Harry.
—¿Estás lista? —le sonrío y tomo su mano entrelazando nuestros dedos.
—Sí, vamos —asiente.
Después de más de cinco meses, habíamos logrado organizarnos bien. Mi familia nos ha colaborado muchísimo en todo este tiempo, básicamente porque adoraban a Abigail y se llevaban de lujo con ella.
Esta vez era el turno de Sarah de ayudarnos. Mi hermana estaba de vacaciones, así que anoche se vino a dormir aquí para hoy quedarse con Shay por la mañana mientras nosotros íbamos a la cita con el doctor de Abigail. Hoy nos darían el resultado de los exámenes más recientes que le han tomado y cómo iba yendo la quimioterapia.
Estaba ilusionado, tenía esperanzas. Aunque Abi se viera exhausta, creo que podríamos tener buenas noticias. Es hora de que tengamos buenas noticias, ¿no? Hemos sido positivos, todo saldrá bien, eso es lo que quiero creer y así sucederá.
Nuestros dedos permanecen unidos mientras entramos en el hospital. Algunas enfermeras saludan a Abigail y eso me entibia el corazón. Mucha gente la aprecia aquí, por su trabajo y también porque venimos muy seguido.
—¿Te sientes bien? —pregunto, acariciando el dorso de su mano.
—Un poco cansada —admite.
Entramos al ascensor y la abrazo por la espalda, para tenerla más cerca mío. Ella me mira de lado y sonríe, pero puedo notar algo extraño en sus ojos, en su sonrisa.
Abigail está agotada, más de lo que podría arreglar con un abrazo apretado o con unos días de descanso.
—Señorita Castillo, estaba esperando por usted —su doctor aparece apenas el ascensor llega al quinto piso.
Pasamos a la consulta y tomamos asiento. Él saca un sobre del cajón de su escritorio.
—Ocho meses de quimioterapia, ¿no?
—Así es —afirma ella.
—¿Cómo te sientes con este tiempo recibiendo quimio? —le pregunta.
—Mi cuerpo la rechaza totalmente. Me hace sentir extremadamente mal —admite con honestidad.
Aprieto su mano para recordarle que estoy aquí apoyándola.
—Bueno, Abigail, aquí están los resultados... No te voy a mentir, es tu decisión —el doctor suelta un ligero suspiro.
—¿A qué se refiere? —frunzo el ceño, sientiendo mi pulso acelerarse y un malestar instalarse en la boca de mi estómago.
—Los resultados... —abre el sobre—. Digamos que tus recuentos están cada vez peores. De plaquetas, de glóbulos, de todo. El cáncer está avanzando y esparciéndose rápido. La quimioterapia no ha sido lo suficientemente efectiva... Está llegando a tus huesos.
Abro mi boca ligeramente, en confusión, para decir algo, pero no soy capaz de emitir un solo sonido. Siento un pinchazo en mi corazón y creo que el dolor es suficiente para dejarme paralizado por unos segundos.
Respiro hondo y observo a Abigail a mi lado mientras me atrevo a preguntar:
—¿Qué más puede hacerse? Digo, de algún modo debe poder detenerse el avance de...
Ambos rostros me miran decepcionados y con tristeza. Me hace sentir impotente y frustrado. No voy a dejar ir a Abigail así como así. ¿Por qué soy el único que no lo puede aceptar, maldita sea? ¿Y por qué ella lo acepta sin problema?
—Es tu decisión permanecer con la quimioterapia para alargar tu estadía un poco más, pero tu calidad de vida...
—Es algo que debemos discutir —Abi aprieta mi mano y me dedica una rápida mirada.
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hard times || h.s
RomanceHarry es un padre soltero que hace malabares para intentar darle lo mejor a su hija. Abigail es una chica universitaria que apenas pone su mirada en ellos, no puede alejarse.