Maratón 1/3
Abigail.
—Abigail, ¿pasa algo? —Harry me pregunta, después de mostrarme la habitación que ocuparé.
Pasa de todo.
—No, nada realmente —sacudo mi cabeza.
—¿Por qué te has puesto así? ¿Fue porque invadí tu espacio en tu casa? ¿Te incomodé? —estaba genuinamente preocupado, pensando que él había actuado mal.
—No, Harry —suspiro—. No es eso.
—Entonces explícame qué es, porque no me has hablado ni una palabra desde eso.
—Estoy cansada, ha sido un día duro, ¿si? Solo quiero dormir, si no te molesta. En serio no es nada que tenga que ver contigo.
—Bien —murmura, parece decepcionado de mi respuesta—. Buenas noches.
—Buenas noches, Harry.
•••
Genial. Dos de la mañana y yo no podía dormir. Quizás era la incomodidad de estar durmiendo en una cama que jamás había usado, o quizás porque sabía que Harry se encontraba durmiendo a unos cuantos metros.
Joder. ¿Por qué me ponía a pensar en él?
Oigo ruido en su habitación, lo que me extraña por lo tarde que es, así que intento escuchar mejor qué está sucediendo, pero solo consigo captar el ruido de la puerta de su cuarto y luego pisadas.
¿Tampoco podrá dormir? ¿Será sonámbulo y no me dijo nada?
Y no sé qué me pasa, porque no puedo controlar mis pies y me paro como un robot de la cama, para luego caminar hasta la cocina.
Cuando me encuentro a Harry frente a mí, bebiendo un vaso de agua, me congelo. ¿Qué hago aquí?
Un escalofrío recorre mi espina dorsal cuando me doy cuenta de que no lleva camiseta. Su torso al desnudo. Dios mío, cómo desearía poder tener luz para observar mejor. Aún así, solo logro visualizar más tatuajes. En su abdomen y en su pecho, también parece que bajo el inicio del elástico de su pantalón, se esconden otros.
Él frunce el ceño al verme.
—¿Te desperté? ¿Estás bien, Abi?
Su preocupación me hace derretirme.
—No, no podía dormir simplemente y te escuché —me encojo de hombros.
—Bueno, yo tampoco podía dormir.
Cuando me decido a acercarme y doy un par de pasos hacia él, se tensa y me mira confundido. Deja el vaso, ya vacío, sobre la encimera y parece esperar mi siguiente movimiento.
La débil luz de la luna que se cuela por la pequeña ventana que hay, hace lucir sus ojos brillantes y peligrosamente atractivos, más de lo que ya son.
Su cabello largo despeinado le da un aspecto salvaje y me encuentro preguntando qué se sentirá pasar mis dedos por esos rizos deshechos.
Doy un último paso hacia él. Y decido acallar mi mente.
Junto nuestros labios. Los suyos son suaves y jugosos. Parecen haber estado esperando por mí, por este contacto. Se sienten dulces y adictivos, como si no pudiera abandonarlos. El beso es duradero, porque ninguno de los dos quiere apartarse.
Llevo mis manos a su cabello y lo halo suavemente, provocando que un gemido salga de lo más profundo de la garganta de Harry, pero es acallado en mi boca.
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hard times || h.s
RomanceHarry es un padre soltero que hace malabares para intentar darle lo mejor a su hija. Abigail es una chica universitaria que apenas pone su mirada en ellos, no puede alejarse.