CAPÍTULO 25

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Se encontraban en el auto de Jungkook caminó a la residencia de su hermano mayor. Jeon no le había dado demasiados detalles al respecto, por lo que el pelirrojo solo sabía que se trataba de una fiesta de cumpleaños.

El aire fresco golpeaba su rostro, música tranquila que el mayor no disfrutaba, pero no era necesario que lo hiciera porque ellos hablarían todo el camino, esta era solo para llenar el escaso silencio que sus suspiros provocaban.

Jungkook besó al chico en la frente y llevó una de sus manos a su regazo, deseando que el menor hiciera lo suyo. Hacer que sus manos se fundieran entre ellas.

Cuando llegaron a la casa, la música resonaba por todo el lugar, habían adolescentes bailando y demasiado alcohol por todos lados.

Jungkook sonrió. Amaba aquello.

Por dentro el caos reinaba, como el menor ya había predicho, sus piernas no respondiendo a sus intentos de seguirle el paso al pelinegro, quien al notarlo, tomó parte de las mangas de su camisa para no perderlo vista.

--¿Qué sucede?

Taehyung negó con una sonrisa falsa, no iba a molestar a Jungkook con sus problemas ese día.

--Bien. Buscaré a Yugyeom, ¿quieres venir conmigo? --preguntó el pelinegro, pero el menor negó.

--Esperaré, solo apresúrate.

Taehyung intentó relajarse y destensar los hombros. Solo era un lugar, no era como si Minjae y sus amigos fuesen a aparecer para humillarlo de nuevo.

Estaba bien.

Miró a su alrededor, nada precisamente interesante, llevó su atención al obsequio envuelto en sus manos. Era algo que Jungkook y él habían decidido adecuado para el mayor.

Aquellos convirtiéndose en los tres minutos más largos de su vida antes de ver una cabellera negra junto a una castaña.

El pelirrojo rió, no siendo capaz de pasar por alto el parecido entre ambos hermanos.

--Taehyung, este es Jeon Yugyeom. Yugyeom, este es mi... amigo, Kim Taehyung.

El castaño extendió una de sus manos hacia el pelirrojo, quien correspondió inmediatamente. La sonrisa amplia del chico siendo algo que tampoco pudo pasar desapercibido.

¿Jungkook también tendría una de esas bonitas sonrisas?

--Es un verdadero gusto conocer al chico del que Jungkook habla tanto cuando viene a visitarme --habló el castaño, mirando a Jungkook de reojo, quien solo le propinó un golpe en el brazo--, pero no pareces ser tan malo como dice. Es un placer conocerte, Kim.

El pelirrojo asintió con una sonrisa, inclinándose ante el castaño cuando este hizo lo mismo.

--Le diré a Hoseok que venga a saludar, también acaba de llegar. Disfruten de la fiesta, estaré por allá.

El pelinegro rodeó débilmente su cintura y estrujó la camisa contraria entre sus dedos.

--Quiero besarte.

Esas palabras bastaron para que decidieran escabullirse en un pasillo que Jungkook consideró indicado.

--Pueden vernos --jadeó cuando fue besado por el mayor.

--Ninguna de estas personas nos conocen, Tae. Nadie en este lugar sabe quien es Jeon Jungkook ni a quien besa Kim Taehyung. Mira allí --señaló a dos mujeres que estaban cómodamente compartiendo un beso--. Podemos hacer lo que queramos, aquí y ahora.

Sintió la lengua del pelinegro adentrarse en su cavidad, las manos sobre su abdomen levantar levemente su camisa, los ojos de Jungkook fijos en sus reacciones. ¿Qué había hecho para merecer sentirse tan bien? Tan malditamente bien.

--Iré por unas bebidas. No te muevas de aquí, ¿bien?

Taehyung asintió, intentando normalizar su respiración debido al beso. Sin saber que el pedazo de paraíso que se le había sido otorgado, se desvanecería ante ese último toque de labios.

Mordió sus labios, aquel cosquilleo permaneciendo en sus belfos, aunque ya hubiese transcurrido veinte minutos.

Caminó hacia la barra, mirando a su alrededor sin éxito. La persona tras esta le extendió un vaso colmado de una oscura sustancia.

Llevó el vaso a su boca, tragando con dificultad al sentir su garganta arder.

--Delicioso.

--Qué bueno que te guste, bonito --dijo alzando una ceja, el chico estaba coqueteando. Era seguro.

--En realidad, buscaba a alguien.

--Yo buscaba a alguien como tú. Soy Park HyungSik, para servirte.

El pelirrojo sonrió hacia el castaño.

--Soy Taehyung.

--Entonces, Taehyung --habló el castaño--. ¿Te gustaría ir a algún lugar cuando termine mi turno?

El chico ofrecía sexo y el pelirrojo tuvo que declinar su oferta.

--Tengo novio --suspiró, poniendo de vuelta el vaso en la superficie--. Algo así.

--No pareces muy convencido de ello, aunque debí suponerlo, un chico tan lindo como tú no podría estar disponible --HyungSik fingió una mueca triste--. En fin, creo que no tiene sentido seguir coqueteando contigo, pero estaré aquí si cambias de opinión, bonito.

El pelirrojo subió a la segunda planta y cuando lo hizo, se vio obligado a caminar cuidadosamente para no tropezar con botellas de soju y demás sustancias.

Demasiado concentrado en ello, que no pudo evitar chocar con Hoseok.

--¿Dónde estaban? --preguntó con una brillante sonrisa en su rostro.

--Pensé que Jungkook estaría contigo, pero veo que no. Yo...

El pelirrojo detuvo sus propias palabras cuando Hoseok frunció el ceño y vio sus ojos oscurecerse. Estuvo por girar, pero el mayor se lo impidió cuando lo rodeó con sus brazos fuertemente.

Taehyung abrió los ojos enormemente, forzando al chico a soltarlo cuando supo que la mirada del mayor se encontraba en un punto tras él.

--Jungkook.

Su corazón se detuvo, sus manos temblaron, sus ojos se aguaron, su pecho dolía y sus piernas apenas eran capaces de sostenerlo.

Jungkook besando a alguien que no era él. La esencia propia de Jeon Jungkook saliendo a la luz en aquel lugar.

Taehyung no recordaba que mantenerse de pie fuera tan difícil, pero se negaba a derramar lágrimas por alguien que no fuera sí mismo.

--Taehyung, lo lamento.

"Lo lamento, Taehyung"

El menor quería huir.

¿Era él? ¿Había algo mal con él? Taehyung no lo merecía, y lo sabía bien, al menos iba convencerse de que así era. Su único error había sido elegir a las personas equivocadas. Darse una oportunidad otra vez, fue su error.

Corrió, solo deseaba irse, pero su camino a la salida se vio truncado por un alto chico castaño. HyungSik.

--Es bueno verte de nuevo, bonito. Ya me iba.

Lo besó. Sus labios se tocaron apenas, débil al no reconocer el contacto de aquellos belfos bajo los suyos.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora