Abigail.
Apenas despierto, todo lo que puedo escuchar son sirenas y alboroto. Mucho ruido, incluso personas gritando, murmullos. No sé realmente qué ha pasado, me encuentro aún confundida por el impacto y el shock. Ni un solo músculo me duele y creo que es debido a la adrenalina. Todavía no puedo sentir nada que sea dolor.
—¡¿Estarán bien?! —escucho una voz lejana.
Pestañeo con dificultad, siento un peso sobre mí. La peor parte es cuando logro ver qué es lo que me está cargando. Un sollozo impremeditado se me escapa.
Recuerdo lo sucedido momentos atrás y las emociones se arremolinan en mi interior. ¿Por qué estamos tan lejos de la camioneta roja que nos chocó? ¿Acaso nuestro coche se volcó y rodó con el impacto?
Si fue así, no quedamos de cabeza.
—Harry... Amor... —estoy temblando por completo y tengo los nervios a flor de piel. Estoy congelada y asustada hasta la mierda.
Su cuerpo básicamente está sobre el mío y puedo notar que está sangrando. No sé de dónde viene la sangre y por suerte no es demasiada, pero sé que no es mía.
A excepción de unos cortes en el brazo, no veo ninguna herida visible en mi cuerpo.
En cambio Harry parece estar peor y lo peor es que está inconsciente.
—¡Ayuda! ¡Ayuda! —grito como puedo, porque casi no me sale la voz.
—¡Tranquila! ¡La ambulancia viene en camino! —una mujer mayor se acerca y me pregunta cómo estoy.
—No tengo heridas, pero mi novio parece estar mal... —lloro.
—Cálmate, cielo. No lo muevas a él, ya vienen los paramédicos.
Cuando llega la ambulancia y sacan a Harry del coche, nunca me había sentido más agradecida y aliviada en mi vida.
—No, no puedo ir en camilla. Míreme, estoy bien, no tengo nada. Necesito que lo atiendan a él.
—Por protocolo debemos...
—¡Que estoy perfecta! ¡Solo déjenme ir con él en la ambulancia!
—Está bien, adelante. Pero deberán revisarte quieras o no.
Me subo en la parte trasera, donde llevan a Harry en la camilla.
—Tiene los signos vitales dentro del rango. Al parecer solo está inconsciente por el golpe.
—¿Estará bien? —es lo primero que pregunto, tomando la mano de mi chico.
Está helada y quiero llorar al ver la sangre en su frente, ensuciando su rostro y cabello.
—Sí, se encuentra estable. No tiene pulso débil ni ninguna herida de gravedad que podamos observar. Solo queda comprobar que no hayan hemorragias internas y que el golpe en su cabeza no haya provocado daño, aunque no luce como una herida demasiado profunda.
Cuando pienso en lo que sucedió me doy cuenta de que no es coincidencia que yo esté bien y él no. Reflexionar sobre esto me hace notar que Harry me protegió con su cuerpo. Él me protegió con su vida, fue capaz de poner en riesgo su integridad con tal de mantener la mía.
Las lágrimas me invaden, pero no las dejo escapar o sé que no me detendré. Beso la mano de mi chico y le agradezco en susurros su enorme valentía e idiotez al mismo tiempo. Un acto estúpidamente heroico.
Al llegar al hospital, de inmediato lo llevan a emergencias para realizarle los exámenes pertinentes.
También insisten en hacerme un chequeo rápido a mí, solo para corroborar que no tenga lesiones de gravedad. Me curan el brazo rápidamente y cuando la enfermera termina su trabajo, viene un doctor a avisarme sobre el estado de Harry.
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hard times || h.s
RomanceHarry es un padre soltero que hace malabares para intentar darle lo mejor a su hija. Abigail es una chica universitaria que apenas pone su mirada en ellos, no puede alejarse.