CAPÍTULO 14

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--¿Ni un poco atractivo? --preguntó el pelinegro y el menor negó.

Sí, Jungkook era muy atractivo, pero el pelirrojo nunca aceptaría ello porque Jeon ya tenía el ego demasiado alto como para que el menor lo hiciera llegar al cielo.

--En absoluto --rió--, pero todos deben tener una buena opinión personal, ¿no crees?

El pelinegro bufó.

--Y ahora, este tema está dando vueltas en tu cabeza, estás tratando de encontrar dónde fallas, pero no lo lograste, ¿o si? --dijo burlón--. No tendría que importarte lo que otras personas piensan de ti, Jungkook.

El mayor quedó sin palabras, era como si el chico lo conociera mejor que él mismo, pero no era cierto. Taehyung solo describía lo que él sentía.

--Claro que no --negó el azabache.

--Bien, entonces dime. ¿Qué pasa por tu mente en este momento?

--¿Qué haces aquí conmigo? No te resulto atractivo, odiaste como era desde el primer momento, pero estamos saliendo. ¿Qué esperas de mí?

Taehyung negó.

--Es una buena pregunta, pero ¿adivina qué? Yo tampoco lo sé.

Ambos siguieron su camino de regreso al auto en completo silencio.

--Conozco un lugar, ¿quieres cenar? --preguntó el azabache, pero vio al menor negar mientras subía al auto en el asiento de al lado.

--Una hora --sonrió--. Dame una hora, cenaremos y te llevaré a casa.

El pelirrojo asintió luego de revisar en su móvil que no eran pasadas las once.

--Una hora --recalcó Taehyung.

--Es más que suficiente --habló Jungkook poniendo en marcha su deportivo rojo.

Luego de unos minutos, el menor decidió que mirar su pantalla de inicio durante el viaje era mejor opción que chocar miradas con Jungkook cada cierto tiempo.

--¿Puedo? --preguntó Taehyung señalando uno de los compartimientos frente a él, necesitaba cargar su móvil antes de que este se apagara.

Cuando lo abrió, removió algunos papeles y cajas de condones antes de encontrar lo que necesitaba.

--Eres un asco, Jeon --se quejó el menor y Jungkook sonrió satisfecho de notar como su rostro se contraía en divertidas muecas.

--¡Vamos! ¿Si tuvieras un auto para que lo usarías?

--Para esto no, estoy seguro.

El mayor rodó los ojos, no esperaba que lo entendiera.

--¿Cuál es su orden? --una joven de baja estatura y cabello rizado preguntó mientras enviaba una pícara sonrisa hacia Jungkook.

--Dos hamburguesas medianas y dos bebidas grandes, cariño --dijo mientras alzaba las cejas sugerente hacia Taehyung, este rodó los ojos luego de escuchar el énfasis en la penúltima palabra.

--¿Por una vez podrías dejar de hacer eso?

--¿Hacer qué? --preguntó siguiendo con la mirada a la joven.

--Coquetear con todo lo que se mueva.

--No lo hago, al menos no ahora --aclaró y Taehyung lo miró incrédulo--, pero si provocan en mí el deseo suficiente, entonces seré el primero en conseguirlas, este no es uno de esos casos.

--Es retorcido.

--No lo es, Taehyung. Salgo con personas que considero calientes. No es como si tú no tuvieras algún gusto culposo.

--No lo tengo --aclaró el pelirrojo--. Pruebo no pensar demasiado. Si el antiguo Taehyung estuviese aquí, nunca habría accedido a conocer a un patán como tú, no hubiera aceptado involucrarse con alguien con un ego tan grande.

--No respondiste a mi pregunta, seré más claro. ¿Con qué necesitaba contar un chico para lograr que el antiguo Kim quisiera salir formalmente con él?

--Aquí está tu pedido --la joven besó la mejilla del azabache y este sonrió por cortesía.

--¿Todavía estás pensándolo? Ponlo así, si pudieras escoger entre un vaquero, un playboy, un sentimental y un nerd. ¿Quién sería el afortunado?

--Creo que un playboy estaría bien.

--Tengo una teoría, todos buscan a alguien contrario a lo que ya eres, es la razón del porqué estamos aquí, querías un playboy y yo a alguien caliente porque no me considero tanto de esa forma.

Comieron en silencio. El menor estaba haciendo su mejor intento por no pensar, Jungkook tenía razón. Había estado buscando a alguien como Kim Minjae sin siquiera notarlo.

Ambos pusieron pie fuera del elevador que abrió sus puertas en el piso de Taehyung.

Jungkook besó al pelirrojo y este sonrió porque el mayor era demasiado predecible, correspondió enseguida.

--Casi es media noche --el pelinegro miró el reloj en su muñeca.

--Sí, quizá no debimos detenernos por helado --se burló el pelirrojo--. Debo irme.

Jungkook asintió y caminó a su lado hasta su apartamento.

--Fue bueno salir contigo, Jeon.

--¿Deberíamos repetirlo?

--Lo pensaré.

Taehyung estuvo a punto de encajar sus llaves en la cerradura, pero el pelinegro sujetó su mano.

--¿Qué te suce...?

Taehyung no pudo hacer nada cuando el azabache lo empujó contra sí y envolvió sus brazos en sus caderas con demasiada fuerza.

¿Por qué siempre debía ser tan brusco? Taehyung le habría dado lo que pedía sin necesidad de forzarlo a hacerlo.

El menor no intentó separarse, solo se concentró en besar como le fuera posible esos labios por más tiempo, aquellos que poseían el extraño poder de solucionar su vida por unos minutos.

--No querrás que esto quede a la vista --susurró en su oreja, las piernas del menor temblaron, Jungkook tomó el borde de la camisa y no se separó de él sino hasta que aquellas marcas rojizas quedaran cubiertas por completo.

--Te veré mañana, Kim.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora