El viento soplaba cada vez más frío, tanto que hasta el fuego se apagó por sí solo sobre la madera de la fogata.
Ya se estaba haciendo un poco tarde y Shaoran decidió terminar su día por fin. Se levantó de la arena, sacudió su toalla y se la puso al hombro para dirigirse a la zona de jardines dónde estaba el bungalow que compartía con sus dos amigos.
Según lo que habían dicho los chicos, ellos tenían planeado ir a la fiesta de verano por lo que seguramente iba a tener la habitación para él solo... Eso significaba que iba a poder descansar plácidamente. ¡Genial!
Shaoran subió los pocos escalones que separaban el jardín de la cabaña y sacó la llave que tenía en uno de sus bolsillos para abrir la puerta.
La cerradura cedió, sin embargo, la puerta no se abrió del todo. Fue grande su sorpresa cuando sintió que alguien empujaba la puerta desde adentro como para cerrarla nuevamente.
- ¿Q... quién está ahí? - Preguntó con voz firme mientras empujaba la puerta con fuerza. Se suponía que todos estaban en otro lado... ¿Acaso alguien se había colado en su habitación?.
- ¡¿Qué haces tú acá?! - dijo una voz desde dentro.
Shaoran abrió los ojos sorprendido, esa era la voz de Eriol, era él quien no lo estaba dejando entrar.
- ¿Cómo que "qué pasa"? ¡Quiero dormir! - refutó el castaño con fastidio.
De pronto, por fin se abrió la puerta. Eriol le aventó una almohada a Shaoran en la cara, y este no podía salir de su asombro. Para cuando quiso entrar ya era demasiado tarde, Eriol había cerrado la puerta por completo.
- ¡O...oye! ¡Abre! - reclamó el chino que siguió golpeando la madera de la puerta con uno de sus puños.
- ¡Lo siento amigo pero tenemos un trato. Yo te ofrecí quedarte aquí y no quisiste, así que ahora vete! - exclamó el inglés desde adentro del cuarto.
- ¡Ahhhh! ¡Rayos! - se quejó Shaoran antes de dar un último golpe en la puerta.
Ahora... ¿Qué se suponía que iba a hacer? ¡No tenía idea de a donde ir!
Shaoran suspiró resignado y se limitó a tomar aquella almohada que su amigo le había dado muy "amablemente" para caminar hacia algún lugar aún desconocido. Quizás debía ir a la recepción del club, al menos ahí iba a estar bajo techo.
Sus pasos se trasladaron por entre los otros bungalow, y todo se oía extremadamente silencioso, seguramente porque la mayoría estaba en la estúpida fiesta que organizaban Kaito y su grupo de amigos todos los años.
Shaoran intentó seguir su camino, cuando de pronto le pareció escuchar un sollozo femenino por las cabañas que estaban más cerca al mar. Se alarmó un poco y lo pensó dos veces antes de acercarse, pues quizás no era correcto que alguien lo viera con alguna chica tan tarde y de noche pero... tampoco podía ignorar que alguien estuviera sola y llorando a estas horas.
El jovencito se acercó al área de donde provenía aquel sonido, y se encontró con una imagen que lo desconcertó bastante. Vió a una niña de apariencia frágil, parada bajo el umbral de su puerta. Ella se estaba cubriendo el rostro con las manos mientras lloraba, y estaba usando una capucha verde que se le hizo extremadamente familiar a pesar de la escasa luz de aquel lugar.
- ¿S...Sakura? - Preguntó casi sin pensarlo y se acercó a ella hasta estar a solo un paso de distancia.
- Sh...Shaoran... - Balbuceó la niña muy sorprendida al verlo y descubrió su rostro dejando ver sus ojos humedecidos por la lágrimas.
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Un nuevo comienzo ~ Sakura y Shaoran
RomanceShaoran Li es un apuesto joven. A pesar de su increíble popularidad no tiene ninguna experiencia amorosa gracias a su caracter serio y reservado. ¿Qué pasará cuando llegue una nueva compañera a la preparatoria? ¿Podrá hacer frente a sus sentimientos...