CAPÍTULO 11

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No se detuvieron sino hasta llegar a la biblioteca, probablemente el único lugar que a esas horas se encontraría vacío.

--¿Qué hacemos aquí? --preguntó el pelinegro con el ceño fruncido.

--Salgamos --aclaró su garganta--. Es decir, quiero intentarlo.

Taehyung junto sus labios con los del contrario, beso que Jungkook correspondió en seguida. Aquello era lo que Minjae hubiera hecho.

El mayor descendió sus manos hasta llegar a las de Taehyung, tomó sus muñecas y las sostuvo sobre su cabeza.

El pelirrojo no se sentía bien con ello, se sentía vulnerable y no podía soportarlo, pero iba a hacerlo porque esa voz no se iría de su cabeza hasta que no sustituyera ese dolor por otro más grande.

--Solo un poco más --susurró Jungkook en su oreja y el menor simplemente permitió que el cuerpo del azabache lo mantuviera contra aquel estante colmado de libros.

--¿Fue suficiente? --preguntó cuando Jeon lo dejó ir.

El pelirrojo apretó los labios porque realmente no sabía que esperar, ¡demonios! Ni siquiera sabía que sucedería con él.

--¿Una relación abierta estaría bien?

La pregunta del pelinegro lo hizo reír. Él no sería el juguete de nadie y tampoco sería capaz de besar labios tan usados.

--Olvídalo.

Taehyung dio la vuelta y caminó lejos. ¿Cómo este mundo podía estar tan podrido?

--Solo jugaba --sonrió Jungkook. No, él definitivamente no había estado bromeando.

Jungkook mantenía un perfil alto y hacer oficial aquel asunto sería el final de toda esa larga cadena de hechos que habían logrado hacerlo tan popular en la universidad. No tenías que ser un genio para saber que cuando alguno de los estudiantes se enterara, correría la voz y dejarían de buscarlo tanto y él no podría vivir sin sexo.

--Luces muy aterrado, Jeon. Así que lo haré fácil. Una relación privada, pero no oficial, ¿está bien para ti?

Jungkook lo pensó por un momento, de cualquier forma quedaba tachada la idea de liarse con alguien que no fuera el pelirrojo.

No importaba, porque Taehyung no podría saber si lo hacía.

"Pareces una nenita, Taehyung. Deja de llorar de una vez por todas y sígueme"

El pelirrojo sintió su cabeza doler como la noche anterior, pero luchó por mantener la compostura.

--Tómalo o déjalo --Taehyung sonrió burlón--. Nada va a modificarse.

--Bien, lo tomaré.

Taehyung se sostuvo con una de sus manos cuando sintió que caería y efectivamente lo hubiera hecho sino fuera por el brazo del azabache en su cintura. Acción que no había sido más que un reflejo de su parte.

--¿Por qué tan débil? No pensé que ese beso fuera a dejarte tan agotado.

'Débil' sonaba tan mal para Taehyung, él no podía volver a ser de esa forma.

--Puedo caminar solo.

Taehyung se alejó bruscamente. Había sido suficiente el sacrificio que había hecho hoy como para dejar que siguiera poniéndole las manos encima.

--Ya veo que sí.

--Juguemos algo --dijo el mayor--. Si logro atraparte me darás más. Más de lo que ya recibí.

Sí, a Jungkook le encantaba jugar porque él sabía que ganaría. Le gustaba creer que era el mejor y lo mejor del mundo.

"No meteré en mi cuerpo algo que a largo plazo va a matarme"

"Solo una probada, sé que te gustará"

--O dame más ahora y no tendrás que esconderte --rió el mayor.

--Diez segundos serán suficientes.

El pelirrojo se escabulló dentro de la biblioteca y se ocultó tras un sofá. Taehyung quería que lo encontrará rápido porque si Jungkook lo besaba, podría al menos dejar de recordar a detalle.

Aquello era lo que ni siquiera Jimin sabía, Minjae lo había impulsado a tantas cosas de las que ahora caía en cuenta lo malas que fueron. Para Taehyung era cosa de una vez, pero para su novio era algo trivial.

--Fue demasiado fácil.

Jungkook no le daría otra oportunidad para esconderse mejor, eso era obvio.

--Gané.

Taehyung retrocedió y corrió entre los pasillos, Jungkook caminaba tras él, podía verlo a través de los espacios en la madera.

Fueron solo unos minutos, tan largos para el pelinegro que este ya no pudo contenerse. Atrapó a Taehyung por detrás, giró su cuerpo y lo mantuvo contra el escritorio de la bibliotecaria, tan ansioso que ni siquiera pudo tomarse el tiempo necesario para subirlo a aquel mueble.

Taehyung rodeó con los brazos el cuello del mayor y permitió que las cosas siguieran el rumbo que Jeon Jungkook había predicho.

El pelinegro tiró de su cabello logrando profundizar el beso, sus labios fundiéndose tan juntos que no podía marcaste el límite entre estos.

Y por primera vez en tanto tiempo, Taehyung no sentía nada, ningún remordimiento, despecho o culpa. Solo deseo, sentía tanto deseo que sus piernas temblaban. Tanto tiempo desde que todo en él comenzó a sentirse tan oxidado, pero... ahora se sentía libre, al menos en estos momentos ya no era víctima de aquella culpa que estrujaba su pecho, aquella que le reprochaba no poder haber hecho algo para impedir que ellos terminaran.


Demasiados besos y mordidas, fue así como Taehyung supo que había sido suficiente. Estaba seguro.

--¿Ya terminó el almuerzo?

Preguntó el pelirrojo y Jungkook sonrió burlón dándole una última lamida a su labio inferior.

--Claro, veamos como Min escupe fuego por la boca al vernos entrar cuando faltan menos de diez minutos --señaló Jungkook mientras guardaba su móvil de nuevo en su bolsillo.

--Nunca había faltado a una clase, ¡van a matarme!

--Tu hermano no tiene que saberlo.

--No él... Jimin va a matarme --el pelirrojo bajó del escritorio y cruzó la puerta de salida sin voltear a verlo.

Jungkook sonrió, probablemente era la primera vez que había disfrutado estar en la biblioteca.

--No eres el único que faltó a clases, ¿sabes? --rió para sí mismo. Tomando sus cosas y aguardando unos segundos antes de caminar a través del pasillos.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora