escape

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Abigail.

—¡Pa-pa-pa-pa! —exclama emocionada Shay.

Después de decir mamá, no le costó nada llegar con papá. Shailene parecía una loca por querer hablar lo más pronto posible, definitivamente era una bebé demasiado inteligente. Y Harry era la criatura más feliz del mundo.

—Ya quita la sonrisa de idiota —lo molesto, golpeando su estómago.

Él alza sus cejas hacia mí y finge una expresión de fastidio, mientras arruga su nariz. Le saco la lengua y luego aprieto su mentón atrayendo su boca hacia la mía.

—Te amo —masculla sobre mis labios, y la sonrisa boba que lo invade me hace poner los ojos en blanco. Es un empalagoso, y me encanta.

—¿Ah, si? Pues apuesto a que esta niñita me ama más, ¿no es así, Shay?

—¡Ma-ma-ma! —la risa que invade a Harry es icónica. Sus carcajadas llenan la habitación y yo solo puedo dedicarme a observarlo embobada, contemplando su belleza.

Su cabeza se inclina levemente hacia atrás mientras sus dientes relucen en una sonrisa amplia y contagiosa. La punta de su nariz se curva hacia abajo adorablemente, los hoyuelos luciendo profundos y aniñados y en ese momento me doy cuenta de que estoy más que enamorada de este chico.

Lo abrazo por el cuello, deteniendo sus ahora risitas y provocando que me regale una sonrisa tranquila y sincera.

—Te amo, cariño —le digo, acariciando su mejilla.

Él junta nuestras frentes y besa mi nariz con dulzura.

—Quiero que salgamos mañana —me dice de pronto, con entusiasmo.

Me aparto ligeramente y frunzo el ceño. Mi mano va a parar a su cabello y comienzo a enredar un rizo en mis dedos.

—¿Dónde? —inquiero.

—Rockford —se muerde el labio inferior, esperando por mi respuesta.

—Pero...

—Quiero que seamos solo tú y yo. No estaremos demasiado lejos. Son solo dos horas en coche. Podemos rentar uno. Y a Shay la dejaremos con alguien.

—Harry, no creo que...

—Por favor, Abi. Necesito este tiempo juntos, a solas contigo. Solo vayamos a disfrutar. Ni siquiera me interesa ir a conocer la ciudad, simplemente quiero conducir contigo a mi lado, llegar allí, que nos lleven comida a la habitación y no hacer nada más.

Me río.

—Cielo, podemos hacer eso aquí mismo.

—Por favor, nena —sus ojos anhelando por una respuesta positiva de mi parte.

—Bien, bien, lo haremos —le aseguro, porque me encanta verlo feliz y complacerlo.

•••

Aunque Harry no fuera el más allegado a la idea de que Evelyn cuidara a Shay, le dije que yo confiaba en ella totalmente.

Y ahora aquí estamos.

—¿Dónde van a ir? —pregunta mi mejor amiga.

—Rockford —respondo.

—Cualquier cosa llámanos —Harry masculla hacia ella.

—No estoy haciendo esto por ti, que quede claro que no me agradas. Lo hago por ella —¿por qué son ambos tan infantiles?

—¡Lyn! —le advierto.

Ella jamás ha tragado a Harry, y él al sentir su rechazo, tampoco a ella.

—Me importa una mierda no agradarte, solo quiero que cuides bien de mi hija —él aprieta la mandíbula, claramente enojado.

hard times || h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora