Capitulo 22: Tigres y dragones

3.2K 235 19
                                    

Después de la excursión, la preparatoria Tomoeda tuvo tres semanas de las vacaciones de verano hasta fines de agosto y todos los chicos extranjeros volvieron a sus respectivos países para visitar a sus familias durante esos días.

Sakura y Tomoyo aprovecharon las vacaciones para salir juntas, e incluso se juntaron más de un par de veces con Chiharu y Yamazaki, a quienes les encantaba ir al cine y la cafetería del centro comercial.

Uno de esos días, estaba Sakura conversando con sus amigos en una de las mesas de la terraza de su cafetería favorita. (Sí, la misma a donde fueron por el cumpleaños de Meiling y la cita con Shaoran)

- Sakura? - preguntó un joven guapo de sonrisa dulce acercándose a la mesa

- Yukito!!! Qué sorpresa!! - saludó ella más que feliz de verlo - Chicos, les presento a Yukito... Es el mejor amigo de mi hermano, van juntos a la Universidad de Tokio

- Hola chicos - saludó el joven amablemente

Sakura lo invitó a sentarse con ellos a lo que él accedió. Estuvieron conversando, y él contando todas sus vivencias universitarias, mientras que los chicos lo escuchaban admirados pues ellos también querían ir a la universidad en un par de años y sabían que no era una tarea para nada fácil.

Sakura lo miraba maravillada, escuchando atentamente todo lo que el joven decía. Por su puesto sus tres amigos lo notaron. Por fin conocían al dueño del corazón de su tierna amiga y tenía toda la razón en estar enamorada de él. Realmente era un chico fabuloso, inteligente, amable, y muy guapo.

Yamazaki se sentía un poco mal por su amigo chino ya que conocía sus verdaderos sentimientos hacia la despistada Sakura, sin embargo sabía que Yukito estaba en otro ámbito y hubiera sido rarísimo que no tuviera alguna relación con alguien más. La pobre Sakura estaba demasiado enamorada de ese chico sin siquiera haberse puesto a pensar en eso.

Finalmente se hizo la hora de irse. Yamazaki se ofreció a llevar Chiharu a sus casa, mientras que un auto vino a recoger a Tomoyo.
Yukito y Sakura se dirigieron a la casa de los Kinomoto pues allí los esperaban Touya y su padre quienes habían preparado una deliciosa cena.

Esa noche Yukito se quedó a dormir en la casa ya que tenía que avanzar unos trabajos de la universidad con Touya.

Sakura no podía más con la emoción de saber que su adorado Yukito estaría bajo el mismo techo que ella, sin embargo era poco o nada lo que podía hacer para acercarse.

Se acostó en su cama abrazando su almohada. Quería gritarle que lo quería... Estaba decidida a confesarle sus sentimientos a su primer amor.

A la semana siguiente era hora de volver a clases.
A la primera hora todo el mundo estaba súper relajado, hablando de lo que habían hecho durante sus vacaciones.
Más tarde en clase de matemáticas, cómo todos los lunes, el maestro explicaba ciertas propiedades de los triángulos mientras resolvía ejercicios en la pizarra antes de llamar a los alumnos.

- Shaoran... - susurró la castaña a su compañero de al lado que intentaba prestar atención a la clase

- ¿Si? - respondió el jovencito también en voz bajita y agachándose para no ser visto por el maestro

- ¿Sabes? Te extrañé mucho estos días... ¿Lo pasaste bien en Hong Kong?

Shaoran no pudo evitar sonrojarse al escuchar eso. ¿¿Lo había extrañado?? De hecho él también la había extrañado cómo no tenía idea, pero no pensaba decírselo, y mucho menos en hora de clase.

- Ehmm... Sí...

- ¿Cómo es Hong Kong? Cuéntame...

- Bueno, hay tigres y dragones sueltos en las calles, pero son inofensivos - bromeó

- ¿Ehhh? ¡¿En serio?! - exclamó asombrada

Todos los alumnos voltearon a verla al escucharla casi gritando.
El profesor era bastante serio y en forma de castigo la llamó al pizarrón a que resuelva unos problemas horribles.

Sakura estaba a punto de ponerse de pie, muy nerviosa ya que no tenía idea de cómo resolver lo que estaba en la pizarra. Pero... en ese momento fue interrumpida por su compañero de al lado que se puso de pie más rápido que ella.

- Lo lamento profesor, fue mi culpa... Yo la distraje... yo saldre a la pizarra...

Shaoran hizo una reverencia al maestro como disculpándose y acto seguido tomó una tiza para cumplir sus ejercicios. Sabía que no le iba a contradecir ya que era su alumno preferido.

Sakura y sus amigos se quedaron sin palabras ante la acción del castaño.
Nunca antes en toda la historia, Shaoran se había sacrificado por ninguno de sus compañeros, de hecho nunca había recibido ningún tipo de castigo, pero para todo hay una primera vez.

...

Un nuevo comienzo ~ Sakura y ShaoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora