Harry.
Al llegar al hospital, a Abigail le tomaron un montón de exámenes. Tuve que quedarme esperándola casi por dos horas aquí afuera.
La buena noticia, es que el doctor viene con los resultados en mano y nos hace pasar a su consulta.
—Seré honesto, porque eso es lo que quieres supongo. Además trabajas aquí, no puedo ni quiero engañarte, Abigail.
Mi pulso se acelera y mis manos comienzan a sudar frío. Necesito que sea un buen pronóstico para mi chica.
—Tienes leucemia mieloide crónica en fase blástica.
No entiendo nada. Solo sé que eso suena complejo y aterrador, pero no sé nada más. Miro a Abi y ella parece un poco afectada por las palabras del doctor. Tomo su mano y la aprieto, mientras pregunto a qué se refiere con eso.
—La leucemia de este tipo no responde tan bien a los tratamientos en fase blástica como en crónica o acelerada. Tus recuentos a nivel sanguíneo han aumentado considerablemente y son poco favorecedores.
Luego de eso habla sobre algunos medicamentos que debe empezar a tomar ya mismo. No entiendo nada de lo que dicen, otra vez. También mencionan algo sobre tener otras opciones posibles, como un trasplante de células madre.
—Vamos a esperar unas semanas a que el nilotinib logre hacer algo y luego podemos comenzar la quimioterapia, claro, si es lo que quieres.
—¿Tengo esperanzas? ¿O es solo una pérdida de tiempo y dinero? —me impresiona que pregunte aquello.
—Haremos la quimioterapia sí o sí, no está en discusión —hablo, ganándome la atención del doctor.
—Por más que me gustaría que fuese así, todo es decisión de la paciente —asegura—. Mira, Abigail. La quimioterapia en casos como estos, produce remisión aproximadamente en 1 de cada 5 pacientes, pero con frecuencia es de corta duración. Si ocurre la remisión, puede ser la oportunidad para considerar algún tipo de trasplante de células madre.
Ni siquiera sé a qué se refieren o qué quiere decir, pero ellos parecen entenderlo muy bien. Quizás estoy tan preocupado que no puedo ni digerir sus palabras.
—Es una porquería y lo sabemos todos —murmura ella. Parece desganada ahora y me doy cuenta de que las cosas no pintan demasiado bien.
—Pero muchos han sobrevivido a esas posibilidades, no te... —el doctor es interrumpido por Abigail.
—¿Y si yo no lo hago? ¿Si solo empeora mi calidad de vida? —se cruza de brazos y yo me quedo callado observándola. Esto duele. Discutir esto me está matando y no quiero ni imaginar cómo se siente ella.
—No empeorará tu calidad de vida. De hecho, puede aminorar los síntomas producto de la leucemia.
—Pero la quimioterapia trae otros efectos secundarios para muchas personas —mi chica comenta—. ¿Qué si soy una de ellas?
—Puedes cancelar la quimioterapia cuando quieras, si ves que no está yendo como quieres.
—Por favor, Abi —le suplico, tomando su mano. Ella me mira después de mucho rato y suspira, resignada.
—Lo haré. La empezaré, pero todo depende de cómo me afecte —declara.
—Es todo lo que necesitamos escuchar, ¿no? —musita el doctor Reznick mirándonos con una pequeña sonrisa.
Abigail.
Ayer después de ir a la cita con mi hematólogo, Harry estaba desesperado por ir a buscar mis cosas y llevarlas a su departamento. Siendo honesta, yo tenía sentimientos compartidos. La idea también me ilusionaba, pero al mismo tiempo me aterraba.
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hard times || h.s
RomanceHarry es un padre soltero que hace malabares para intentar darle lo mejor a su hija. Abigail es una chica universitaria que apenas pone su mirada en ellos, no puede alejarse.