extra #2

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2 años después.

Harry.

Aprieto mi mandíbula cuando llego al estacionamiento. Había algo que no me dejaba tranquilo. Simplemente no lo sacaba de mi cabeza.

El motor del coche se apaga, pero me quedo dentro. Miro mi móvil en el asiento de al lado y una vez más dudo en tomarlo. Respiro hondo y finalmente lo hago. Busco el nombre entre mi lista de contactos y presiono a llamar.

Mi estómago está apretado en un nudo. Siento nervios por lo que estoy a punto de hacer.

—¿Hola? —la voz de la madre de Abigail resuena con claridad a través de la línea telefónica.

—Meredith, hola... Siento si mi llamada es inoportuna, pero... —mi ansiedad se disipa un poco cuando se ríe suavemente.

—Descuida, Harry. Llegué a casa hace un rato, puedo hablar. ¿Cómo has estado? —su acento latino un poco más marcado que antes.

—Estoy bien, todo marcha bien por aquí —suspiro levemente—. ¿Y usted?

—Todo está bien, querido. ¿Hay alguna razón en específico para que me estés llamando? Hace meses que no sabía nada de ti, aunque he hablado con tu madre —la curiosidad en voz es notoria. Tiene razón, es solo que mi cabeza no ha parado de darle vueltas a muchas cosas.

—Uhm, yo... —tengo que tomar aire otra vez y aún así no me decido a hablar.

—¿Seguro que estás bien? —insiste.

—Sí, sí, en serio —respondo, rascándome la barbilla—. Es algo un poco... No sé, hay algo de lo que me gustaría hablarte.

—Puedes decírmelo, adelante —me anima, con un tono algo maternal.

Me paso la mano libre por el vaquero negro, intentando eliminar el sudor en mi palma.

—Han pasado dos años —empiezo diciendo, sintiendo una leve opresión en mi pecho al mencionarlo—. Lamento si estoy trayendo malos recuerdos, pero no sé por qué quería hablarlo contigo.

—Hablar de Abigail jamás me podría traer malos recuerdos. El tiempo ha pasado rápido, es sorprendente.

—Hay... Últimamente he estado pensando mucho en otra persona —al decir aquello en voz alta, me siento un completo imbécil. Siento la vergüenza apoderarse de mí.

Ni siquiera sé por qué he llamado a su madre en primer lugar, pero supongo que es porque es la única persona con la que me he entendido desde que sucedió todo. Nuestros dolores fueron y siempre serán muy distintos, pero al fin y al cabo, ambos lo sentimos inmensamente y compartimos la misma pérdida.

—Oh, Harry... —no sé si es mi estúpida impresión, pero podría haber pensado que ella acaba de sonreír—. Eso es excelente, cariño. Me alegro muchísimo por ti.

—¿No crees que...? No lo sé, me siento culpable. Como si estuviera traicionándola —admito en el silencio de mi coche. El estacionamiento está desierto, y aún así siento como si mil miradas estuvieran sobre mí, reprochando mis palabras.

—Abigail quería que fueras feliz, y estoy segura de que te lo dejó claro más de una vez, Harry —ella suspira con algo de melancolía—. Entiendo cómo te sientes, pero tienes que pasar página. Han pasado dos años, y el hecho de que estés pensando en alguien más me demuestra que estás preparado para hacerlo, aunque sea doloroso o difícil al principio. Yo sé que Abigail siempre estará en tu corazón, pero es hora de que te permitas encontrar el amor de nuevo. Siempre amaremos a Abi, pero no podemos quedarnos estancados toda la vida, ¿no?

hard times || h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora