Abigail.
No había nada más que hacer y supongo que todos nos estábamos mentalizando para ello. Se acercaría el día eventualmente, pero por mientras había muchas cosas que hacer.
Mi madre llegó la semana pasada a quedarse aquí por un tiempo. Todo parecía un poco irreal, sin embargo, quería disfrutar de cada una de las personas que amo, así que estaba feliz de verla.
Recuperé un poco de mi energía abandonando la quimioterapia, pero mi tiempo era reducido, y lo sabíamos.
Hoy estaba animada de todos modos. Saldríamos con Shay de paseo al parque. Nada más que jugar un rato y tomar un helado. Lo pasaríamos bien, eso estaba claro.
—Te ves preciosa —le sonrío a Shailene—. ¿Tu papá se estaba duchando?
—Se estaba vistiendo —asiento y lo esperamos en la sala. Ella ve televisión mientras yo me mantengo apoyada en la encimera, hasta que suena el timbre.
Me acerco a abrir y me llevo una mínima sorpresa a ver a Evelyn. Sonrío y la hago pasar con un enorme abrazo de por medio.
Entre que ella está trabajando y su vida de casada después de su gran luna de miel, no hemos tenido mucho tiempo de vernos, pero hemos estado en contacto siempre.
Cuando ella llegó de su gran viaje, no me quedó otra que decirle la verdad. Desde ahí, Evelyn se ha portado mucho más gentil y atenta. Sin ella y Delphine estaría muchísimo peor.
—¿Cómo estás, pequeña? —le sonríe a Shailene.
—Bien —responde un poco cohibida. La niña no está demasiado acostumbrada a ver gente con la que no está muy familiarizada.
—¿Cómo te has sentido? —inquiere con preocupación mi amiga.
—Honestamente, estos días han sido mejores desde que dejé la quimio. Me siento un poco más activa y eso es mucho que decir en mi estado —le cuento, pasando una mano por mi cabeza.
Evelyn hace una mueca. Sé que no está nada de acuerdo en que haya abandonado el tratamiento, pero respeta mi decisión y me apoya de todos modos.
—¿Tu madre se está quedando en un hotel? —frunce el ceño.
—No. La mamá de Harry se ofreció amablemente a recibirla en su casa.
Es justo cuando aparece. Sonrío al mirarlo. Está vistiendo una sudadera gris y un gorrito de lana verde.
Alza un poco las cejas ante la presencia de Evelyn, pero ambos han mantenido las cosas y sus diferencias en calma por mí.
—Hey —la saluda con cortesía, para luego sentarse a mi lado en el sofá y abrazar a Shay que está concentrada en la televisión.
—Hola, Harry —Evelyn pronuncia con más amabilidad de la que esperaría—. Me encantaría haberme quedado, pero parece que ustedes también tienen planes y yo estaba de pasada porque tengo que ir a comprar un par de cosas.
—Te llamaré para conversar en estos días —le prometo sonriendo mientras ella se pone de pie y asiente.
Evelyn se despide de todos nosotros y se va volviendo a dejarnos en nuestra pequeña burbuja.
Me pongo de pie y me dirijo a la cocina para tomar un vaso de agua. Miro a Harry junto a la pequeña y él parece sentir mis ojos sobre ellos. Le hago una seña para que se acerque a mí y espero hasta que llega frente a mí.
—¿Pasa algo? —ahueca mi rostro y roza nuestras narices.
—Soy yo quien debería preguntarte eso —hace una mueca—. Vamos, una sonrisa para mí. No seas egoísta. Regálame una, ¿si? —pido, acariciando su mentón.
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hard times || h.s
RomanceHarry es un padre soltero que hace malabares para intentar darle lo mejor a su hija. Abigail es una chica universitaria que apenas pone su mirada en ellos, no puede alejarse.