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--El olor a patán nos trajo hasta aquí --habló el rubio con el tono de burla impregnado en su voz, provocando que ambos menores se separaran al instante. Jungkook presionó los labios, satisfecho al ver los rojos belfos del menor con una fina capa de saliva cubriéndolos. Definitivamente podía acostumbrarse a eso.Taehyung bufó hacia las palabras de su amigo, quien sonrió fingido hacia el azabache.
--Siempre tan oportuno, Park. Y me gustaría que hablaramos de eso, pero ya debo irme.
Jungkook sonrió hacia su amigo, satisfecho cuando Hoseok no se negó al contacto visual, todo volvería a ser como antes. Él se aseguraría de que así fuese.
--¿Tú aún quieres escucharme? --cuestionó el menor, advirtiendo la forma en la que Jungkook detuvo sus pasos y asintió con una pequeña sonrisa en sus labios--. No creí necesaria una respuesta, en realidad esperaba no volver a mencionar aquel evento, pero ella sugiere que consiga las explicaciones que nunca tuve el valor de exigir y no digo que no confíe en ti, solo... tengo que saber.
--Adelante, seré sincero contigo --habló el azabache, adentrándose en el gran salón que estuvo a punto de cerrar sus puertas ante sus ojos.
Taehyung asintió para sí mismo, sintiendo una mano sobre la suya cuando caminaron en línea recta hasta sus asientos al inferior de la habitación, donde Chanyeol fue el más fiel espectador de aquella escena.
--La fiesta --vio al mayor fruncir el entrecejo y presionar la lengua en su mejilla con dureza sin dirigirle la mirada--. Tengo derecho a saber.
--Fue un error, Taehyung. ¿Por qué no puedes simplemente olvidar lo que pasó y concentrarte en el ahora, en nosotros? --el pelinegro tomó su mandíbula con la yema de sus dedos, casi en una caricia que Taehyung tuvo que evadir porque esta vez tenía un propósito e iba a cumplirlo.
--Espero que hayan tenido una buena noche --Min Yoongi reverenció hacia los presentes, no pudiendo ocultar la amplia sonrisa que se dibujó en su rostro al saber de la existencia de una larga fila tras la puerta.
--Dijiste que serías sincero.
--Y estoy siéndolo, no quiero hablar de eso --el pelinegro observó cómo Min los escrutaba con la mirada, por lo que se vio obligado a tomar uno de sus cuadernos y permaner en total silencio hasta que Yoongi volviera su atención al pizarrón.
--¿Es tu forma de ayudar? Creí haber oído que harías todo lo que estuviera en tus manos para hacerme sentir mejor, pero ni siquiera eres capaz de darme la mísera respuesta que necesito, Jungkook. Deberías dejar de mentir.
--No mentí, es solo... No lo sé, nunca lo supe y solo espero que puedas perdonarme alguna vez --susurró, tomando una pluma y haciendo trazos sin sentido en las hojas pulcramente blancas.
--¿Estás siendo honesto ahora?
--Fue tan solo rutina, algo insignificante que no debió pasar.
Taehyung asintió apenas, decepcionado al saber que no existía una respuesta concreta y Demonios, él necesitaba una para sentirse bien consigo mismo, sin embargo se forzó a sonreír cuando el mayor entrelazó sus manos sobre su regazo.
El mayor pudo notarlo, difinitivamente pudo notar cómo sus ojos no se encogieron al hacerlo.
--Siento haber sido una molestia. No volveré a mencionarlo.
El pelinegro acunó con una de sus manos la mejilla del menor mientras negaba y dejaba un casto beso en sus labios. Quizá transcurriendo más de lo que esperaba antes de que aquella mueca lastimera desapareciera de su rostro.
--¿Por qué no me extraña? Jeon y Kim interfiriendo en mis labores diarios --bufó con la tiza aún coloreando sus dedos--. No permito ese tipo de contacto físico en mi clase y estoy seguro de que ambos necesitan estas lecciones si esperan poder aprobar el ciclo.
Jungkook sonrió, otorgándole una última mirada al reloj en su muñeca para asegurarse del final de la clase siendo próximo.
--Y estoy tan afectado por ello que lo dejaré continuar con su excelente labor como docente --afirmó Jungkook, llevando una de sus manos a su pecho, fingiendo pesar mientras colgaba el bolso en su hombro y sonreía hacia al pelirrojo--. ¿Vienes?
Taehyung asintió porque era incapaz de humillar al chico frente a los todos los demás estudiantes, caminó hacia la puerta con el mayor siguiéndolo por detrás.
--¿Y qué se supone que hagamos ahora?
Ambos menores caminaron a través del amplio pasillo, inconscientemente hacia un lugar más privado en donde pudiesen hablar cuando la campana sonara.
--Tres minutos, Taehyung. Ibas a perderte la despedida de Min Yoongi --susurró en su oído, ya que los pasillos se encontraban desolados--. Escucha, ¿si?
Jungkook hizo un puchero adrede al notar que el pelirrojo no sonreía de la misma forma en la que él lo hacía.
--Dime lo que quieres escuchar porque estoy seguro de no poder complacerte --bufó al no oír respuesta.
--Quiero oír la verdad.
--Estoy siendo sincero, Taehyung. No tengo una maldita idea del porqué besé a Rosé esa noche y soy consciente de que no fue el trato que merecías luego de haber pasado por tanto, pero esa misma noche lo entendí, ya no podía vivir sin tenerte a mi lado. Supe que te amaba y que el mundo no giraba alrededor del sol sino entorno a ti.
Jungkook hundió el rostro en el hombro del menor que envolvió en sus dedos las hebras oscuras.
--Perdóname.
El pelirrojo acunó sus mejillas con cuidado, obligándolo así a captar sus profundos ojos mientras presionaba los labios en un intento de mantenerse allí y no dejar que su mente se nublara con los destellos que invadieron las orbes contrarias.
--¿Amor? ¿Tú me amas? --Taehyung negó con lágrimas resbalando por sus mejillas--. No lo hagas, por favor. No quiero lastimarte.
Y el pelirrojo sollozó con los dedos aún sobre el rostro del mayor, manteniéndose quieto cuando Jungkook acarició con sus pulgares los rastros de las pequeñas gotas que habían resbalado por su rostro.
Jungkook lo sabía, él siempre supo que nada sería fácil para ambos, pero allí estaba, intentando sanar todas y cada una de las heridas que el pasado trazó en el menor.
--No puedes lastimarme, soy yo el que teme lastimar a alguien como tú --sonrió con el corazón en las manos y una sonrisa apenas perceptible en los labios--, a alguien tan perfecto como Kim Taehyung. Siento no poder complacerte esta vez si digo que seguiré amándote.
Era lo que Taehyung quiso escuchar toda su vida, que lo amaban por quién era y no por cómo se veía, y al fin lo había logrado.
El pelinegro tiró de la cabellera roja levemente, hundiendo el rostro del menor en su torso con los ojos húmedos.
--Prometo estar aquí cuando todo lo malo se vaya. Yo te cuido.
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CLOSE YOUR MOUTH //KookV
Fanfiction--Prométeme que vas a estarlo --habló con dificultad mientras oía sus pieles chocar bajo las sábanas. --No puedo. Taehyung se retorció en el colchón con las piernas separadas y lágrimas amenazando con seguir cayendo. --Solo... Tú --el pelinegro fue...