volver a hacerte daño? --preguntó sonando preocupado, sin embargo el pelirrojo no respondió, pero asintió como si el rubio pudiera verlo.

--¿Puedo ir contigo, por favor? --Jimin asintió fervientemente por pura costumbre.

--¿Necesitas que vaya por ti? Puedo ir si...

--Estoy bien, solo necesito hablar.

El rubio hizo atisbo a una sonrisa que nunca llegó, Taehyung no solía proponer hablar por su cuenta, por lo que el mayor sintió su pecho apretarse cuando escuchó ciertas palabras salir de su boca. Debió ser un desastre.

Park se volvió hacia Yoongi, quien se había mantenido en silencio aun cuando el menor salió de la habitación en busca de privacidad.

--Creo que no es un buen momento para que esté aquí.

Suspiró Yoongi, pero el menor negó, si no lo hacía ahora, no lo haría jamás porque apenas había podido llenarse de valor esta vez.

--Será una presentación rápida, no tienes que quedarte mucho tiempo, lo prometo.

Al cabo de unos minutos, la madera fue golpeada y el rubio suspiró girando de la manija lentamente.

El pelirrojo se lanzó sobre el chico y este lo sostuvo, el menor quería llorar y Jimin era el único que podía notarlo.

--No sabía que el profesor Min daba clases privadas --sonrió, quizá demorando más de lo necesario en apartarse de su amigo porque debía asegurarse de que sus ojos rojos pasaran por alto. Imposible.

El rubio negó mientras removía su cabello rojo.

--No, es decir... salimos. Es mi novio, Taehyung.

El pelirrojo abrió los ojos, la tristeza en ellos, siendo reemplazado por sorpresa.

--¿Sales con el amargado? ¿Dónde está la cámara?

Se detuvo en cuento vio que el rubio no reía con él.

--Vaya, lo dices en serio. Es bueno que al fin salgas oficialmente con alguien, estoy muy feliz por ti --sonrió--. Hola, Yoongi.

--Sigo siendo tu profesor, niño.

Era irónico que el pelinegro lo llamara así, puesto a que la diferencia de edad no era mayor a cuatro años.

--Él no es tan amargado como piensas --rió--. Al menos no la mayoría del tiempo.

--Lo es cuando nos regaña por llegar dos minutos tarde.

--En mi opinión, Jeon y tú deberían tomar la clase de Choi si no pueden mantenerse quietos --replicó, como docente a cargo no podía aconsejarles cambiar sus horarios, pero esta era su vida privada y podía hacerlo.

Taehyung rodó los ojos, era evidente que nunca se llevarían bien y tampoco es que fueran a intentarlo.

Jimin dejó un beso en los labios contrarios y el pelirrojo no fue capaz de apartar la mirada. Solo había sido un toque de labios, pero él no podía dejar de pensar. ¿Alguna vez Jungkook y él compartieron algo más que deseo?

¿Por qué todo debía ser tan complicado?

--Hablemos más tarde, Jimin. Debo terminar unos asuntos.

Por una última vez dejaría que Kim Minjae fuera el dueño de sus pensamientos y acciones. Y si el resultado no era el que esperaba, entonces estaba decidido a hundirse en su cama por días hasta poder superarlo.

--¿Esos asuntos incluyen a Jeon Jungkook?

Se detuvo frente a la puerta, su mente en blanco, preguntándose si dejar de ser él mismo por un momento era lo correcto.

--Será lo que tenga que ser.

Sonrió apenas, tenía miedo.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora