|FINAL|

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--Necesitamos una ducha --bufó, empujando la puerta de la habitación con Jungkook sosteniéndose del umbral torpemente.

--Vayamos a la cama --contradijo el pelinegro, intentando deshacer los primeros botones de la camiseta contraria con dedos temblorosos y mirada desenfocada.

Taehyung negó, admirando la deplorable mueca que se dibujó en los labios ajenos al no consiguir que cediera de inmediato, como solía hacerlo cuando había algo más en juego.

--Iré a preparar la bañera.

Jungkook era tan predecible que Taehyung se esforzaba por no serlo en absoluto, para así mantenerlos a ambos en una sintonía adecuada y no asfixiante. Una proporción perfecta.

--Olvídalo...

--Mantente despierto, ¿sí? --palmeó sus mejillas, inclinándose a susurrar en su oído cuando el azabache sollozó bajito, fingidamente--. Y quizá luego hagamos algo interesante.

Los ojos del chico se abrieron desmensuramente, digiriendo las palabras del pelirrojo a medida que su cerebro hacía cortocircuito y tardíamente comenzaba a deducir la tan obvia insinuación. Lástima que Kim hubiera atravesado la puerta del cuarto de baño minutos antes.

Por otro lado, sus párpados pesaban, más de lo que Jungkook pudo suponer en una primera estancia, razón por la se prometió a sí mismo no ceder hasta que el menor volviera y, después de una ducha, le dijera qué era eso tan interesante que harían.

Un detalle, mísero, pero importante... Un brio no podía controlar la pesadez de su propio cuerpo aun si su mente se resistía a hacerlo.

Así que, cuando el menor volvió a la habitación, caminó ruidosamente, en zancadas, con el único propósito de hacer que la inconsciencia de Jeon se disipara.

El chico mantenía los labios entreabiertos mientras sus dientes rechinaban debido al frío, semidesnudo en el sofá inferior a la cama, porque Jungkook ebrio no era totalmente un idiota sin remordimientos. Alcohol no sería lo que dejaría impregnado en las sábanas.

Taehyung acunó con sus manos el bonito rostro frente a él, acariciando con las yemas de sus dedos la extensión de su marcada mandíbula y siendo incapaz de contener aquellos impulsos que exigían distar de lejanía.

Tan bonito e inalcanzable aun si lo sentía removerse bajo su tacto.

Maldijo, recibiendo un bufido en respuesta; sin embargo, Jungkook se mantuvo quieto en su lugar, probablemente cegado por la intensa luz que reinaba en la habitación cuando sus ojos se abrieron, intentando no trastabillar y tampoco caer sobre el chico que lo sostenía.

Y entre risas y parloteos, Taehyung solo rogó que el agua de la bañera no se hubiese congelado debido a las bajas temperaturas, porque de lo contrario no podría tener a un Jungkook sobrio esa noche.

El mayor tomó su ropa interior, deslizándola hacia abajo y sumergiéndose en la bañera al captar la mirada del pelirrojo sobre su miembro. Bien, iba a hacerlo esperar un poco, de la misma forma en la que Taehyung se aseguraba de hacerlo ansiar y sollozar por su atención--. ¿Vienes?

El chico asintió, deshaciéndose del albornoz y conteniendo la respiración cuando Jungkook tiró torpemente de él.

--¿Podemos apresurarnos? --preguntó el menor, hundiendo el rostro en su pecho por obvias razones, estaban desnudos, y Taehyung aún no podía normalizar que el azabache notara las imperfecciones que poseía su cuerpo.

Sin embargo, era algo de lo que ya habían hablado, y ambos concluyeron que la convivencia lo arreglaría en el proceso. Por lo pronto, Jungkook procuraría ser sensato al clavarle la mirada encima cuando aquellos episodios de timidez salieran a flote.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora