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Jungkook introdujo una de sus manos en el abrigo del menor, acariciando apenas la nívea piel de su abdomen, saboreando sus labios aún y sin saberlo, llevando a Taehyung a su límite.Y Dios, ¿en qué estaba pensando? El pelirrojo estaba temblando y apunto de sollozar cuando empujó levemente su pecho, privando de contacto a sus labios y sintiendo las manos de Jungkook quemar en su piel. Era demasiado para Taehyung, quien apenas dejaba que Park Jimin se acercase a él.
El pelinegro sacudió la cabeza, no entendiendo realmente que sucedía, sin tener el valor de preguntar al ver los labios del menor temblar y sus ojos brillosos previos al llanto.
--Yo debo... --suspiró, no alejándose del pelinegro por completo, pero no fue necesario cuando Jungkook negó con una sonrisa burlona en el rostro.
--Lo entiendo --dio un paso atrás y deslizó las manos sobre el abrigo contrario hasta rozar su mejilla con los dedos--. Un mes es suficiente para olvidar, ¿o no?
Taehyung tiró de su chaqueta en un intento de detenerlo, recibiendo un movimiento brusco en respuesta antes de verlo caminar hacia la salida con la mirada sobre sus pies y las manos dentro de sus bolsillos, sin darle oportunidad de decir algo más porque su figura desapareció entre los demás estudiantes.
Presionó los labios, impotente cuando advirtió tantas miradas sobre él, sobre su cuerpo y en su cuerpo como si pudiesen ver a través del pesado abrigo que tenía encima. Expuesto y a merced del mundo como siempre había sido.
Jungkook llevó ambas manos a su rostro, sintiéndose inútil al querer hallar algo más que frialdad en ellas. Bufó, pero se contuvo de maldecir cuando el rechazo lo llenó por conpleto. Rechazo y humillación.
Asumiendo cosas que no eran correctas porque tenía la necesidad de darse una respuesta.
Un mes, treinte días en los que Jungkook no puso obtener nada de Kim Taehyung y ahora que estaba de vuelta, no parecía tener la más mínima necesidad que tuvieron esa tarde en la enfermería.
¿Cómo podía él lidiar con todo aquello si tenía tanto miedo? Miedo a lo que se estaría insinuando sobre él en esos momentos, miedo de haber tirado su reputación a la basura por alguien que no sentía lo mismo, por alguien que no daría nada por él.
Se dejó caer en el césped de rodillas, sus manos volviéndose puños, minutos antes de golpear el árbol que yacía sobre él porque no era capaz de odiarlo.
Nudillos blancos y pequeñas heridas ya en sus manos cuando decidió hundir el rostro entre sus rodillas con un nudo presente en su garganta.
Podía incluso odiarse a sí mismo de miles de formas y en distintas situaciones, pero ¿cómo podría sentir algo que no fuese necesidad por Kim Taehyung?
Más de él, Jungkook solo deseaba más del menor, cualquier cosa que Taehyung pudiese darle, Jungkook lo atesoraría en su memoria, sin importar si de un mísero tacto se tratase.
Perdido, enamorado, muy involucrado o cómo quisiera Jeon Jungkook llamarlo para amortiguar el impacto que tenía el amor en él.
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--Lo rechazaste.
Taehyung giró, dejando a un lado los libros que había estado guardando por al menos diez minutos porque era incapaz de dar la cara, encontrando sus ojos con los de la chica.
--Lo he visto, ¿sabes? Ha pasado el último mes recorriendo el lugar porque no sabía cuando regresarías. Yo sé que así fue-- bufó--. ¿Cuál es tu problema?
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CLOSE YOUR MOUTH //KookV
Fanfiction--Prométeme que vas a estarlo --habló con dificultad mientras oía sus pieles chocar bajo las sábanas. --No puedo. Taehyung se retorció en el colchón con las piernas separadas y lágrimas amenazando con seguir cayendo. --Solo... Tú --el pelinegro fue...