CLOSE YOUR MOUTH //KookV

CAPÍTULO 12

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--¡Sal de ahí antes que rompa la maldita puerta de una patada! --inhaló profundo intentando calmarse--. Si sales ahora mismo, la puerta será la única lastimada, lo juro.

El menor abrió apenas una rendija que le permitiera saber si realmente Jimin no se lanzaría sobre él en cuanto tuviese oportunidad. Sin embargo, el pelirojo vio esfumarse la opción de evadir la conversación y volver a esconderse cuando su amigo cerró la puerta tras ellos.

--¿Tienes idea de la suerte que tienes de tenerme aquí a diario? Pronto seré un guapo psicólogo, no podrías encontrar a alguien mejor que yo para ayudarte.

--Yo lo sé y lo valoro mucho, solo... hoy no.

--¿Sabes a que me suena eso? --preguntó el rubio y probablemente Taehyung sabía cómo terminaría aquello--. Quieres hablar conmigo y mucho.

No por nada había escogido esa como su vocación, el rubio podía mantener una conversación activa por demasiado tiempo.

--¿Qué quieres saber? No fueron más que besos, besos y más besos. Eso es todo.

--¿Entonces están en una relación ahora? --Jimin solo quería tantear el terreno, ver que tanto duraría sin hundirse.

--No --bufó--. Seremos exclusivos, pero no oficialmente, estuvo bien para ambos.

--¿Y esos besos se dieron porque tú lo querías?

--Lo necesitaba para olvidar y fue efectivo mientras duró --Jimin negó con la cabeza--. Puede que estuviera mal, pero... logré sentirme mejor.

--Claro. ¿Por qué no me besas aquí? ¿Por qué no tener sexo ahora mismo? También sería efectivo --suspiró--. Tienes que superar antes de intentar olvidar, Taehyung, ¿de qué sirve si aún sigues atado a él?

--Por unos minutos no sentí nada.

--No es sano, déjalo.

El mayor enredó sus dedos por unos segundos en el cabello de Taehyung cuando lo vio negar.

Jimin era su amigo, estaba allí para a aconsejarlo y cuidarlo como si compartieran la misma sangre, sin embargo él no podía imponer lo que el creía sobre lo que Taehyung quería.

--Bien. Solo promete que no saldrás tan lastimado como la última vez.

Quizá Taehyung necesitaba tiempo y el rubio podía entenderlo, y sobre todo sabía que cuando algo se metía en la cabeza de su amigo, este no iba a dejarlo ir hasta que viera las consecuencias con sus propios ojos.

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--Estaré allí en diez minutos, ¿suena bien? --preguntó el azabache.

--Olvídalo, ya tuve suficiente de ti, te lo dije en la biblioteca por la tarde --murmuró Taehyung, su hermano estaba en casa.

--Estamos saliendo, tú mismo lo dijiste. Estaré allí en cinco minutos --suspiró--. Así que vístete y ven conmigo.

No pudo escuchar más de la otra línea. Taehyung bufo, no iba a rechazar la propuesta, necesitaba olvidar y Jungkook era el indicado para ello.

El pelirrojo lavó su rostro y peinó su cabello. Buscó en su armario jeans lo suficientemente ceñidos al cuerpo junto una camisa negra. Si esperaba que Jungkook quisiera besarlo esa noche, al menos iba a esforzarse por vestirse adecuado para aquella ocasión.

--¿Cómo te fue hoy?

--Un día estupendo --mintió--. Hice planes para esta noche --dijo al notar a NamJoon mirarlo de pies a cabeza con una ceja alzada.