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La música llenaba el lugar, las personas parecían encontrarse en un universo paralélo en el que no podían ver el evento frente a sus ojos.Taehyung quería desaparecer mientras sentía la mirada del pelinegro atravesar su cuerpo como dagas.
--Vamos. Llévame a ese lugar --susurró atropelladamente, manteniendo sus bocas juntas, lamiendo el labio inferior del mayor en un desesperado beso porque no era capaz de mirar a la cara a los dos espectadores tras él.
--Sabía que volverías, bonito.
Taehyung no hizo más que asentir porque el nudo en su garganta le impedía formular palabra.
El castaño besó sus manos y lo rodeó con uno de sus brazos, pero su sonrisa cayó cuando notó la expresión triste en el rostro del pelirrojo.
El menor sintió el aire golpearlo cuando estuvieron afuera, pero no importaba ahora, no importaba incluso si caía de la motocicleta en la que habían subido. HyungSik le ofreció un casco y el pelirrojo lo tomó, aliviado porque ahora nadie podría verlo.
--Pon las manos aquí, ¿bien?
Taehyung asintió rodeando con sus brazos el abdomen del chico como si su vida dependiera de ello, y probablemente así era.
Contuvo la respiración cuando vio las ruedas delanteras dejar el suelo. Sus piernas temblando debido a la velocidad, sus manos sujetas fuertemente y su cabeza fundida en el hombro del mayor.
--¿Vienes?
Taehyung asintió, aquello siendo suficiente para sentir las manos de HyungSik sobre su cuerpo cuando lo ayudó a bajar. Demasiado cerca.
Un beso, quizá tres, pero fue una clara advertencia de lo que HyungSik esperaba, muy contrario a lo que el menor deseaba.
Irse.
Taehyung sonrió como pudo, quitando las lágrimas de su rostro porque su intento de contenerse había sido inútil. Como todo lo que últimamente hacía.
--Sígueme --el castaño mordió su labio mientras examinaba con detenimiento al menor.
Estuvieron por golpear la superficie madera frente a ellos, pero un joven de cabello oscuro les dio la bienvenida, aquel que lo examinó de pies a cabeza, alzando una ceja en desacuerdo.
--Él es Jaebum, solo ignóralo --le susurró el castaño, intentando seducir al pelirrojo cuando mordió su lóbulo.
--Solo vine a hacerte compañía, pero supongo que ya la tienes.
La mirada que el de cabellos negros le envió al pelirrojo lo hizo estremecerse, a Jaebum no parecía agradarle su presencia y Taehyung pudo suponer el porqué.
--Me echaron de casa y me quedaré aquí un tiempo.
--No te quiero aquí por la mañana --sentenció HyungSik, besó los labios de Taehyung una vez más y lo guió escaleras arriba.
El castaño lanzó su chaqueta al suelo y deshizo los botones de la camisa de Taehyung.
HyungSik sonrió, deleitándose ante la piel desnuda del menor. Lamió la piel expuesta, recostando a Taehyung sobre la puerta de su habitación, presionando la mandíbula de este entre sus dedos para asegurarse de tener el control sobre el beso.
El mayor quitó su camiseta, dejando su abdomen marcado a la vista del menor, quien se encogió entre el espacio de la puerta y el cuerpo de HyungSik. Tragó ruidosamente.
Sintió su camisa blanca dejarlo expuesto y jadeó porque no recordaba la última vez que se había sentido tan diminuto frente a alguien.
Lo recordaba, pero no era capaz de darse crédito por ello.
--Eres hermoso.
El pelirrojo intentó, de verdad intentó sonreír cuando HyungSik sostuvo sus piernas y fue lanzado a la cama.
El menor volvió a jadear cuando lo vio quitar sus propios pantalones y bajar su ropa interior un poco.
Mierda. ¿Iba a hacerlo?
Lo sintió subir entre sus piernas, HyungSik presionó su cuerpo contra el suyo mientras recorría su piel con ambas manos.
--Eres probablemente el chico más hermoso que he visto, pero mírate, ni siquiera disfrutas esto.
Taehyung no fue capaz de mirarlo a los ojos porque sabía que estaba siendo masoquista, aquello iba a dañarlo incluso más de lo que Jungkook había conseguido hacerlo.
Lo sabía. No debía disfrutar el tacto de nadie sobre su piel porque aquello se volvería un círculo, sin inicio ni un final, su mente necesitaría alguien para sanar y entonces, volverían a lastimarlo porque ¿a quién le importaba sus sentimientos? ¿Lo que él sentía no valía nada, o si?
"No eres nadie, bebé"
Estaba siendo demasiado duro consigo mismo porque Kim NamJoon y Park Jimin lo amaban, pero con lo que acababa de pasar, no lograba recordarlo. Se sentía tan solo. Nadie estaba junto con él. Nadie sería capaz de ayudarlo si él seguía siendo tan estúpido como para involucrarse con las personas equivocadas.
"¿Cómo me llamaste?"
Taehyung tenía tanto miedo de terminar en una habitación blanca, solo, porque él no estaba bien, pero no quería la ayuda de alguien más, solo necesitaba regresar en sí y poder ayudarse. Necesitaba poder hacer algo para él, por él.
"Soy Jeon Jungkook y espero poder conocerte mejor"
Un sollozo fue suficiente respuesta para el castaño, quien no dudó en alejarse cuando vio el montón de lágrimas salir de sus ojos.
--Todo está bien. Tranquilo.
El mayor presionó a Taehyung sobre su pecho, haciendo al pelirrojo sentir cálido debido la contacto de ambos pechos desnudos.
--No quería lastimarte. Te llevaré a tu casa, ¿bien?
Quizá Taehyung no siempre encontraba a las personas equivocadas.
HyungSik se contuvo de hablar hasta escuchar los sollozos del menor callar.
--Lo sabía --suspiró, acomodando la camiseta ajena sobre el cuerpo del menor--. Solo querías que el pelinegro nos viera, seguí tu juego como pude, bonito, pero es difícil contenerme estando aquí.
El pelirrojo no pudo hablar. Y HyungSik bufó porque realmente había estado esperando por una respuesta.
--Deja de llorar, bonito. No deberías agotar tus lindos ojos con lágrimas innecesarias.
Taehyung suspiró, intentando devolverle la mirada. Sus mejillas empapadas, los labios rojos y sus manos temblando. El chico frente a él quitó las gotas suavemente usando sus dedos.
--Soy muy bueno escuchando, ¿sabes?
Taehyung se alejó del chico, con la cabeza gacha mientras hacía los botones de su camisa y apretaba los labios para evitar que otro sollozo saliera de lo más profundo de su garganta.
--No volveré a verte --suspiró--. Puedes hablar conmigo.
Taehyung negó.
Quería irse.
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CLOSE YOUR MOUTH //KookV
Fanfic--Prométeme que vas a estarlo --habló con dificultad mientras oía sus pieles chocar bajo las sábanas. --No puedo. Taehyung se retorció en el colchón con las piernas separadas y lágrimas amenazando con seguir cayendo. --Solo... Tú --el pelinegro fue...